Es increible lo que se puede conseguir con una hoja de papel y unas cauntas buenas palabras firmadas por un hombre al que toda la ciudad recuerda. Cualquier habitante de esta ciudad que diga que no siente curiosidad por saber acerca de la misteriosa mano que redacta esos escritos le diría que miente.
Por otro lado en cuanto a mi vida personal, puede ser que ya vay siendo hora de asentar la cabeza, el dia de la final del torneo conocí a una deslenguada yasuki cangrejo que ha despertado cierta simpatía en mi, y por lo que aprece yo tambien le soy de su agrado... Espero que benten me otorgo su bendicion con un poco de ayuda de mis bellas palabras y porque no decirle, ojala daikoku tambien haga acto de presencia en nuestra unión.
Pues aunque disfrute de una economia generosa, esta ciudad está infectada de delicuentes y he perdido uno de mis palanquines, junto a sus hombres vilmente asesinados. Ojalá los culpables paguen 100 veces por ellos.
Por otro lado, el joven bayushi hideo ha contratado mis servicios, y aunque espero que nunca llegue ese momento, tengo la sensacion que espera de mi algo mas de lo que estoy dispuesto a darle, y entre esas cosas no incluyo mi honor...
Hotaruyokimune
En los últimos días han sucedido varias cosas inquietantes que me han obligado a apartarme de estas páginas. Ahora, con más calma vuelvo a ellas. Anoche he matado a mi primer enemigo en el combate, el magistrado, un oficial de la guardia de la ciudad, una mantis y yo caímos en una trampa oscura persiguiendo a un ninja. Nunca en mi vida había pasado tanto miedo. Realmente, no sabía lo que era el miedo hasta ayer. La verdad que soy profano en todo tipo de asuntos de sugenjas, pero lo de ayer era eralmente extraño. A veces veíamos como un monstruo-sombra y otras no, y al final desapareció y en su lugar había un hombre encorvado vestido de negro a quien asesté una única cuchillada mortal... Aún estoy intentando comprender lo sucedido y reponerme del susto.
En otro orden de cosas, he de admitir que el gobierno no es algo fácil, incluso el gobierno civil de un pequeño pueblo. Pues se hace difícil reconstruir el asentamiento, seriamente dañado tras la guerra y mucho menos viendo los pocos aldeanos que quedaron... A veces estoy tentado de mandar ejecutar a quienes desertaron dejando a sus iguales en esa miseria y fueron a la ciudad, pero he comprendido que he de ser indulgente... Mucho más lo he comprendido tras el miedo que he pasado en esa trampa. Al menos yo era un samurai y pude de un modo u otro sobreponerme a ese miedo; pero ellos son gente vil, y son incapaces de ello.
El Magistrado ha accedido a mi petición y ha nombrado un Yoriki escorpión para mi pueblo. Mejor, eso me da una cierta tranquilidad y una seguridad, siento que estaré con alguien que habla mi mismo idioma y no con una mantis andrajosa, que según se cuenta anda yendo de cama en cama... En fin, clanes menores, ¿Qué se peude esperar? Dale un barco y una espada a un campesino y tienes un mantis... o algo semejante. Como decía el Magistrado se ha portado bien, y creo que no le haré más peticiones en un cierto tiempo, por otra parte sé que estoy en deuda con él y estoy dispuesto a ayudarle. Es una persona hábil y siempre conviene tener a mano a un sugenja cuando se lo necesita, como he comprobado el otro día con el ninja y la trampa... creo que podemos hacer un buen equipo mientras que estemos en nuestros respectivos cargos.
Otro tema que me inquieta es la Consejera, ha querido proporcionarme una guardia de su clan... y francamente, prefiero no deber favores a nadie, o al menos ningún favor que yo no haya pedido. Le he perdido al samurai Torazo que designe alguno de los hombres de la ciudad a mi disposición. A fin de cuentas, soy un magistrado por orden del consejo de la ciudad y es un ejército relativamente leal tras la exitosa purga en la que hemos participado... Mientras no pueda tener una guardia escorpión, me quedaré con la de la ciudad, es lo más neutral que se ve por aquí... Quizás debiese empezar a usar mi taza, como el nuevo yoriki... Nunca se sabe.
Asturies nun ye España nin lo otro tierres conquistaes. Asturies ye un vieyu país y facémoslu adulces...
No juzgueis a un hombre por el señor al que sirve, sino por el conjunto de sus enemigos.
El Tao de Shinsei
He comenzado con mis labores de magistrado. Lo primero que he hecho ha sido reclutar a mis yoriki, pues un magistrado necesita ayudantes. Puse un anuncio pidiendo aspirantes al puesto, ya que ningun politico se ha interesado por el puesto para devolver favores que debiera. Quince individuos se presentaron al puesto, de los cuales destaque a unos pocos tras una prueba escrita y una entrevista. El primero que me sorprendió fue Anchote, un individuo que hace que hasta el mas grande sumotori parezca pequeño. Aunque eso si, su intelecto era bastante escaso. No le di el puesto de yoriki, pero le converti en uno de los hombres del magistrado. Sin duda, su portentoso fisico nos puede ser util en alguna ocasión. Otro que llamó mi atencion fue Lee. Un joven muchacho, experto en artes marciales, al que puse en nomina con el mismo contrato que a torazo. Otro de los que se presento fue Kakita Toshimo, un espadachin Grulla con una habilidad mas que notable. Pero me parecio que encajaba poco en el puesto. Me hubiese gustado no molestarle con mi decisión, pero los Grulla son demasiado altivos para su propio bien. Tambien desheche a Matsu Hitomi, una guerrera francamente impresionante. Trabajo en la Guardia Imperial, ademas de en los ejercitos León. Me sentí muy tentado a contratarla para que se ocupase del pueblo leñador, pero finalmente la rechacé porque me advirtió que ella era ferozmente estricta con el cumplimiento de la ley. Me parece que un magistrado o yoriki debe aprender a ser indulgente en determinadas situaciones, ademas de que la compasión es una virtud del Bushido. Tambien rechacé a un jven samurai del clan de la Liebre, quien creo que levantó el interes de Tsuruchi Kai. Finalmente, destaqué a Shosuro Abunai, que habia trabajado en la oficina de los magistrados de Ryoko Owari Toshi, algo mas que notable. Tambien me impresionó una joven muchacha, de aspecto estrafalario que, aun habiendo fallado en la prueba escrita, me convenció por su conocimiento de la ciudad. Por último, contraté a Mushashi, un ronin muy serio y estricto, que me dio muestras de poder confiar en él. Parece ser un hombre muy habilidoso con la espada, ademas de conocer la ciudad. Destaqué a Abunai-san al pueblo leñador, haciendo que el gobernador de alli me deba un favor. Tambien cabe destacar que Tsuruchi Kai estuvo interesada en el puesto, pero que sus obligaciones para con su clan no le permitian trabajar para mi. Una lastima. La fama de los Tsuruchi como magistrados y cazarecompensas es de sobra conocida, ademas que siempre es agradable tratar con una mujer de sus talentos.
En otro orden de cosas, recibí una carta de Shiro Shiba, atendiendo a mi peticion de un yojimbo. Debo concertar una entrevista con él, que ahora trabaja en la guardia de la ciudad.
Ocurrió que, en ese dia, un general de la Guardia Imperial y consejero del propio Emperador, apareció por la ciudad. Al parecer, necesita tropas para acudir al frente sur, pero la impresión que me dió fue la de que no era para la campaña de Dangai. Le note sorprendido cuando se enteró de que el templo de Dangai necesitase ayuda militar. El caso es que, por supuesto, se reunió la corte. A veces pienso que la política es tan tediosa...
Acudí a la corte, ya que habia recibido una invitación de Métrica. Cuando conversé con ella, me mostró las posibles candidatas que habia reunido para mi. Sin duda, todas ellas serian grandes esposas, pero me decanté por Miya Yoko, escriba del gobernador.Métrica me advirtió de que probablemente seria dificil arreglar el matrimonio, pero insistí.
Esa misma noche, mientras paseaba por los jardines en compañia de Bayushi Hideo, Tsuruchi Kai y Torazo, vi una silueta misteriosa por los tejados. Se lo señalé a mis amigos. Perseguimos al supuesto "ninja" hasta la ciudad. Me defraudó la lamentable forma física de la Mantis y del Escorpión, pero Torazo demostró por que comienza a ser una leyenda local. En la ciudad, el ninja nos llevó hasta una casa de piedra. Me refiero a él en masculino porque no pude asegurar su genero, pero en determinadas ocasiones me parecio ver formas de mujer debajo del kimono. Dentro, nos señaló una trampilla secreta y desapareció. Entramos por la trampilla hasta una catacumba bastante antigua, que desembocaba en una macabra sala. En ella, una mujer asesinada descansaba desnuda y rapada en el centro de unos intrincados simbolos rituales. Sin duda, puede ser maho. La sala desembocaba en otra puerta, de la que surgia un susurro. En un determinaod momento, la antorcha se apagó. Para cuando volvi a encenderla, una losa de obsidiana habia bloqueado la salida, y de la puerta misteriosa surgia una sombra impenetrable. Por supuesto, habia corrupción sombria en la estancia. De pronto, la sombra comenzó a solidificarse y a tomar forma de humanoide. Un escalofrio me recorrió, pero me repuse sin dificultad. Parece que mis compañeros no fueron tan valientes, y se quedaron paralizados por el miedo. Invoqué un bo de agua, y comence a atacar. Parecia que mis ataques era inutiles, pues la criatura no paraba de crecer. Despues de un rato de combate, y de un par de profundas heridas, logre ver lo que pasaba. Allí no había ningun oni, sino que se trataba de una ilusión. Un extraño y enclenque hombrecillo dirigía al "oni" mientras nos cortaba con un tanto. Ridiculo. Mi bo de agua le derroto, y Bayushi Hideo tuvo el coraje suficiente para rematar a un anciano caido. Todo un parangón como samurai. Tras investigar el lugar, descubrí que este individuo realizó todos estos crimenes siguiendo unos documentos que sobrevivieron a la purga de Portavoces de Sangre de la ciudad. Fue una lastima que los documentos no estuviesen en la mazmorra, pues aun pueden hacer mucho daño, y seguimos sin saber la naturaleza de estos crimenes.
La conclusión que saqué de todo esto, al igual que Torazo, es que el "ninja" podria ser nuestro aliado en la sombra. De hecho, mi investigación ha observado que actuan en la ciudad dos grupos de ninjas. Los ninjas enmascarados son los que claramente indico como criminales, pero los ninja encapuchados solo han atacado a miembros de bandas, y ahora nos muestran a este criminal. ¿Quien puede andar detras de este grupo de ninjas?
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
En los últimos días no han sucedido cosas dignas de mención. Quizás la sola excepción sea la necesidad imperiosa en la que me veo de hacer regalos a diestro y siniestro a causa de la inminente corte que se va a celebrar. He querido tener un buen detalle con el Magistrado, un hombre que aparenta ser leal, aunque algo fanfarrón y pretencioso; espero que el libro que le he comprado contribuya a su buena dirección en la vida y en el cargo, que me es más importante.
En lo referente a mi consejera, es un asunto que me preocupa. Coarta mi libertad y mi acción, pero de aquí a poco creo que podría desembarazarme de ella de una forma u otra; por el momento le haré un regalo que no pueda más que llevarla a interpretar que sus ansias por inmiscuirse en los asuntos ajenos no deben sino refrenarse... o desaparecer. Aunque quizás me pueda ser útil en la gestión de mi nuevo cargo: El Pueblo de Leñadores inmundo del que me han nombrado gobernador y del que me he propuesto, como cuestión personal, hacer de él el más hermoso de los pueblos y próspero... En los próximos días hablaré con la Madame de algún burdel o similar y quizás podamos llegar a un acuerdo comercial para ella establecer y conjuntamente gestionar algún negocio de esta índole en el pueblo... Está claro que los hombres necesitan aliviar sus vientres tras un largo día de trabajo, y un gobernador diligente como yo aspiro a ser no puede ignorar esta necesidad... y si de ella obtuviésemos dividendos que permitan mejorar este pueblo, y a quien humildemente lo sirve, no estaríamos haciendo sino de la necesidad virtud...
Y ser virtuoso es algo improtante en esta vida
Asturies nun ye España nin lo otro tierres conquistaes. Asturies ye un vieyu país y facémoslu adulces...
No digáis que el honor es hijo de la temeridad
Ni creáis que la muerte por sí sola puede pagar su precio:
No es a una única acción a la que se debe el honor
Sino a la vida que lo abraza.
Dama Doji.
El día comenzó con un incendio. Unas casas se habían incendiado en el coto. No me extraña, dada la perversa vida nocturna que se da en ese lugar (casas de apuestas, prostitución, venta de opio). Por supuesto tuve que dedicar parte de mi tiempo como magistrado. Mis hombres y yo descubrimos que el incendio había sido provocado, aunque no sabemos ni por qué ni por quién.
Mas adelante, me preparé para el festival de Daikoku. Puede que esto parezca banal a cualquiera que lea este diario, pero he de recordar que soy un shugenja, y las ceremonias dedicadas a las Fortunas tienen mucha importancia para mí. Como es tradicional en este tipo de celebraciones, la veneración a Daikoku está acompañada de la compra de regalos para los seres queridos. Aunque mi economía no es todo lo buena que esperaría, he pensado en unos cuantos regalos que hacer. Para Torazo, sabiendo de su posición en la guardia de la ciudad y de sus aspiraciones, le he comprado Liderazgo, de Akodo. Espero que le ayude a encontrar su destino. Para Ro-san he comprado el Tao de Shinsei. Ya se que puede ser visto como un insulto a su persona, pero seguro que puede sacar algo útil de sus enseñanzas. Además, sabiendo de su evidente pasado en el clan del León, estoy casi convencido de que no lo ha leído. Para Bayushi Hideo he pensado en acercarle a las Fortunas, y no hay ninguna que le vaya a favorecer más que Kachiko. He encargado una pequeña capilla en su honor para él. Para Arima, ese ronin alocado, he comprado un grillo de la suerte. No es que crea en estas tonterías, pero sin duda es algo gracioso para él.
Por la noche, he asistido a la celebración del festival. Sin duda ha sido un fantástico espectáculo de fuegos artificiales.
PD: Este es el diario por la penultima sesión. En cuanto pueda haré el de la última sesión. Si me olvido algo, por favor recordadmelo.
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
No veo más de lo que ves tú, pero tú miras de forma errónea.
Togashi
El día comienza con una carta anónima. La ha traído una ronin al cuartel de la guardia de la ciudad (donde el “bondadoso” canciller ha tenido a bien alojarme) durante el desayuno. La carta decía que podríamos encontrar a los quince impuros en el octavo árbol del bosque leñador. Por supuesto, genero muchas preguntas. Torazo y yo fuimos a preguntar a la mujer. No lo había escrito ella. Se lo había entregado un encapuchado en el mercado, y a cambio de unos koku la trajo hasta nosotros. Aunque si pudo aportar que debía ser un samurai entrenado en el arte de la espada.
Como no, reuní a unos hombres para ir a investigar e asunto (dado que el pueblo leñador es mi responsabilidad). Partimos Anchote, Asahina Shiroi, Arima y yo. Llegamos al pueblo leñador en un tiempo record. Allí me reuní con Bayushi Hideo y su hermosa consejera Hantei. Bayushi Hideo es un hombre extraño, a veces brillante e inteligente, otras veces perezoso y malcriado. Esta mañana dominaba su segunda faceta. Tarde un rato en convencerle de que pusiese a mi disposición unos hombres. También su consejera aporto algunos soldados Hantei, dejando un poco en evidencia al que considero mi amigo. Me reuní luego con Shosuro Abunai, mi yoriki en el pueblo.
Nos pusimos en la búsqueda, y tras unas horas, llegamos hasta el “octavo árbol del pueblo leñador” (que era el octavo árbol desde la ciudad). En una gran fosa tapada por unas ramas y hojas, descansaban quince cuerpos. Por su aspecto, parecían campesinos, asesinados del mismo modo: un arma perforó su nuca. La comunión con los kami de tierra de la zona dio a relucir que les habían hecho cavar el agujero a ellos mismos, para después asesinarlos. Las palas estaban debajo de los cuerpos. Avisamos a los eta para que recogieran los cadáveres, y volvimos a la ciudad. Bayushi Hideo nos acompañó, ya que debía resolver algunos asuntos.
En la entrada de la ciudad, nos encontramos una enorme aglomeración. Cuando llegamos a la puerta, descubrí que una caravana de comercio Yasuki estaba bloqueando el paso. Torazo no tardó en acudir. El mercader, insufrible, no tardo en sacarme de mis casillas. El muy impertinente pedía que gastase mi tiempo en protegerle, pues tenía miedo de un ataque. No me hubiese molestado tanto de no haber sido porque, hacia solo unos minutos, acabábamos de sacar a quince personas muertas de un agujero en el suelo. ¿¡Como puede un samurai humillarse tanto por unos míseros koku!? Por fortuna, Torazo se ofreció a acompañarlo hasta el pueblo leñador. Yo me fui a mi oficina, a hacer papeleo.
Unas horas después, Torazo vino a buscarme. Al parecer, en su viaje hasta el pueblo leñador con el mercader Yasuki, vieron como un jinete huía. Era perseguido por otros jinetes. Todos acabaron muertos. Cuando registraron los cuerpos en busca de una explicación, encontraron unos papeles. Venia escrito lo siguiente: (Textos 1, 2 y 3). Por supuesto, carecía de sentido para mi. Intrigado, acompañe a Torazo hasta la escena del crimen.
Una vez allí, con Asahina Shiroi y Arima, comencé a investigar. Ro también apareció, ayudándome con la investigación. El rastro de los jinetes nos llevo hasta una cabaña. Había un corcel atado a la puerta. Entramos en ella, pero no vimos nada. Entonces, El corcel huyó. No había nadie en él. Torazo fue a buscarlo. Entonces, Torazo nos alerto de que sobre el tejado de la cabaña había un “Ninja”.
Con un poco de esfuerzo logramos derrotarlo. Hay que decir que la definición que hizo Torazo de él es correcta, pues sus habilidades solo eran dignas de un ninja. Pero por supuesto, no vestía como tal. Lo registramos, pero no encontramos nada importante en él (si se puede considerar poco curioso a que luchase con dos kusarigama). En cambio, en la cabaña, escondido en un agujero secreto en una viga de madera, encontramos el siguiente texto (Texto 4).
Los allí presentes nos quedamos anonadados. ¡No cabía ninguna duda de que estábamos sometidos a vigilancia a un nivel que ni podemos imaginar! Rápidamente nos pusimos a analizar el resto de textos, pero no logramos más de lo que habíamos logrado ya, pues tratan de muchas personas, y los tres primeros pergaminos hacen referencia a situaciones muy amplias y ambiguas. Con cierta decepción, y con la percepción alerta a causa de la paranoia, decidimos volver a la ciudad.
Mientras nos acercábamos al cuartel para comer, nos encontramos a Kuraiko y a Mushashi, que acababan de detener a un ladrón que había apuñalado a un campesino. Me quede un poco retrasado para solucionar esto (íbamos a ir a comer al cuartel). Cuando registramos el cuerpo del muerto, descubrimos que portaba esta nota: (Texto 5).
¿Qué significan estos textos? ¿Quién vigila la vida en la ciudad? Las implicaciones de esta conspiración parecen ser enormes. Aun queda mucho por estudiar y por entender, pero por lo menos hemos empezado a conocer la verdad. La importancia de esta investigación me hace no poder fiarme de nadie, mas de quien conozco. Me siento tentado a mantener en secreto la investigación hasta que sepa de quien puedo fiarme y de quien no.
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
La tarde transcurrió sin más incidentes. Cuando me dispuse a dormir, descubrí que me costaba mucho conciliar el sueño. Mi mente seguía pensando en la conspiración que nos amenazaba. Cuando me dormí por puro agotamiento, tuve un sueño de lo más peculiar: Me encontraba en un paisaje onírico, yo solo. Vagaba por el. Entonces, oía un grito estremecedor, y todo se volvía blanco. Esto se repitió varias veces. Los gritos eran tanto de hombre como de mujer. Me desperté entre sudores fríos, alterado, pero finalmente me volví a dormir, sin sueños esta vez.
A la mañana siguiente, un tanto cansado, y tras realizar todos mis rituales matutinos, fui a los juzgados. Tenía una carta de Doji Shaya, pidiéndome una escolta para venir hasta la ciudad con otros miembros del consejo. Mas tarde me enteré de que Ro también la había recibido, por lo que ambos iríamos a buscarles. Tras esto, me puse a trabajar. Tras un rato de informes, Kuraiko me informó de que un grupo de ronin estaba buscando unos correos extraviados por la ciudad. Rápidamente pensé que podrían tratarse de los mensajes que interceptamos, y Kuraiko y yo fuimos a buscar a los ronin.
Tras un rato les encontramos. Por supuesto, ellos no sabían nada. Un individuo encapuchado les había contratado para buscar unos correos que habían muerto, y tras pagarles generosamente, ellos iban preguntando por la ciudad. Por supuesto, les informé de que estaban colaborando con una organización criminal. Les propuse colaborar conmigo para localizar a su misterioso contratado. Solo aceptaron cuando les ofrecí el mismo dinero que les había ofrecido él. ¡Viles ratas! ¡No me extraña que sean ronin! Su honor no vale nada, pues hasta el Tao de Shinsei les condena en este pasaje:
Cuando el mundo esta en posesión del Tao, los corceles son llevados para fertilizar los campos con sus excrementos.
Cuando el mundo se queda sin Tao, los caballos de guerra se alimentan en los arrabales.
No hay mayor calamidad que no saber cuando es suficiente.
No hay mayor defecto que la codicia.
Solo quien sabe cuándo es suficiente tendrá siempre bastante.
El caso es que tras tratar con los ronin, fui a ver a Ro, Torazo y Arima. Les localicé en el cuartel de la guardia. Hablamos sobre la conspiración, y les propuse ponerla en común con Bayushi Ayame. Algunos fueron reticentes, pero finalmente accedieron. Los cuatro fuimos hasta la embajada Escorpión. Bayushi Ayame no tardó en recibirnos. Cuando le contamos nuestros hallazgos quedó sorprendida. Nos dio su apoyo en la investigación, y nosotros le advertimos que fuese cautelosa, y que vigilase a quien se lo contaba.
Tras eso, recibimos un aviso de un incendio. En el puerto se había incendiado un almacén. Parece que era un almacén de sake, aunque su dueño tenía una falta de memoria grave, y no sabía confirmar de quien era la mercancía ni qué era. Ignorando esto, hablé con el fuego. Al parecer, un tipo calvo y con tatuajes llamado Koka había lanzado una flecha contra el almacén. En un primer momento pensé que se trataba de una guerra de bandas criminales, por lo que fui al Almacén, el local de la banda del Mercado.
La verdad es que fue una estupidez, pues no saqué nada en claro. Mi padre se hubiese sentido avergonzado de mí si hubiese visto este pobre movimiento en una investigación. Haze, el jefe de esa banda, fue amable pero esquivo (como no). Pero algo saqué en claro de todo ello, y es que Ro conoce y trata con Haze. Parece que no es tan honorable como pinta.
Frustrado, salí de allí. Volví a mis quehaceres, pero un rato después, un guardia Shiba me pidió que le acompañase a la embajada Fénix. Cuando llegué, Shiba Sosuke, Asako Kudoka y Asako Tetsu me estaban esperando. También había un campesino y un samurai León.
El campesino y el León contaron que habían encontrado a toda una comitiva Fénix muerta en la frontera de la provincia. Shiba Sosuke y yo fuimos hasta allí, con unos hombres mas, guiados por el campesino. Cuando llegamos, los cuerpos de veinte Fénix estaban muertos en la cabaña. Era terrible. Me sentí furioso. Quería destruir a los responsables, quería bañarme con su sangre. Pero en seguida me repuse. Se esperaba de mí que averiguase quien había hecho esto.
Observé que todos habían muerto de forma violenta, con duros cortes en zonas vitales. Eran quince soldados Shiba, dos cortesanos Asako y tres shugenjas Isawa. Reconocí que uno de ellos era un famoso magistrado Isawa. Busqué sus pergaminos, pero no estaban. Comencé con las invocaciones. La Tierra de delante de la puerta de la cabaña me dijo que habían sido ocho los asesinos. Por su descripción, cinco guerreros y tres shugenjas. Cuando comulgué con los elementos de dentro de la cabaña noté algo raro. Habían sido manipulados con el hechizo de Desterrar. Aferrándome a mi última esperanza, preparé la cocina para invocar al Fuego. Confiaba en que el espíritu que normalmente habitaba en esta cocina supiese volver a su hogar. Entre las cenizas, encontré uno de esos papeles rugosos, amarillos por un lado y negros por el otro. Lo aparté para invocar al Fuego. Entonces, un fogonazo me dio en la cara. Un poco aturdido, y con cierto estupor, comprendí que habían preparado una trampa. Pimienta gaijin. Por cierto, el Fuego no había visto nada.
Parece que los asesinos eran astutos y hábiles. Tendría que esforzarme más para lograr vencerles.
Sin nada más que hacer, Sosuke y yo volvimos a la ciudad, apesadumbrados. Le dije que quería reunirme con los demás Fénix, así que fuimos hacia la embajada de mi clan. Pero cuando entramos en la ciudad, vi un terrible humo saliendo de la zona de los templos. Me desvíe de mi ruta un momento, y pedí a Sosuke que fuese reuniendo a Kudoka y a Tetsu.
En el templo me encontré con Torazo, Arima y Ro. La banda del Mercado estaba apagando el fuego. Comulgué con un kami de fuego de allí. Me contó que Koka lo había depositado allí. ¡Koka! ¡Así que era un pirómano! Mandé a uno de mis yoriki que pidiese una orden de arresto contra Koka, y me fui a la embajada.
Allí me encontré con mis compañeros. Les conté que creía prudente mandar un emisario a Kyuden Isawa, contando lo sucedido. Los Fénix que venían eran importantes, y debían de traer un mensaje. Ya que no ha llegado hasta nosotros, deberíamos ir nosotros hasta él. Parecieron conformes con la idea, pero Sosuke se sentía incomodo arriesgando así nuestras vidas, siendo su deber protegernos. Dada la importancia del asunto, y visto el peligro que corremos los Fénix en los viajes por esta provincia, pensamos en pedírselo a alguien de otro clan, como un favor.
¿Las dos comitivas Fénix asesinadas habrán acabado a manos de los mismos asesinos? ¿Estará detrás el grupo conspiratorio que nos amenaza? Estas son las preguntas que me atormentan hoy, y a las que por desgracia no tengo respuesta.
PD: Hoy hasta con cita del Tao. Esque cada dia lo peto mas.
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
Cualquier hombre puede estar preparado para matar.
Un samurai está preparado para morir.
Akodo Toturi.
Al día siguiente partimos hasta la fortaleza Ro, Torazo, Shiroi y yo. Ro había mandado ya dos guntai hacia allí, así que partimos solos. El caso es que fue una mala idea, pues a mitad de camino, ocho jinetes cargaron contra nosotros. Eran ronin, pero bien equipados. Combatimos contra ellos. Torazo y yo luchamos espalda contra espalda, pero estuvimos a punto de caer, debido en gran medida a mi ineptitud en combate. Debería mejorar. Ro y Shiroi quedaron gravemente heridos, y yo me esmeré en sanarles lo mejor que pude. Y si nos salvamos de morir a sus manos, fue porque una unidad de la guardia los hizo huir. De todas formas, su comportamiento era extraño, pues registraron a Ro una vez había caído, y luego le dieron un golpe de gracia. Pero él sobrevivió. Parece que el destino tiene otros planes para él.
Una vez en la ciudad, fuimos a cambiarnos de ropa. La nuestra estaba rota y manchada con sangre. Le pedí a Asako (algo) que me prestase un kimono nuevo. Tendré que devolvérselo. Tambien hablé con él el asunto de nuestros hermanos fallecidos. Pareció conforme con la idea de mandar a un emisario de otro clan a Kyuden Isawa.
Por fin nos reunimos con los cortesanos. Doji Shaya encabezaba la comitiva. Ciertamente es una de las mujeres más hermosas que he visto jamás. Una beldad absoluta. También estaban Akodo Kakashi, Bayushi Ayame, Asako Tetsu, Asako (algo), Miya Yoko y Métrica. Comenzamos nuestro viaje. Yo fui a hablar con Akodo Kakashi. Le dejé entender que los Fénix necesitábamos el favor de enviar a un emisario a Kyuden Isawa, pero o no lo entendió a la primera, o quería que se lo tuviese que pedir directamente, casi como una súplica. Tras esto, seguimos hablando de banalidades. Intenté evadirme de él para hablar con Métrica. Ella iba con Miya Yoko. Miya Yoko es la mujer por la que me interesé en contraer matrimonio. Mientras hablaba con Kakashi, yo miraba discretamente a Yoko. Ciertamente era una mujer hermosa. No era una belleza abrumadora, pero sin duda tiene su encanto. Me pareció ideal para mi
Llegamos a la ciudad, hasta el distrito de los templos. Me gustó que los cortesanos se sintieran tan devotos. Pero al llegar allí nos encontramos con tres nuevas construcciones. La primera la había mandado construir el canciller en honor a Ebisu. El edificio era de un llamativo color rojo, para que no olvidásemos quien lo había pagado. La segunda construcción era un mural construido por los Grulla, donde destacaba la magnificencia de la ciudad, obtenida gracias a su sabio gobierno. Me hubiese sentido un tanto ofendido por construir tamaña manipulación política en el distrito de los templos si no hubiese sido por la tercera construcción. Se trataba de una serie de capillas dedicadas a las Siete Fortunas. Estaban situadas en forma de U, y en el centro, descansaba sobre un elevado una enorme estatua de tres metros de Hantei Kotaro. La obscena estatua era más grande que las propias capillas de las Fortunas. ¿¡Es que estos ronin usurpadores no tienen ni el más mínimo sentido del decoro!? ¡Se atreven hasta a blasfemar poniendo al gordo de su líder por encima de las Siete Fortunas!
Por si la estatua no fuese demasiada ofensa, el propio Hantei Kotaro se atrevió a aparecer por allí. En ese momento, yo me lancé en una mordaz crítica sobre el asunto. El respondió con evasivas dignas de un ego como el suyo. No creo que volvamos a ser amigos. También me sorprendió que nadie más de la corte se sintiese indignado como yo. Quizá fui un tanto impetuoso, pero aun así podrían haberme dado alguna muestra de apoyo.
Finalmente, los cortesanos decidieron acudir al pueblo leñador, pues habían oído maravillas de él. Esto me sorprendió tanto como a Ro, a quien su rostro traicionaba casi tanto como el mío. Partimos hacia el pequeño pueblito. Durante el camino, mientras yo intentaba acercarme a Métrica, Torazo divisó lo que parecía una escaramuza. Se llevó a cinco hombres con él para investigar.
Me preocupa que el la escaramuza pueda ser una trampa. Y recapacitando sobre los conspiradores, he de mencionar un dato que creo que hemos pasado por alto: los primeros mensajes que encontramos los recogimos de un correo que estaba siendo atacado por otros individuos. ¿Quiénes eran aquellos atacantes? ¿Simples bandidos o alguna otra fuerza enemistada con los conspiradores?
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
Dirario de Torazo.
Hace unos días Ro-Sama recibió una carta con motivo de que una comitiva de la corte gustaría de ver la ciudad y sus dominios. Así pues, se organizó lo necesario para que los cortesanos pudieran viajar sin peligro, mas un gran número de parafernalia y maniobras innecesarias pero que gustan a los nobles.
Ro-Sama y yo nos dirigimos al castillo en busca de los cortesanos. Allí, nos invitaron a vestir unas armaduras mas vistosas que funcionales, no por la protección si no por la incomodidad que supones vestirla. Deslumbrantes, salimos al patio donde encontramos a Doji Shaya y a los demás cortesanos. Tras los formalismos y un rato de interesante conversación, Ro-Sama dio la orden de avanzar.
Mientras yo encabezaba la comitiva junto a nuestros hombres, Ro-Sama jugaba al juego político junto a los cortesanos.
Al llegar a la ciudad, descubrimos que los Hantei, habían erguido una estatua en oro de Hantei Hotaro, rodeado de las 7 fortunas. Esta exaltación me parece absurda, estamos en una ciudad asediada y no tenemos tiempo para estas tonterías, pero en fin, creo que soy de los pocos en la ciudad que lo entiende así. El magistrado Isawa expresó su disgusto ante esta “aberración sacrílega”, que fue como el la describió.
Los grulla también nos esperaban con una sorpresa. Un muro férreo, con grabados de la historia de la ciudad. Otra tontería, pero doy gracias a las fortunas de que los miembros del clan blanquiazul respondieran asi y no atacando a la ciudad.
Todo marchaba bien cuando uno de mis hombres, ya llegando al Pueblo Leñador, me informó de que veía algo en el horizonte. Tras fijarnos mejor, descubrimos una pequeña escaramuza de no mas de 15 miembros. Así, paralicé la comitiva, informé a Ro-Sama y, junto a Harima y otro soldado, marché para poner fin a la contienda.
A medida que me acercaba todo se volvía mas claro, 5 leones luchaban ferozmente contra 10 mantis. También había un palanquín león, cerrado, y los porteadores también se defendían con valor. Me sorprendió como un enorme león se enfrentaba a 3 enemigos y se resolvía bien, aunque la superioridad numérica de los mantis acabo por hacerle caer.
Junto al grito de “Alto en nombre de la Guardia de la Ciudad” nos acercamos y los contendientes cesaron el ataque. Tras una diplomacia delicada, pues hace unos momentos estaban derramando sangre, conseguí que guardaran las armas y me explicaran que ocurría. Del palanquín salió un hombre llamado Matsu Tosi, un diplomático león que alegaba haber sido atacado de improviso por los mantis, y exigía justicia por su hombre caído.
Yoritomo Kuon-O, un mantis que utilizaba katana a diferencia del resto de sus compañeros, dijo que estaba cumpliendo una venganza en nombre de su hermano.
Al verme algo superado en términos de leyes, decidí avisar al magistrado Isawa Hotaru, y derivar el caso a él.
El magistrado decidió posponer el interrogatorio dado que los nobles estaban esperando, asíque me llevé a los mantis conmigo a las oficinas del magistrado en el pueblo, y Harima se encargo de los león.
Al llegar al Pueblo, todo un despliegue de ostentidad esperaba la llegada de los nobles.
Me sentí un poco fuera de lugar cuando llegué junto a los mantis, pero le expliqué la situación a Bayushi Hideo, y pronto fui al castillo que tiene el sobrino del gobernador allí. La pintura roja cubría TODO el castillo, literalmente, y el mon personal de Hideo-Sama lucía grande e imponente en todos sitios.
Tras dejar a los mantis, regresé junto a Bayushi Hideo y sus consejeros a esperar a la comitiva.
Habiendo llegado ya los nobles, el sobrino del gobernador hizo una pequeña visita al Pueblo Leñador, lo cual resultó divertido al ver como reaccionaban los nobles antes las extravagantes “atracciones” que Hideo-Sama tenía preparadas. Una estatua suya en piedra junto a una cita que dictaba: “No tengo miedo del futuro porque estoy preparado para todo” fue lo que mas llamó mi atención.
Tras un rato de palabrería vacía y molestas preguntas, ocurrió el evento mas interesante de la jornada.
Asahina Shiroi fue retado en duelo por Akodo Kakashi por una discusión en la que el león se sintió ofendido. El joven grulla rechaza la violencia, y yo intenté que no se tuviera que comprometer, pero es famosa la tozudez de los leones en términos de honor.
Tuve la oportunidad de disfrutar de un duelo a primera sangre muy interesante entre Akodo Kakashi y el campeón de Asahina Shiroi, Harima, del cual, no conocía su técnica todavía y me sorprendí muy gratamente. No me arrepiento de tenerle como segundo.
Harima se proclamó vencedor, pero el leon insistió en otro duelo, esta vez dirigido al ronin, con el objetivo de limpiar su derrota. Como Harima tiene una promesa de luchar en la Campaña de Dangai, tuve que prohibirle el duelo a muerte que proponía Akodo Kakashi, con lo que realizaron un duelo a primera sangre.
Harima, muy formalmente, se retiró antes de empezar el duelo y nombró vencedor al león.
Por fin, volvimos a la ciudad y los nobles calmaron sus caprichos.
Diario de Torazo:
Agradezco muchísimo a Yamamoto que me permitiera quedarme en el templo pues parece que estas paredes me ayudan a aclararme y me dan fortaleza.
Esta noche, he tenido un sueño que quiero plasmar. Una visión de la que quiero que haya constancia.
Las verdes briznas de hierba ondeaban suavemente cuando el viento las acariciaba.
Fieros guerreros entranaban en las artes del combate, bokken, bo, arco e incluso jiujitsu. Me he visto a mi, con un kimono azul oscuro, y un haori negro. Tenia coleta, estaba afeitado y aseado, pero era yo. En mis ropas, estaban plasmados mi mon, y uno que también, ocupaba los estandartes que estaban en el campamento. Un perro rampante ondeaba al viento.
Un niño se acercó a mi y mientras me llamaba padre…
Es lo que recuerdo, pero creo que es un presagio de las fortunas. Si es así, haré lo posible para complacerlas, aunque creo que aun esta lejos de mis posibiliades….
Tu PutaMors, la nueva gama de productos de la morsa de Tu Puta Mulder."Mira Roger, un alienígena muerto"Chupate esa jeje
DIARIO DE BAYUSHI HIDEO, GOBERNADOR DEL PUEBLO POR LA GRACIA DEL EMPERADOR
Creo que el pueblo que se me ha dado a gobernar comienza a parecerse a lo que yo creía que debía ser un pueblo, pero aún quedan muchos aspectos y muchos detalles por formalizar. Esto no es más que el comienzo de mi gobierno, y voy a demostrarle a todos que lo sé hacer bien y me merezco algo más que el gobierno de estos sucios desharrapados... pero con tranquilidad, humildad ante todo y saber estar... Mi prima me ha importunado hoy, y he decidido ignorarla, creo que esto último debería de ser el recurso inicial de todo gobernador. Quién sabe, quizás algún día escriba un libro.... "El Buen Gobierno, de Hideo", ya me lo estoy imaginando en las bibliotecas de Todo Rokugan...
Como decía, me preocupa el tema de este pueblo, creo que hace falta inculcar a estos campesinos miserables algún tipo de principio impenetrable e impermeable que aguante generaciones, no puede ser que lo único que quede del paso del escorpión en este pueblo sea la estatua de piedra que con tanta envidia miraban hoy los cortesanos.. No, eso es lo más irrelevante de todo. Lo que ha de perdurar es el espíritu de nuestro clan y sus valores, y han de permeabilizar a la sociedad desde el más viejo al más joven. Desgraciadamente, con los viejos no hay nada que hacer, por lo que creo que hay que comenzar la instrucción de los jóvenes...
He decidido crear una escuela para los hijos de los campesinos, que aún son muy jóvenes para trabajar... o incluso después del trabajo estaría bien que recibiesen alguna formación específica... Además, quién sabe, quizás de entre los jóvenes algún chico tenga madera de espía, de agente o de algo más... Lo que está claro es que no puedo depender eternamente de la gracia de los Crisantemo y del favor de mi tío, sobre todo ahora que parece que comenzamos a discrepar... en fin. Tensaré esta situación el mayor tiempo posible hasta que no me quede otra que rectificar... pero la rectificación será un paso más en mi línea... ALgún día se solucionará el tema de esta ciudad, y el emperador dirá de qué clan es... en todo caso no será dle Escorpión, eso lo sabemos ya de antemano; pero de lo que tengo que asegurarme es de que, sea de quien sea esta ciudad dentro de unos meses, el gobernador responda a mi clan y los negocios los controle mi persona o mis allegados. No voy a renunciar a tener ojos, oídos y quién sabe, quizás también manos en estos parajes, así que si alguien cree que el poder del gobernador del pueblo de los leñadores es temporal, estoy dispuesto a demostrarle lo contrario...
Asturies nun ye España nin lo otro tierres conquistaes. Asturies ye un vieyu país y facémoslu adulces...
Si inicias el camino de la venganza, prepárate para cavar dos tumbas.
El Tao de Shinsei.
La comitiva se detuvo por orden de Torazo. Según mi parecer, Torazo esta empezando a tomar muchas mas decisiones que Ro dentro de la guardia de la ciudad. ¿Será que el cargo de líder genera pereza en quien lo ejerce? El caso es que la comitiva paró. Al poco, Torazo mando buscarme. Resulta que un grupo de samurai León de ocho hombres había sido atacado por diez samurais Mantis. Había muerto un León gigantesco y tres Mantis. El líder del grupo de León, que iba en palanquín, se llamaba Matsu Tosi. No aparentaba ser un bushi, sino un cortesano (me chocó mucho que algún Matsu pudiese ser otra cosa diferente a un bushi). Matsu Tosi acusó a los Mantis de asaltarles sin motivo, mientras que Yoritomo Kuoron-O, el líder de los Mantis, lanzaba acusaciones de cobardía y asesinato contra Matsu Tosi y el León muerto. Confiando en que no se matasen por el camino, les emplacé en mis oficinas en el Pueblo Leñador para solucionar su disputa.
La comitiva continuó avanzando hasta el Pueblo Leñador. Allí encontramos a Bayushi Hideo, Hantei Shisuka, y los samuráis del Crisantemo formados para recibir a los cortesanos. Tras saludar al Escorpión, me fui a buscar a Shosuro Abunai, quien ya debía estar con los Mantis. Antes de continuar, decir que el gusto en materia de decoración es NULO. Hideo había pintado su residencia con los colores del Escorpión, y su mon personal ocupaba la mayor parte de la fachada principal del edificio (aunque fachada es muy generoso para referirse a un viejo almacén redecorado). Mas adelante vi la estatua que Hideo había mandado erigir en su honor, otro horror producido por el ego de aquellos que se creen más nobles de lo que son. Aunque al menos no era blasfema.
Hablé con Yoritomo Kuoron-O, y me contó el motivo de esta violencia. Resulta que su hermano se enamoró de una doncella Doji. Coqueteó con ella una temporada, e incluso desafió a su propio padre para casarse con la doncella. El caso es que Matsu Tosi fue quien fomento este desafío. El hermano empezó a caer en desgracia, pero tocó fondo cuando Tosi se casó con su amada, gracias a diversas maniobras políticas. Los amantes siguieron viéndose a escondidas (o eso deduje yo), y Matsu Tosi lo descubrió. El Yoritomo, sintiéndose insultado, desafió a un duelo a primera sangre al Matsu. El León escogió como campeón al gigantesco bushi que murió hoy. El caso es que el Mantis acabó muerto. Yoritomo Kuoron-O pidió permiso a su Campeón para batirse en duelo mortal contra Matsu Tosi. Después acudió al daimio del León, pero este se negó. Desesperado, siguió al cortesano de ciudad en ciudad, supongo que esperando que el famoso orgullo León se viese ofendido en algún momento y aceptase el duelo. El caso es que cuando lo encontró en este camino, lo desafió a un duelo. Supongo que las cosas se tensarían cuando Matsu Tosi lo rechazó.
Cuando Matsu Tosi me contó la historia, el negó haber coaccionado al hermano del Mantis para desafiar a su padre, y dijo que los Mantis habían asaltado a él y a sus hombres en el camino.
Aunque Matsu Tosi pareciese más honorable, me convenció mas la historia de Yoritomo Kuoron-O (se dice que los Fénix nos ponemos siempre del lado de los débiles y de las causas perdidas, además que no soporto las manipulaciones de los cortesanos).
Como no pude solucionarlo correctamente con tan poco tiempo (y con la corte en el pueblo), les pedí que se mantuviesen en sus respectivas embajadas, mientras decidía que hacer. Ciertamente era complicado decantarse por alguna postura, pues si Matsu Tosi rechaza el duelo y su daimio se lo consiente, no hay nada que Yoritomo Kuoron-O pueda hacer, excepto pedir un feudo de sangre, o lo que ha hecho hoy. Debía pensar sobre ello.
Cuando volví con los cortesanos, los rumores sobre los Mantis se habían extendido. Me molesta mucho que se juzgue a los Mantis como un clan inferior, no por ellos (que por cierto, son tan traicioneros como los Unicornio o Escorpión), sino porque ponen en duda la voluntad del bendito Emperador. Cuando uno de los cortesanos me preguntó si los Mantis habían matado a cien León, no pude contenerme y preguntarle si era estúpido. Luego pensé que había sonado con el mismo aire de prepotencia que utiliza mi padre.
Mientras yo arruinaba una carrera política (al menos durante unos meses), Asahina Shiroi mantenía una acalorada discusión con Akodo Kakashi. La cosa degeneró en un duelo a primera sangre. Me sorprendió lo imbéciles que son algunos hombres, a la vez que recordaba que hubo una época hace muchos años en que León y Grulla se odiaban a muerte. Tentado estuve por intervenir, pero Shiroi consiguió que Arima le representase en el duelo. Empecé a ver el desafío con preocupación, pues Arima nunca ha destacado en nada.
Ambos contendientes se pusieron en posición. La tensión se palpaba en el ambiente. He de decir que tan solo he visto otro duelo de iaijutsu en mi vida, también a primera sangre, por lo que no estoy acostumbrado a este tipo de combates. Mi preocupación por Arima iba en aumento. Yo estaba cada vez mas tenso. Pero entonces me fijé en el ronin. ¡Estaba calmado! Su postura no tenía forma. Estaba relajado, con la espada en la mano, sin amenazar a su oponente.
De pronto, Akodo Kakashi fue a atacar. Creo que todos vimos ese movimiento. Lo que no vimos es como Arima se lanzó sobre el León y le cortó en el pecho.
Akodo Kakashi se quedó pálido un instante, la ira ardía en sus ojos. Pero bajó el arma. El resto de los presentes empezaron a elogiar a Arima, pero yo tardé en reaccionar. ¡No podía creerlo!
En el jolgorio, Akodo Kakashi volvió a desafiar a Arima. Decía que no podía vivir con el fracaso. Quería luchar a muerte contra el ronin. Con preocupación, me acerque hasta Bayushi Ayame, y le pedí discretamente que parase esto. Solo podía acabar con el ronin muerto o el León cometiendo seppuku. Ayame me dijo que quería ver como se resolvía. Torazo, viendo lo débil que estaba Arima tras el duelo, intervino y le prohibió luchar. Kakashi le pidió entonces un duelo a primera sangre. Arima acepto, para declararse inferior al Akodo. Todos quedaron contentos, y yo me sorprendí de nuevo de la sabiduría de Bayushi Ayame. Además de hermosa, esta mujer es más inteligente que yo. Me alegro de que no se parezca al idiota de su primo.
Tras esto partimos a la ciudad, donde los cortesanos estarían dos días. Mientras volvíamos, hablé con Métrica sobre el amigo invisible que se iba a realizar por el festival de Daikoku. Le comenté que podía ser interesante regalar a Miya Yoko. Ciertamente podría haber sido mas sutil, pero no se me ocurrió el modo.
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
[...]nos encontrabamos escoltando la carabana de cortesanos hacia el Pueblo Leñador, al que hacia no mucho habia visitado. Claro que en ese entonces mi amigo Escorpión (Bayushi Hideo) no llevaba mucho al cargo del pueblo en cuestión (¿cómo llevará su administración?). Nos encontrabamos de camino al pueblo, cuando el paso nos fue cortado por un disturbio, en medio de la estepa del bosque que debiamos atravesar nos encontramos con una pelea enfrente de una cabaña, de lo que parecia ser Leones contra Mantis. Asi que, cuando Toraso-Sama nos ordeno parar los disturbios todos desenfundaron sus katanas. En mis viajes aprendi que la violencia engendra más violencia y si que decidí que debía resolverse con buenos modos. Claro que tuve que gritar en nombre de Los Capas Rojas que detubieran las ostilidades.
¡Por los Kamis que armadura más incomoda llevaba!, ojalá que mi amada Ayame no me hubiese visto lidiando con aquella vestimenta tan incordiosa. Siguiendo con el cese del disturbio, un anciano León, se asomo por la puerta de la cabaña, nos explicó lo que estaba sucediendio. Parecia ser un tema de venganza. Al oir esa palabra, mi mente trasendió y deje de prestar atensión a lo que decía ese venerable León. ¿Hay algo más absurdo que la venganza? será que nunca he tenido motivos para ello y por eso no la comprendo.
Cuando volví de mi viaje mental, Torazo-sama me ordenó que escoltara en retaguardia al grupo de leones, ya que estos querían encargarse de los restos de su compañero difunto. Así que fui el último en llegar al Pueblo Leñador...y el último en volver a Bayushi Ayame ¡¿Cómo podía ser que fuese más hermosa que una hora antes?! Ah! es verdad, ahora que me había percatado del entorno, noté un cambio en este pueblo. Estaba, aunque lleno de soldados del Ejercito del Crisantemos, un poco más Escorpión de lo que recordaba. Había un centro gubernamental totalmente rojo (allí fue donde dejé a los Leones que escoltaba), había en contrucción nuevas viviendas, y ¡Una estatua del gobernador Bayushi Hideo! Me preguntaba, ¿dónde estaba todo el mundo? ¿Dónde estaban los cortesanos? ¿Ayame?
Fin de la parte 1---------------
No hay nada mas rockero que morirse.
Clonaria a mi esposa por otras 4, para cagarla a palos 4 veces mas.
...Como si el destino jugara conmigo retrasaba aun más mi inminente encuentro con Ayame, hasta que por fin, víctima de mi frenesí platónico me encontré con ella ensima del monte del pueblo...y al resto de la comitiva. No podía aparecer alli sin ninguna escusa, más para contemplar aquella obra maestra de los Kamis. Así que como buen Gunso que soy, ordené a unos cuantos soldados de la Guardia de la Ciudad que me acompañaran a vigilar de cerca a la comitiva. No se cuanto tiempo pasó desde que estuve contemplando a la divinidad hecha persona hasta que un hombre, que con malas formas, me arrebató a los hombres que me ayudaban en salvaguardar la paz alli arriba. Pss! me dió igual, yo me quedé, que es lo que importa, cumpliendo mi deber, costodiar a Ayam....digo a la comitiva.
No sé en que momento, en que estornudé y perdí mi concentración, que ví a mi amigo Asahina Shiroi buscando un campeón que se disputase en un duelo. ¿Qué habría pasado?. Va! no me importaba, si alguien necesita ayuda, ya sea un campesino o sea el mismisimo Emperador, yo tengo que ayudar al que pide socorro, al debil. No sabía contra quién era el duelo, pero tampoco importaba mucho ¿no?. Así que me ofercí como campeón, si era de su agrado aceptarme. Aunque creí notar ciertas dudas de parte de Shiroi, y cierto pesimismo (¿quién sería mi oponente?) que debieron ser fruto de los nervios. Cuando derepente ví a quien me enfrentaba: no era otro sino el mismisimo Akodo Kakashi. ¿Qué diablos había hecho Shiroi para ofenderle? (era obvio que se había sentido ofendido el León).
Y si que ahi estaba yo, enfrente de un samurai más veterano, con más experiencia y, los Kamis no lo quieran, más rápido. Cuando adquirí la postura que me había enseñado me viejo maestro Mirumoto Asaba. Cuando me dí cuenta de una cosa (más tarde me iba a dar cuenta de otra) y es que la endemoniada armadura era muy molesta. Me concentré lo más que pude, hasta que que lo ví. ¡Ví su punto debil!, solo quedaba esperar a que me intentase golpear. Fue cuando me dí cuenta de la segunda cosa: ¡probablemente Ayame me estuviese mirando en aquellos momentos! y fue ahi cuando mi nervios me jugaron una mala pasada, pero recobre la concentración al instante.
Él golpeo primero, fue muy rápido y muy habil, pero yo llegué antes al encuentro de su golpe, con mi mano derecha atravesé sus ropas y le herí en su pecho. Cuando termino el duelo y mire a las personas de mi alrededor (no buscaba a nadie en particular...) ví en sus rostros que debía ser el primer combate de Iajustsu que veia, puesto que parecian extrañamente sorprendidos. Kakashi-sama se disculpó con Shiroi y yo me disponía a hablar con Ayame cuando....el Akodo vino hacia mí y me volvió a desafiar. ¿Quién en su sano juicio quiere perder dos veces seguidas? Además este combate lo quería a muerte. Yo ya había derramado suficiente sangre hoy pero no sabía como rechazar este duelo sin ofenderle. Hasta que vino Torazo al verme en aprietos y dijo al León de que yo tenía un juramento que debía cumplir. Esto llevo a Kakashi-sama a cambiar de postura y ofrecerme un duelo a primera sangre. Lo acepté.
Al momento de ponerme en posición, comprendí al ver mi katana, que ya había sido suficiente por hoy, no es mi costumbre tanta violencia innecesaria, y si que me erguí y le declaré más fuerte que yo, asi limpió su honor. Cuando me voltié vi a las personas mas contentas de lo normal. Pero allí estaba Ayame, tan blanca como la nieve, tan pura y sus ojos que estaban clavados en mi.
Sé que nunca la podré tener, por mi condición, probablemente, si supiera quien era yo en realidad, mi oportunidades podrian aumentar...
Diario del samurai ahora conocido como Arima
No hay nada mas rockero que morirse.
Clonaria a mi esposa por otras 4, para cagarla a palos 4 veces mas.
Importancia Política: representa el nivel de influencia sobre los gobernantes de la población que reside en el lugar. El valor se comprende entre 1-10, siendo 1 escaso o nada y 10 la influencia plena de la Corte.
Importancia Económica: representa el nivel de valor productivo y comercial para el conjunto de la ciudad. El valor se comprende entre 0-10, siendo 0 nada y 10 una gran importancia para la subsistencia de la ciudad.
Nivel de Riqueza: representa como de rico es la población que reside en el lugar. El valor se comprende entre 1-10, siendo 1 muy pobres y 10 unas grandes fortunas.
Hampa: representa el nivel de crimanilidad e inseguridad. El valor se comprende entre 0-10, siendo 0 un lugar sin el mínimo ratero y 10 lugar controlado por las más mortíferas bandas organizadas y bien preparadas.
Nivel de Corrupción: representa el nivel de corrupción de las autoridades locales y de los residentes. El valor se comprende entre 1-10, siendo 1 un lugar prácticamente sin corrupción y 10 lugar donde con unos kokus puedes lograrlo todo.
Nivel Relativo de Seguridad: representa el nivel relativo de seguridad en las autoridades locales por parte de los residentes. El valor se comprende entre 1-10, siendo 1 un lugar donde los residentes temen andar por la calle y 10 un lugar tan seguro como la sala del trono.
Limite de Paz Social: representa el nivel mínimo que debe tener un distrito/barrio para que no se desencadenen revueltas o insurrecciones. El valor se comprende entre 1-10, si el nivel de inestabilidad es superior al limite de paz social se desencadenara una revuelta y si es el doble una insurrección.
Nivel de Inestabilidad: es el resultado de la diferencia entre Ampa+ Nivel de Corrupción- Nivel Relativo de Seguridad +/- modificadores.
Limite de Paz Social de la Ciudad: representa el nivel mínimo que debe tener la Ciudad para que no se desencadenen revueltas o insurrecciones. El valor es la mitad de la suma del Limite de Paz Social de todos los distrito/barrio. Si el nivel de inestabilidad es superior al limite de paz social se desencadenara una insurrección y si lo dobla una revolución violenta.
Nivel de Inestabilidad de la Ciudad: es el resultado de la diferencia entre Ampa total+ Nivel de Corrupción total- Nivel Relativo de Seguridad total +/- modificadores.
Distrito/barrio: Importancia Política Importancia Económica Nivel de Riqueza Hampa Nivel de Corrupción Nivel Relativo de Seguridad Limite de Paz Social Notas:
Distritos y barrios
Distrito/barrio: Barrio Norte Importancia Política 5 Importancia Económica 6 Nivel de Riqueza 6 Hampa 2 4 Nivel de Corrupción 3 5 Nivel Relativo de Seguridad 6 4 Limite de Paz Social 6 Notas: Ninjas con mascara incrementa el hampa 2.
Distrito/barrio: Barrio Noble Alto Importancia Política 7 Importancia Económica 2 Nivel de Riqueza 8 Hampa 2 Nivel de Corrupción 2 Nivel Relativo de Seguridad 5 8 Limite de Paz Social 4 Notas: 2 Guntai y un magistrado Crisantemo.
Importancia Política 7 Importancia Económica 3 Nivel de Riqueza 7 Hampa 3 Nivel de Corrupción 3 Nivel Relativo de Seguridad 4 7 Limite de Paz Social 5 Distrito/barrio: Barrio Noble Bajo Notas: Separación de telas (necesita de 3 Guntai) 3 NRS.
Distrito/barrio: Distrito Espiritual Importancia Política 5 Importancia Económica 1 Nivel de Riqueza 5 Hampa 1 3 Nivel de Corrupción 2 4 Nivel Relativo de Seguridad 5 6 Limite de Paz Social 6 Notas: 3 Guntai del Ejército de los 2000.
Distrito/barrio: Distrito Comercial Importancia Política 1 Importancia Económica 9 Nivel de Riqueza 5 Hampa 7 Nivel de Corrupción 7 Nivel Relativo de Seguridad 4 Limite de Paz Social 7 Notas: Distrito de origen de la Banda del Mercado
Distrito/barrio: Barrio Mercader Importancia Política 1 Importancia Económica 9 Nivel de Riqueza 5 Hampa 7 Nivel de Corrupción 7 Nivel Relativo de Seguridad 4 Limite de Paz Social 7
Importancia Política 4 Importancia Económica 6 Nivel de Riqueza 5 Hampa 8 Nivel de Corrupción 6 Nivel Relativo de Seguridad 5 Limite de Paz Social 6 Notas: Barrio de origen de los Comefuegos.
Distrito/barrio: Barrio Rojo Importancia Política 4 Importancia Económica 4 Nivel de Riqueza 4 Hampa 9 1 Nivel de Corrupción 4 Nivel Relativo de Seguridad 6 Limite de Paz Social 3 Notas: Barrio de origen de los Dragones Rojos.
Distrito/barrio: Barrio Campesino Importancia Política 2 Importancia Económica 6 Nivel de Riqueza 2 Hampa 5 3 Nivel de Corrupción 6 Nivel Relativo de Seguridad 4 Limite de Paz Social 7 5 Notas: Barrio de origen de Shicho. Shicho y sus hombres -2 A y -2 LPS.
Distrito/barrio: Distrito Mercantil Importancia Política 3 Importancia Económica 7 Nivel de Riqueza 3 Hampa 7 Nivel de Corrupción 7 Nivel Relativo de Seguridad 5 Limite de Paz Social 5 Notas: Barrio de origen de la Banda Portuaria.
Distrito/barrio: Barrio de Oficiales Importancia Política 3 Importancia Económica 0 Nivel de Riqueza 3 Hampa 2 Nivel de Corrupción 2 Nivel Relativo de Seguridad 6 Limite de Paz Social 5 Notas:
Distrito/barrio: Cuartel y Puerta Importancia Política 4 Importancia Económica 3 Nivel de Riqueza 4 Hampa 1 Nivel de Corrupción 1 Nivel Relativo de Seguridad 7 Limite de Paz Social 10 Notas: Necesita un kaisha como mínimo para funcionar.
Distrito/barrio: El Coto Importancia Política 1 Importancia Económica 3 Nivel de Riqueza 2 Hampa 5 7 Nivel de Corrupción 7 Nivel Relativo de Seguridad 2 Limite de Paz Social 6 Notas:
Distrito/barrio: Los Campos Importancia Política 1 Importancia Económica 6 Nivel de Riqueza 1 Hampa 1 6 Nivel de Corrupción 2 Nivel Relativo de Seguridad 2 Limite de Paz Social 7 5 Notas: Shicho y sus hombres +5 A y -2 LPS
Distrito/barrio: Torres Importancia Política 1 Importancia Económica 0 Nivel de Riqueza 0 Hampa 1 Nivel de Corrupción 1 Nivel Relativo de Seguridad 0 Limite de Paz Social 6 Notas: Pueden guarecerse o no hay 6 en toda la ciudad.
Distrito/barrio: Atalayas Importancia Política 1 Importancia Económica 0 Nivel de Riqueza 0 Hampa 1 Nivel de Corrupción 1 Nivel Relativo de Seguridad 0 Limite de Paz Social 4 Notas: Pueden guarecerse o no hay 3 en toda la ciudad.
Distrito/barrio: Muralla de Puerta a Puerta Importancia Política 3 Importancia Económica 4 Nivel de Riqueza 1 Hampa 4 Nivel de Corrupción 3 Nivel Relativo de Seguridad 2 Limite de Paz Social 10 Notas: Necesita un kaisha como mínimo para funcionar.
Distrito/barrio: Puerta y Distrito Institucional Importancia Política 5 Importancia Económica 3 Nivel de Riqueza 2 Hampa 2 Nivel de Corrupción 2 Nivel Relativo de Seguridad 5 Limite de Paz Social 8 Notas:
Distrito/barrio: Pueblo Leñador Importancia Política 2 Importancia Económica 3 Nivel de Riqueza 2 Hampa 2 8 Nivel de Corrupción 3 5 Nivel Relativo de Seguridad 4 9 Limite de Paz Social 4 Notas: 5 Guntai extras del Crisantemo.
Limite de Paz Social de la Ciudad 74 Nivel de Inestabilidad de la Ciudad 44
Tropas necesarias para la dominación: Para mantener el Límite de Paz Social es necesario que halla la mitad de guntai en cada distrito/barrio que el valor del Límite de Paz Social.
Autoridades de refuerzo: Por cada guntai extra o magistrado que resida en el barrio el Nivel Relativo de Seguridad se incrementa en uno.
PD: En word esta muy chulo con sus cuadros. PD2: Dudas y comentarios en la Casa de te por favor. PD3: Presagio de Asahina Shiroi.
Aviso... no he corregido faltas, letras que se colasen, comas bla bla bla.
"Sufrir una ofensa no es nada, a no ser que nos empeñemos en recordarla"
Ha llegado el día... debo asistir con la corte visitante a una innecesaria visita al pueblo leñador, apenas lo he visitado mas parece que Bayushi Hideo ha realizado muchos cambios. Tras purificar mi cuerpo y espíritu me coloqué mi mejor kimono dirigiéndome así hacia la comitiva. Dentro de lo malo al menos he sido invitado a título personal y no como guardia... es tan desagradable el modo en que me obligaron a entrar en la guardia... ahora debo cargar con esa maldita capa... Torazo, Arima y el magistrado Isawa Hotaru me han tratado con simpatía y al menos eso mitiga esta situación.
La comitiva viajaba tranquilamente cuando al fondo una escaramuza se desarrollaba... algunos de los guardias con Torazo al frente se dirigió hasta allí, finalmente se solucionó con la custodia de Arima y Torazo del bando León y Mantis hasta las oficinas del magistrado en el pueblo leñador, donde sería solucionado por Isawa Hotaru el difícil asunto que les enfrentaba. Al parecer un grupo Mantis y uno León se enfrentaba por un asunto de venganza nada claro... por extraño que parezca... por una vez era evidente que los Mantis estaban actuando de un modo más honorable que los León... en este caso claros cobardes comandados por un cortesano Matsu... me pregunto que gran comentario haría mi tío Doji Karode sobre este... paradójico y pintoresco hecho... jajajajaja.
La comitiva continuó hasta el pueblo leñador... allí si nos esperaba una pintoresca escena: un pueblo totalmente cambiado, una demostración absurda y patética de “poder” por parte del supuesto clan del Crisantemo y una conversación en tono de reproche entre Bayushi Hideo y su prima por las reformas del gobernador. El pueblo parecía una comedia hecha realidad... un intento absurdo de adecentar un pueblo de leñadores con un gusto estético horrible... un almacén reconstruido con base de piedra en un intento de parecer el “castillo” del gobernador Hideo, un pueblo teñido en rojo, grandes estandartes con el mon personal de Hideo colgados por doquier, campesinos casi obligados a sonreir, guardias del crisantemo custodiando cada centímetro de una empalizada que no soportaría el ataque de una ardilla y el punto final de la broma: la estatua de Hideo en posición desafiante hacia el horizonte con una cita absurda supuestamente atribuida a Hideo (Pretendió en una maniobra, sin duda torpe, hacer creer a los invitados que la construcción de la estatua fue fruto del capricho y el clamor popular de sus contentos campesinos). Volvieron finalmente en distintos momentos los custodios de la escaramuza previa a la llegada; el magistrado Isawa Hotaru, Arima y Torazo.
La corte se encontraba hablando de nimiedades, charlando, conversando y pasando un agradable rato... Arima por su parte no podía perder la atención , como de costumbre, en Ayame. Aquell velada no podría ser tan buena durante mucho tiempo en presencia de leones... siempre deben poner el punto desagradable de las historias... ellos y sus problemas de virilidad... encima tienen la poca vergüenza de utilizar el honor como excusa para ocultar su falta. Estúpidos... ellos pueden acusarte o calificarte de lo que gusten... y de recibir una respuesta educada pero firme... su virilidad está en juego... y rápidamente a solucionarlo para no sentirse menos... patético. Por suerte los kami decidieron dar una lección esta vez a uno de esos aguerridos samurai... cuando se tiene cierto nivel, estatus y posición... no se puede ir caminando por el sendero de la vida... preocupado por tus inseguridades, falta de hombría y miedo ya sea a la muerte, la vergüenza o al rechazo. Así fue que Akodo Kakashi me acusó de no hablar claro, lástima de aquellos que hablan directamente pues ofenderán constantemente, por mi parte me defendí pues hablaba claro para quien sabía comprender. Ese intercambio le hizo sentir al parecer menos... y tener miedo al no comprender, como un niño que se enfada cuando no se le explica algún asunto de adultos. Fui tristemente desafiado a un duelo, por supuesto yo me negué pues si algo no deseo es generar violencia directa a mi paso, no obstante, y tras meditarlo ante la resolución de la escena y la intransigencia inmerecida y molesta del león... comprendí que los kami deseaban aquello. Elegí un campeón, Arima, parece que todo el mundo le subestima pero... los kami lo pusieron allí con un fin, ganar el duelo y lo que eso significaba, la lección para Kakashi. El león pidió tiempo mas siendo un duelo a primera sangre... no tenía sentido despedirse de nadie, meditar dudo que sea posible en una mente tan descontrolada y el asunto debía ser rápido y sin mayor repercusión ni derramamiento de sangre. Así aconteció... Arima frente a Kakashi... fue una rápida eternidad hasta que Kakashi intentando golpear recibió un golpe perfecto y limpio que le subió de la cintura al hombro derecho en diagonal... Arima era superior, había ganado y por tanto a ojos del temperamental Akodo ahora yo si tenía razón... no haré comentario alguno pues es evidente la falta de sentido en toda esta violencia. Sinceramente no me alegré ante la herida del Akodo... pero si me hizo sentir algo de alegría en tanta aflicción el saber que quizá aquello había sido una lección para Kakashi además de recibir sus disculpas. Por desgracia... todavía seguía siendo el mismo y no aceptaría no llevar razón pues esto no era una batalla con perdedores sino una discusión que él decidió resolver a golpe... no esperaba una interpretación no violenta por su parte del código; así desafió a muerte al ronin esperando limpiar su fracaso. Por suerte Torazo le expuso el asunto sobre la inminente batalla que se preparaba a la que Arima juró acudir y por tanto fue un duelo a primera sangre. Arima, esta vez de un modo sabio, decidió considerarle superior y poner fin a tanta estupidez y humores alterados. Espero que esto acabe aquí y además de... león no sea vengativo o rencoroso... ya ha habido bastante violencia sin sentido, si es que puede tener sentido alguno.
"El hombre a quien no conmueve el acorde de los sonidos armoniosos, es capaz de toda clase de traiciones, estratagemas y depravaciones."
“Mucha gente sabe que la Dama Sol y el Señor Luna crearon el mundo codo con codo, y que le pusieron un nombre a todo lo que crearon. A los que volaban, les llamaron pájaros, a los que nadaban, les llamaron peces, y a los que quisieron servirlos con honor, los llamaron hombres. Pero lo que no todo el mundo sabe es que cuando Amateratsu y Onotangu pusieron nombre a todas las cosas, algo, una nimiedad, no quería tener un nombre. Y esa cosa diminuta se ocultó bajo lo que ahora llamamos roca, y se cubrió de lo que ahora llamamos sombra. Y le dijo a la sombra: no dejes que me pongan un nombre, porque eso me ataría y me convertiría en una sola cosa. Escóndeme y te premiare por ello. Me aliaré contigo, y te serviré y te haré grande en cualquiera de las formas que podré adoptar, pues no tendré nombre. La sombra escuchó su petición y recapacitó, pues era débil. Tampoco ella tenía una forma propia, sólo imitaba lo que tenía alrededor, como por ejemplo una roca. Además, siempre tenía que huir de la arrogante luz. Así la sombra pensó que tener un amigo no podía ser tan malo, y aceptó esconder a su compañero. Y la cosa y la alianza ocultaron su alianza, y se ayudaron entre ellas. Como estaban tan unidas, la cosa decidió parecerse mucho a la sombra. Y lo hizo tan bien que empezó a pensarse que era un pariente de la sombra, y la apodaron “sombra profunda”. Pero esto era solo un apodo, así que la cosa no se daba por aludida. Y así ha sido hasta nuestros días. Quizá la habéis visto alguna vez, al enfocar vuestra linterna un lugar oscuro que no se ilumino como debía haberlo hecho. O a lo mejor habéis mirado a un amigo y habéis visto algo parecido a una sombra en su cara, algo que ni siquiera él habría detectado. O es posible que, cuando erais más jóvenes, hubiera una sombra junto a vuestro futón, o bajo vuestra ventana, y que se moviera cuando nada mas lo hacía. Probablemente os hablaba por la noche hasta tarde, y sabía vuestro nombre, aunque vosotros no sabíais el suyo. Pues es la misma cosa que hasta el día de hoy se ha librado de que le pongan un nombre. Es igual de persistente que los temores más oscuros. De esta forma es libre para cambiar una y otra vez.”
Agonías celestiales Goju.
“Olvidad todo lo que os hayan dicho.”
Yasuki Taka.
Cuando llegamos a la ciudad, cada uno nos dirigimos a donde deseamos. Yo me fui a mi oficina. Al poco, Matsu Tusi apareció por allí. Quería que decidiese a su favor, quizá amenizándome de forma velada. Yo le recordé que no había sido yo su agresor, y que su ira no debía estar dirigida hacia el juez que decidiría su caso. Tras irse, reflexioné. Debía decidir que hacer entre juzgar yo mismo el caso, o llevarlo hasta mi superior directo, Sinai-sama, convirtiéndome yo en acusador de una de las partes. En ambos casos debía elegir quien tenía razón, Matsu Tusi o Yoritomo Kuoron-O.
Mientras pensaba en esto, otro mensajero llegó hasta mí. Era de los ronin que puse de mi lado para descubrir a los conspiradores. Decía que estaban ocultos en la casa de te Viento del Norte, ya que pensaban que estaban siendo vigilados. Los conspiradores habían dicho que ellos pondrían las condiciones de la entrega. Tras leer esto, me reuní con mis compañeros. Ro puso a nuestra disposición uno de los desvanes del castillo de la guardia de la ciudad. Allí tratamos el tema largo y tendido Ro, Tsuruchi Amaya, Bayushi Hideo, Arima, Torazo, y yo. Al final, concluimos en que entregaríamos los pergaminos a los ronin, y que vigilaríamos el intercambio. Para ello, yo me prepararía para lanzar el conjuro de Los Lazos que Atan sobre los pergaminos, mientras que la guardia de la ciudad estaría atenta a los movimientos de los ronin. Tras esto, volvimos a nuestras obligaciones.
Al poco de informar a los ronin (quienes pidieron mas dinero a cambio de su servicio), estos abandonaron la casa de te. Nos pusimos en marcha. Nuestro seguimiento nos llevo hasta el pueblo leñador. Allí, los ronin habían recibido instrucciones mediante un pergamino. Este decía que la venta de los correos se haría en el mercado imperial durante la medianoche de ese día. Todos nos preparamos.
Torazo, Ro y yo preparamos el operativo. Hideo quiso llevar sus propios preparativos, mientras que Arima y Amaya se pusieron a nuestro servicio. El plan procedería de la siguiente forma: Primero, los guardias que patrullarían por el Mercado Imperial serían los soldados de élite de la guardia de la ciudad. Ro y yo esperaríamos junto a algunos hombres en el interior de las oficinas del mercado, atentos a que los ronin se encontrasen con nuestro objetivo. En el interior del recinto, que durante estos días esta abarrotado por el festival de Daikoku, estarían también mis yoriki, todos excepto Anchote y Shosuro Abunai. Y por si el fugitivo llegase a escapársenos, para asegurarnos de localizarle colocamos seis arqueros en los muros del mercado, entre ellos Tsuruchi Amaya. Si alguno ve al objetivo huir, lanzará una flecha zumbadora en la dirección de su fuga, facilitándonos el seguirle. Por último, Torazo, Hideo y Arima esperarán fuera del mercado, para no levantar sospechas. Estarían preparados para perseguir a nuestro objetivo si llegase a salir del mercado.
Antes de ir al mercado para ejecutar el plan, yo recé a las Fortunas y a mis ancestros.
Tomamos posiciones en el mercado. Cada uno de nosotros atento de cumplir nuestra labor. Yo recordé a la escuadra de élite que necesitábamos vivo al objetivo, así que tenían prohibido usar fuerza letal a no ser que su vida peligrase. Al poco de posicionarnos, aparecieron los ronin.
Esperamos. Esperamos. Esperamos.
Entonces, apareció un individuo que habló con los ronin. Debía ser nuestro hombre. Uno de los ronin le entregó el paquete con las misivas desaparecidas. Mientras ocurría esto, se oyó un griterío en la puerta del mercado. Mas adelante, Arima nos contaría que Hantei Tomiko apareció por el lugar con una unidad de guardias, dispuesta a detener a nuestros ronin colaboradores. Al parecer, Arima se los enfrentó, y Tomiko lo mandó detener.
Entonces, se desencadenó el caos. Un asesino saltó de entre el gentío sobre uno de los ronin, apuñalándole en el cuello. Después, el objetivo desapareció en la muchedumbre, aunque yo le seguí sin dificultad. Mis yoriki se posicionaron alrededor de los ronin, haciendo huir al asesino. Mientras ocurría esto, un asesino salió detrás de nuestro fugitivo. Amaya lo vio y disparó, pero falló su disparo. El asesino apuñaló a nuestro hombre. Ro salió corriendo tras él. Yo me afané por curar al objetivo, y me aseguré de que aun tenía los correos.
Al poco, Ro volvió. El asesino había muerto, pero auto envenenado, y no por las heridas que Ro le había causado. Tras asegurarme de que el comprador de los correos estaba estable y seguro, fui a hablar con Tomiko. Ella traía una orden firmada por mí, en la que autorizaba la detención de los ronin. Evidentemente yo no lo había escrito, así que le pedí a la magistrada que investigase de donde venía. Luego hablé con mis yoriki. Musashi me dijo que estaba seguro de que había un tercer asesino. Hideo lo confirmó, pero no dijo como lo supo. Por ultimo, uno de los dos ronin supervivientes nos comunicó que el comprador de los correos había dejado un mensaje para nosotros.
“Sabemos quienes sois. Devolvednos lo que es nuestro y olvidaos de todo esto, y os dejaremos en paz.”
¡Así que toda esta situación fue controlada siempre por los conspiradores! ¿Qué tipo de premio otorgan a sus hombres estos cobardes conspiradores para que sus asesinos prefieran suicidarse a someterse a nuestro interrogatorio? Y mas importante, ¿Por qué seguimos vivos?
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
Distrito/barrio: Barrio Norte
Importancia Política 5
Importancia Económica 6
Nivel de Riqueza 6
Hampa 2 5
Nivel de Corrupción 3 5
Nivel Relativo de Seguridad 6 2
Limite de Paz Social 6
Notas: Hay un altísimo riesgo de insurrección, han de tomarse medidas inmediatamente.
Distrito/barrio: Barrio Noble Alto
Importancia Política 7
Importancia Económica 2
Nivel de Riqueza 8
Hampa 2
Nivel de Corrupción 2
Nivel Relativo de Seguridad 5 7
Limite de Paz Social 4
Notas:
Distrito/barrio: Barrio Noble Bajo
Importancia Política 7
Importancia Económica 3
Nivel de Riqueza 7
Hampa 3
Nivel de Corrupción 3
Nivel Relativo de Seguridad 4 7
Limite de Paz Social 5
Notas:
Distrito/barrio: Distrito Espiritual
Importancia Política 5
Importancia Económica 1
Nivel de Riqueza 5
Hampa 1 4
Nivel de Corrupción 2 4
Nivel Relativo de Seguridad 5 5
Limite de Paz Social 6
Notas:
Distrito/barrio: Distrito Comercial
Importancia Política 1
Importancia Económica 9
Nivel de Riqueza 5
Hampa 7
Nivel de Corrupción 7
Nivel Relativo de Seguridad 4 3
Limite de Paz Social 7
Notas: Hay un altísimo riesgo de insurrección, han de tomarse medidas inmediatamente.
Distrito/barrio: Barrio Mercader
Importancia Política 4
Importancia Económica 6 5
Nivel de Riqueza 5
Hampa 8
Nivel de Corrupción 6
Nivel Relativo de Seguridad 5 3
Limite de Paz Social 6
Notas: Incendios. Los guntai destinados aquí valen la mitad (para incrementar en 1 el Nivel Relativo de Seguridad se necesita 2 guntai en lugar de 1). Para cumplir el Límite de Paz Social debe haber 6 guntai. Hay un altísimo riesgo de insurrección, han de tomarse medidas inmediatamente.
Distrito/barrio: Barrio Rojo
Importancia Política 4
Importancia Económica 4
Nivel de Riqueza 4
Hampa 9 1
Nivel de Corrupción 4
Nivel Relativo de Seguridad 6
Limite de Paz Social 3
Notas:
Distrito/barrio: Barrio Campesino
Importancia Política 2
Importancia Económica 6
Nivel de Riqueza 2
Hampa 5 3
Nivel de Corrupción 6
Nivel Relativo de Seguridad 4
Limite de Paz Social 7 5
Notas
Distrito/barrio: Distrito Mercantil
Importancia Política 3
Importancia Económica 7
Nivel de Riqueza 3
Hampa 7
Nivel de Corrupción 7
Nivel Relativo de Seguridad 5 4
Limite de Paz Social 5
Notas: Hay un altísimo riesgo de insurrección, han de tomarse medidas inmediatamente.
Distrito/barrio: Barrio de Oficiales
Importancia Política 3
Importancia Económica 0
Nivel de Riqueza 3
Hampa 2
Nivel de Corrupción 2
Nivel Relativo de Seguridad 6
Limite de Paz Social 5
Notas:
Distrito/barrio: Cuartel y Puerta
Importancia Política 4
Importancia Económica 3
Nivel de Riqueza 4
Hampa 1
Nivel de Corrupción 1
Nivel Relativo de Seguridad 7
Limite de Paz Social 10
Notas:
Distrito/barrio: El Coto
Importancia Política 1
Importancia Económica 3
Nivel de Riqueza 2
Hampa 5 7
Nivel de Corrupción 7
Nivel Relativo de Seguridad 2
Limite de Paz Social 6
Notas:
Distrito/barrio: Los Campos
Importancia Política 1
Importancia Económica 6
Nivel de Riqueza 1
Hampa 1 6
Nivel de Corrupción 2
Nivel Relativo de Seguridad 2
Limite de Paz Social 7 5
Notas:
Distrito/barrio: Torres
Importancia Política 1
Importancia Económica 0
Nivel de Riqueza 0
Hampa 1
Nivel de Corrupción 1
Nivel Relativo de Seguridad 0
Limite de Paz Social 6
Notas:
Distrito/barrio: Atalayas
Importancia Política 1
Importancia Económica 0
Nivel de Riqueza 0
Hampa 1
Nivel de Corrupción 1
Nivel Relativo de Seguridad 0
Limite de Paz Social 4
Notas:
Distrito/barrio: Muralla de Puerta a Puerta
Importancia Política 3
Importancia Económica 4
Nivel de Riqueza 1
Hampa 4
Nivel de Corrupción 3
Nivel Relativo de Seguridad 2
Limite de Paz Social 10
Notas:
Distrito/barrio: Puerta y Distrito Institucional
Importancia Política 5
Importancia Económica 3
Nivel de Riqueza 2
Hampa 2
Nivel de Corrupción 2
Nivel Relativo de Seguridad 5
Limite de Paz Social 8
Notas:
Distrito/barrio: Pueblo Leñador
Importancia Política 2
Importancia Económica 3
Nivel de Riqueza 2
Hampa 2 8
Nivel de Corrupción 3 5
Nivel Relativo de Seguridad 4 9
Limite de Paz Social 4
Notas: Hay riesgo de insurrección, han de tomarse medidas. La insurrección esta a flor de piel.
Limite de Paz Social de la Ciudad 44
Nivel de Inestabilidad de la Ciudad 58
Hay un altísimo riesgo de insurrección, han de tomarse medidas inmediatamente.
PD: Dudas y comentarios en la Casa de te por favor.
Texto que ha adquirido gran repercusión y difusión en la ciudad.
Dios Sol despuntaba en el horizonte, cuando a lo lejos se levantaba las piedras que abrazaban la ciudad de las Llanuras Prosperas. En parte sentí un gran alivio, entre los muros que guardaban la ciudad y mi agotado caballo no restarían más de un par de horas y dejaría atrás las tediosas miradas de los soldados Grulla.
Desde que el esferoidal mercader, que se hacía llamar “Kokuru el Honrado”, me había contratado en la casa de té de Kyuden Doji; había tenido que soportar esa mirada prepotente de los arrogantes samuráis de Clan.
Cuando salimos de Kyuden Doji, la comitiva la formada un palanquín mas grande que muchas casas de heimin sostenida por cuatro fornidos muchachos, diez porteadores que cargaban a la espalda los enseres y mercancías en cajas de dispares tamaños, dos doshin que se las decían muy aguerridos y un servidor a lomos de su caballo, todo ello amenizado con los gritos, insultos e improperios que desde el palanquín el rotundo mercader dispensaba a sus hombres.
Habíamos puesto varios kilómetros de camino imperial entre el palacio y nosotros cuando un magistrado Doji engalanado con hakama azul claro y haori a juego ribeteado en plata combinado con su cabello, a lomos de un caballo blanco con las crines plateadas cuidadosamente recogidas, observaba a los que transitábamos el camino imperial y señalaba con un abanico celaste a los que en su infinita sabiduría le daba en gana. Todo el que caía bajo el indicativo celeste era detenido por los soldados Doji que estaban a ambos lados de la vía imperial. El magistrado que llevaba el pelo a juego con el de su caballo, debía de estar buscando a alguien o salvaguardar su querida ciudad, pues los viajeros que nos alejábamos de la misma no nos dedicaba mas que una mirada rápida de desprecio. El magistrado y cuatro de sus soldados me echaron una mirada cargada de desprecio y desaire. De haberle dado importancia la última mirada que me habrían dirigido hubiera sido de sorpresa, al ver como el haori lapislázuli de su torso se tornaba oscuro.
A la mañana siguiente, nos encontramos con otro control en el camino Imperial, pero este era bien distinto. Cuando en el horizonte vislumbre muros de tela blancos con gruesas líneas azules como si de brazos salidos del camino se tratara, entendí que mi reencuentro con las gallardos samurái sería inminente. Todos los samuráis de los grandes clanes eran orgullosos y vanidosos, también entre los ronin se podía encontrar a alguno pero no tardaban en morir, pero los emplumados Grulla y los altivos León se llevaban la palma; quizá por eso habían caído tantos bajo mi katana.
Los Grulla detenían a todos los que circulaban por el camino, desde campesinos a señores menores y a diferencia de lo sucedido con el magistrado Doji, indistintamente de la dirección en la que se dirigieran. No recurado cuando había tenido tan mala suerte de encontrarme dentro de las tierras de un Clan y sin disponer a entrar a un ciudad me hubieran detenido tantas veces, pero no iba a ser, muy a mi pesar, la ultima. El trabajo minucioso de revisión de papales de viaje, registro de mercenarias y bultos y el tercer grado al que te sometía tenía como consecuencia un bloqueo del camino por parte de todos los viajeros y comerciantes que esperaban que su turno llegara. La espera fue horrenda. Dios Sol se mostraba en el cielo pálido y desvalido y los kami de aire, con el día juguetón, se lanzaban de un lado para otro con brusquedad y llevado con sigo un abrazo gélido que penetraba el kimono. Pero lo peor era escuchar la llorera del obeso mercader sobre el retraso y todo el precioso tiempo que estaba perdiendo y de los kokus que le dejaría de pagar Yasuki Zeshin, con el que tenia apalabrado la mercancía. Incluso tuvo la osadía de mandar a uno de los porteadores a preguntar a uno de los soldados que a caballo recorría la columna. Faltaron apenas unos segundos para que los cascos del animal marcharan sobre el muchacho. Sin embargo, no escapo de los reproches de su orondo amo ni de los golpes dispensados con el abanico.
Cuando llegamos a la altura del control, el “Kokuro el Honrado” se transformo en “Kokuro el Mudo” al ver las cuatro cruces al lado derecho del camino. En ella había tres hombres y una mujer, o mejor dicho; dos campesinos que no llevarían más de tres días colgados, una bolsa de carne flácida extendida en la cruz como si de cuero curtido al sol se tratara y un esqueleto con la piel pegada a los huesos, que alguna vez había sido una mujer.
Los guardias llevaban armadura pesada negra, de seda y hierro de buena calidad, sobre un kimono azul oscuro. Sus rostros estaban ocultos por el mempo. Si llevaban mon alguno en el kimono, la parte central de la armadura lo cubría, pero no había duda de su procedencia. Un gran estandarte azul oscuro con el mon de la Grulla en negro y bajo él el de la familia Daidoji también en negro no dejaba lugar a la incertidumbre.
Al superar las telas, uno de los guardias señalo hacia la izquierda donde los muros de tela creaban cubículos que contenían y clasificaban a los viajeros. Por si nos perdíamos al recocer los diez metro que había hasta el cubículo indicado o decidíamos no aceptar la famosa hospitalidad Grulla, cuatro soldados nos hicieron de escolta. Dentro del cuadrado de telas, los soldados se pusieron en la abertura, como si las paredes fueran la mismísima Muralla del Carpintero y la abertura la única salida. Pasaron unos minutos, mientras los ojos de los cuatro soldados se clavaban en mi más que los yaris que portaban. Esa mirada soberbia de nuevo. Le devolví la mirada a uno. Detrás de un espeso bigote blanquecino en su rostro duro y negro, vi sus ojos verdes brillantes, había vanidad, arrogancia y arrojo que tapaban inseguridad, incertidumbre y miedo. No sé que vería en los míos pero aparto la mirada, al tiempo que repetía unos segundos más tarde el movimiento de cuadrarse y hacer una reverencia que habían hecho sus compañeros. Tres hombres superaron la abertura, a la derecha un joven de no más de diecisiete años con armadura de jinete lacada en negro con las juntas en seda azul oscuro, sobre un kimono del mismo color. Tenía un pelo plateado, como el agua del rio al sol, recogido en una coleta. Sobre la armadura llegaba un haori con hombreras altas del mismo azul, con un dibujo en hilo negro en forma de zigzag y un mon en hilo de plata en su lado izquierdo un con hilo de oro en el derecho. El del lado derecho era el del Clan, el del izquierdo, que representaba a una grulla cayendo en picado, no lo había visto nunca. A la derecha del joven iba un hombre más corpulento, con la misma armadura y kimono que los soldados y un tesen junto al daisho. Algo en el indicaba que era un oficial de más rango del que aparentaba. El tercero portaba una armadura ligera de un azul tan oscuro que se podía confundir con negro, en el do llevaba un pequeño mon pintado en blanco una grulla agrazando una katana, y el sode que le cubría los hombros eran pequeñas plumas metálicas lacadas en azul claro. Bajo la armadura llevaba un kimono azul claro con dibujo en hilo blanco que no se alcanzaba a distinguir. Llevaba el pelo negro recogido en la manera tradicional y sobre la frente una bandana blanca con tres placas de metal.
Se detuvieron delante de nosotros, hicieron un gesto con la cabeza a modo de reverencia, a la que el mercader y los demás respondieron con una de verdad. Yo les devolví su gesto con la cabeza, haciendo que el joven se fijara en mí con desprecio. El oficial comenzó a hablar.
- Soy Daidoji Ashidoki, en nombre del Daimyo Doji serán revisados sus papeles de viaje y sus mercancías. Además tendrán que responder a las preguntas que se les hagan.
El mercader hizo una profundísima reverencia, se humedeció los labios con la lengua y en tono dubitativo respondió.
- Mis amigos me llaman Kokuru el Honrado, mis señor Daidoji Ashiki-sama, y será para mí un placer responder a sus preguntas y en todo lo que este humilde mercader pueda.
- Bien, me alegra no ser tu amigo Shōnin-san (comerciante) – Me echo una rápida mirada y luego miro al mercader – ¿Este es el único ronin que viaja contigo?
- Hai, Daidoji Ashidoki-sama.
- Los papales de viaje Shōnin-san – hizo un gesto a los guardias que protegían celosamente la abertura de las telas, para que se acercaran y les señalo la carga que Kokuru llevaba – Comenzaremos a registrar tus fardos. ¿Tienes anotado el inventario de los que llevas?
En este punto deje de escuchar y mire al tercero de los Grulla. Era de mediana edad, mayor que los otros dos. Estaba inmóvil, como si nada fuera con él mientras el Oficial y el joven hablaban entre ellos sobre los papales de viaje, el inventario y Kokuru ponía cara de cachorro. Sus ojos se cruzaron con los del Grulla. Tenía los ojos oscuros, vacios, inexpresivos. En su interior no había ni desprecio ni arrogancia, solo me observaba como si de fuera un objeto. Su rostro estoico, su mirada tranquila y observadora, su respiración casi imperceptible y su cuerpo inmóvil denotaban que me estaba cogiendo la medida. Yo también lo hacía y preferiría no tener que probar quien de los dos era más rápido al desenvainar, creo que hubiera sido yo pero por poca diferencia, esa poca diferencia que te deja una hermosa cicatriz de la cintura hasta el hombro.
Mientras el oficial interrogaba a Kokuru y sus hombres registraban el cargamento, el joven se acerco a mí. Me miro con desprecio y arrogancia. No me sorprendió, al fin y al cabo no esperaba encontrarme con dos Grulla sensatos en un mismo día, ni en un mismo año.
- ¿A dónde te diriges Ronin? – pregunto mientras arqueaba una ceja –
- A donde el mercader se dirija.
- ¿Es tu señor? – se rio – La valía de un samurái puede medirse por el señor al que sirve.
Su tono era ofensivo pero no era el sitio donde poder hacérselo pagar.
- No es mi señor. Es el mercader que me contrato como yojimbo.
- ¿Y porque necesitaría un mercader de tan valeroso samurái a su lado? – sonrió de nuevo –
- Porque no es seguro transitar por vuestras tierras.
- ¡¡¿Cómo os atrevéis?!! – se le puso la cara roja y echo mano a la empuñadura de la katana – Ronin, ¿Cuál es tu nombre?
- Es costumbre presentarse antes de saber el nombre del otro.
El joven se sonrojo más y sus ojos rezumaban ira.
- ¡Osado bastardo! Mi nombre es Katogama Domoku, segundo hijo del gran Katogama Komodo. Exijo saber tu nombre…
Un soldado se acerco y le hizo una profunda reverencia, entregándole un pergamino, hizo otra reverencia y se retiro. Domoku leyó el pergamino y me miro.
- Ronin, reza a las fortunas porque no te cruces en mi camino de nuevo.
El joven giro sobre su talones y se fue airado en dirección hacia la apertura, donde desapareció. El tercer samurái me hizo una reverencia y se la devolví. Dio unos paso hacia atrás y giro sobre sus talones, yendo tras le joven.
Los reproches y quejas, que ya se habían hecho algo habitual, estuvieron ausentes mientras Kokuru el honrado se había convertido en el mudo. No recupero la lengua hasta poner varias leguas entre nosotros y el control Grulla. Diosa Luna nos encubría, como consecuencia del retraso generado por el honorable Domoku y sus hombres, obligándonos a detenernos en una pequeña casa de té, con el nombre de Bella Doji. Mientras los porteadores descargaban en el establo y se acomodaban para pasar la noche, los heimin que acareaban heroicamente el peso del comerciante cuando iba dentro del palanquín lo cubrieron con una lona negra una vez apoyado sobre la pared trasera del local.
La Bella Doji era una estructura de dos pisos, el primero de piedra y el segundo de madera basta, envejecida por el paso de los años. La puerta estaba precedida por un pendón, que caía hasta el suelo formando un ángulo de noventa grados con la puerta. Sobre campo azul, compartido con las tejas de cerámica lacadas en el frio y brillante hielo, figuraba en blanco el nombre. La sobriedad de la fachada no tenía permiso para cruzar el umbral, pues su interior estaba cuidadosamente ornamentado. Las paredes estaban cubiertas por el cortejo de Kakita a la Dama Doji, pintadas sobre paneles de madera que hacían invisible las paredes de piedra, carentes de ventanas. La estancia estaba bañada de azul y blanco procedentes de lámparas de papel azules, blancas y a rallas.
Cuando entra en la sala principal, donde había media docena de mesas bajas redondas perimetradas de cojines, estaba dominada en solitario por el comerciante desde la mesa más cercana a la puerta. Sin lugar a dudas la mejor mesa hubiera sido la del fondo de la sala o quizá cerca de la puerta de la cocina, al menos para mi trabajo como yojimbo, pero el colosal comerciante no estaba dispuesto a dar ni un paso. Desde el cojín, transformado en trono, kokuru comenzó a repartir órdenes, directrices y amenazas.
- Imbécil, asegura la mercancía – le espetaba a uno de los porteadores – ¡Ni-kun! ¿Ya esta resguardado mi palanquín? – le gritaba mientras su prominente papada temblaba – No te quedes ahí mirando, ¿A qué esperas para preparar mi habitación – refiriéndose al dueño de la Bella Doji – ¡Kuto-kun! Que los estúpidos doshi se pongan a vigilar la mercancía. ¡Chica! Tráeme un humeante té y unos pastelitos dorayaki y prepara gyudon de atún. – le ordeno a la hija del dueño – ¡Kuto-kun! Como me hagas cabrear te daré tal paliza que ni la eta más fea se casara contigo.
Entre el correteo de los sirvientes de Kokuro y los de la casa de té, me dirigí tranquilamente a una de las mesas próximas a la del mercader, entre la puerta y él. Me miro con cierto desdén cuando no me senté en su mesa, mientras engullía los dorayaki, resbalándole crema de judías rojas por la comisura de los labios. Pese a todo el cálido habiente, la idea de una comida caliente y tranquila y un fotón mejoro mi estado de ánimo.
Sonaron las campanillas que había en la entrada, anunciando un nievo cliente. Dos tipos con kimonos oscuros y algo raidos aparecieron en la sala. Uno tendría unos treinta inviernos y le escaseaba un fino pelo blanquecino en la cabeza en oposición a la espesa barba negra mal cuidada. El otro, más joven, con el pelo corto desaliñado y sucio, tenia barba de varios días. Los dos llevaban daisho y los dos se sentaron juntos en una mesa paralela a la mía, quedando a su derecha la puerta y a su izquierda la mesa de Kokuru. La chica se acerco a mi mesa, hico una pequeña reverencia y con una sonrisa fría se dirigió a mí.
- Irasshaimase Samuria-sama. Mi nombre es Miko. ¿Qué desea tomar?
- Yakisoba y té verde, Miko-chan.
- Hai Samurái-sama.
Se retiro. No tendría más de 15 inviernos y nunca llagaría a ser tan hermosa como una de las cortesanas Doji o Kakita, pero parecía que era verdad lo que se decía de las tierras Grulla, que hasta las campesinas eran hermosas. Tras salir de la cocina la chica se acerco a la mesa del mercader llevando una olla de hierro tapada con la tapa de madera. La coloco sobre la mesa y la destapo, al lado coloco un cuenco con arroz blanco y unos palillos de madera pintados en rojo. De la olla emanaban efluvios del atún cocinado en vinagre y especiado. El orondo mercader prescindiendo de las mínimas nociones de etiqueta, volteo el cuenco de arroz sobre la olla y lo removió con los palillos. Mientras, Miko se acercaba a la mesa de los recién llegados. Ninguno de los dos llevaba un mon a la vista y su aspecto parecía más el de bandidos que de ronin, pese a que muchas veces lo uno era la otra cara de lo otro. Pidieron una botella de sake caliente, gyoza samoshas y una bandeja de sushi. La chica dudo unos segundos y el joven la agarró la muñeca con fuerza y tiro de ella.
- ¿Qué pasa que nuestro dinero no vale? – tiro de nuevo - ¿Crees que no tenemos?
Me sorprendí a ver que mi mano derecha había agarrado la vaina de mi katana, mientras el pulgar había desplazado unos centímetros el suba hacia fuera. La chica se salto y asintió con la cabeza, llevándose la otra mano a la muñeca enrojecida, mientras los dos hombres se reían y murmuraban cosas que no alcance a ori. El suba volvió a su posición.
Las campanillas tintinearon de nuevo y un tipo bajito y delgado entro. Bestia un kimono sencillo de tela basta sin teñir. No tenia pelo en la cabeza y le faltaban dos dientes. Se quedo mirando de pie en la puerta, como si buscara algo. Cuando su vista recayó en mi mesa, cerró los ojos y los abrió de repente alzando las pobladas cejas. Se acerco hasta la mesa, hizo una reverencia y pregunto.
- ¿Puedo sentarme? – sin esperar respuesta tomo asiento – Mi nombre es Toru si a su señor le place.
Note como una mirada de reproche de Kokuru se clavaba en mí. La chica se acerco con mi té y un gran cuenco con los fideos cubiertos por el caldo, sobre ellos, humeantes gambas, pollo y trozos de rábano, zanahoria y cebolla. Si la chica se sorprendió de la presencia del campesino en la mesa fingió de maravilla.
- ¿Alago más Samurái-sama?
- De momento no Miko-chan.
- Miko-chan – se dirigió el campesino a la chica – ramen con pepino y sake del más barato que tengas – el campesino se giro hace mi – Samurái-sama me concederías el honor de conocer su nombre – no tuve tiempo de responder – ¿A dónde os dirigís? Yo voy a Kyuden Doji. ¿Conocéis Kyuden Doji? Me han dicho que es muy hermoso. Debe ser precioso – decidí que en la conversación no tendría que hablar para que Totu siguiera, así que cogí los palillos pintados de amarillo y comencé a comer – Yo vengo de Yufuku Heisen Toshi. ¿Conocéis Yufuku Hisen Toshi?
El campesino se quedo callado, levante los ojos de del cuenco y lo mire, lo que el interpreto como una respuesta negativa o la señal indicada para que continuara hablando.
- Menuda ciudad. Yo la conozco desde hace tiempo. Bueno después de la Era Oscura, claro. ¿Sabéis lo que es la Era Oscura? La Era Oscura es como llaman los habitantes de Las Llanuras Prosperas a la época en la que unos portavoces de Sangre se hicieron con el control de la ciudad, corrompiendo a buen parte de los habitantes, desde samuráis a hinin –al voz se le torno lúgubre – Una mala situación. Primero usaron sus artes oscuras para penetrar entre los dirigentes y gobernantes de la ciudad, luego se volvieron más osados. Cuando la Grulla intento reaccionar era tarde y se vio muy superada por los corruptos. Solo la intervención de las Legiones Imperiales y de los Magistrados de Jade pudieron retomar la ciudad. Tras la batalla, la ciudad quedo medio derruida. En realidad yo no sé como quedo, puesto que las Legiones Imperiales impidieron la entrada o salida de toda la región. Hubo habitantes que sobrevivieron pero muy pocos, la mayoría de los que no se corrompieron huyeron de la ciudad antes de la llegada de la ira justiciera del Emperador – hizo una pausa para comer del cuenco que la hija del dueño le había traído – pero las cosas ahora son distintas, ya hace un buen tiempo que la ciudad se reabrió y no han parado de suceder cosas. Bayushi Kuangunchai-sama no ha traído la paz absoluta a Yufuku Heisen Toshi, pero la corrupción no ha regresado y ha repelido dos ataque y una sublevación.
La mención del Escorpión me sorprendió tantísimo que me obligue a interrumpir al campesino aprovechando una pausa del mismo para comer.
- ¿Bayushi Kuangunchai? – Toru se sorprendió al verme hablar - ¿Quién es?
- Bayushi Kuangunchai-sama es el Canciller de Yufuku Heisen Toshi – mis ojos se abrieron de par en par. Había oído muchas historias sobre los Escorpión, a cual más inverosímil, pero un canciller Bayushi en tierras Grulla era una novedad – Claro. Mi señor no sabe lo del Canciller. Yo una vez estuve tan cerca del que pude verle de cerca – su voz estaba impregnada de orgullo – Cuando la ciudad se abrió de nuevo, fue al cargo de un gobernador imperial nombrado por el mismo Emperador. Los clanes mandaron distintos destacamentos y el Gobernador, los acepto en su Corte. Cuando la Grulla y los Hantei presionaron, el Consejo eligió a Bayushi Kuangunchai-sama como Canciller entre otros candidatos. Además…
- Toru-san, perdonad que os interrumpa – no dejaba de ser gracioso que fuera yo quien tuviera que disculparse - ¿Los Hantei?
- Si mi señor – me miraba con recelo como si mi pregunta ocultara una segunda intención – La familia Hantei es la dirigente del Clan Menor del Crisantemo, el honorable Hatei Kotaro-sama es el primero se su nombre. Los Crisantemo afirma que el Hijo del Cielo les ha concedido la región para que establezcan ahí sus tierras. Y claro la Grulla no le ha hecho gracia, los acusa de usurpadores y …
Los gritos de un nombre lo interrumpió. El joven estaba de pie, tenía a la chica agarrada de nuevo pero esta vez la agarraba los brazos y la tenía la espalda apretada contra su pecho. Su padre estaba impotente pidiéndole que la soltara.
- Soltadla por favor. ¿Qué ha podido hacer para que la hagáis esto?
- ¿Qué que ha hecho? ¿Pretende cobrarnos por esta bazofia? – el joven cogió una de las empanadillas Gyoza samoshas sobrantes, la mordió y se la escupió a la cara de la chica – Esta asqueroso.
El otro hombre se levanto, cogió un trozo del sushi del Hakone y se lo trago.
- ¿A esto lo llamas sushi? Deberías pagarnos por habernos intentado envenenar con tu comida – se chupo los dedos con el que acababa de coger el trozo de sushi y le dio unos toquecitos al pomo de la katana – ¿Qué dices?
Me sorprendí cuando me encontré de pie, con el daisho en el obi y la saya de la katana gira de lateral. Pero más aun cuando las palabras salían de mi boca sin pasar antes por mi cerebro.
- Soltad a la chica – el pulgar de la mano izquierda soltó el seguro del suba –
- Siéntate y sigue bebiendo esto no va contigo – me dijo el más joven sin siquiera mirarme –
- ¡Siéntate! – le grito el mercader mientras su rostro se tornaba rojo – ¿Quién me protegerá si te matan?
- Eso haz caso al gordo y siéntate o tendré que partirte en dos y quedarme con tu daisho – el joven se giro hacia mí y señalo mi daisho – Seguro que me quedara bien.
- Tengo una idea mejor. Suelta a la chica – le dijo al joven su compañero mientras señalaba a Kokuru – ese mercader pagara esta comida y nos dará el resto de sus monedas como impuestos.
- ¿Ves lo que has hecho? – el tono del mercader tenia tanto de reproche como de miedo –
- Salgamos fuera.
Mi pulgar soltó el suba. Con los brazos a la espalda pase junto a su mesa camino de la salida, mientras me seguía la mirada atónita del campesino, del mercader y del propietario que tenía entre sus brazos a su hija.
En el exterior corría un aire gélido, las nubes obstruía la luz de Diosa Luna. La única luz era el tenue brillo de un farolillo que se balanceaba con cada ráfaga de viento, amenazando con apagarse. Durante unos segundos temí que los dos ronin no hubieran aceptado el órdago y ya hubieran desvalijado al mercader y al propietario y hubieran salido por otra puerta. Cuando me estaba preguntando si antes de escapar los habían matado o no, salieron.
Es increible lo que se puede conseguir con una hoja de papel y unas cauntas buenas palabras firmadas por un hombre al que toda la ciudad recuerda. Cualquier habitante de esta ciudad que diga que no siente curiosidad por saber acerca de la misteriosa mano que redacta esos escritos le diría que miente.
Por otro lado en cuanto a mi vida personal, puede ser que ya vay siendo hora de asentar la cabeza, el dia de la final del torneo conocí a una deslenguada yasuki cangrejo que ha despertado cierta simpatía en mi, y por lo que aprece yo tambien le soy de su agrado... Espero que benten me otorgo su bendicion con un poco de ayuda de mis bellas palabras y porque no decirle, ojala daikoku tambien haga acto de presencia en nuestra unión.
Pues aunque disfrute de una economia generosa, esta ciudad está infectada de delicuentes y he perdido uno de mis palanquines, junto a sus hombres vilmente asesinados. Ojalá los culpables paguen 100 veces por ellos.
Por otro lado, el joven bayushi hideo ha contratado mis servicios, y aunque espero que nunca llegue ese momento, tengo la sensacion que espera de mi algo mas de lo que estoy dispuesto a darle, y entre esas cosas no incluyo mi honor...
Hotaruyokimune
"Para desayunar: Dos pollas"
Diario de Bayushi Hideo:
En los últimos días han sucedido varias cosas inquietantes que me han obligado a apartarme de estas páginas. Ahora, con más calma vuelvo a ellas. Anoche he matado a mi primer enemigo en el combate, el magistrado, un oficial de la guardia de la ciudad, una mantis y yo caímos en una trampa oscura persiguiendo a un ninja. Nunca en mi vida había pasado tanto miedo. Realmente, no sabía lo que era el miedo hasta ayer. La verdad que soy profano en todo tipo de asuntos de sugenjas, pero lo de ayer era eralmente extraño. A veces veíamos como un monstruo-sombra y otras no, y al final desapareció y en su lugar había un hombre encorvado vestido de negro a quien asesté una única cuchillada mortal... Aún estoy intentando comprender lo sucedido y reponerme del susto.
En otro orden de cosas, he de admitir que el gobierno no es algo fácil, incluso el gobierno civil de un pequeño pueblo. Pues se hace difícil reconstruir el asentamiento, seriamente dañado tras la guerra y mucho menos viendo los pocos aldeanos que quedaron... A veces estoy tentado de mandar ejecutar a quienes desertaron dejando a sus iguales en esa miseria y fueron a la ciudad, pero he comprendido que he de ser indulgente... Mucho más lo he comprendido tras el miedo que he pasado en esa trampa. Al menos yo era un samurai y pude de un modo u otro sobreponerme a ese miedo; pero ellos son gente vil, y son incapaces de ello.
El Magistrado ha accedido a mi petición y ha nombrado un Yoriki escorpión para mi pueblo. Mejor, eso me da una cierta tranquilidad y una seguridad, siento que estaré con alguien que habla mi mismo idioma y no con una mantis andrajosa, que según se cuenta anda yendo de cama en cama... En fin, clanes menores, ¿Qué se peude esperar? Dale un barco y una espada a un campesino y tienes un mantis... o algo semejante. Como decía el Magistrado se ha portado bien, y creo que no le haré más peticiones en un cierto tiempo, por otra parte sé que estoy en deuda con él y estoy dispuesto a ayudarle. Es una persona hábil y siempre conviene tener a mano a un sugenja cuando se lo necesita, como he comprobado el otro día con el ninja y la trampa... creo que podemos hacer un buen equipo mientras que estemos en nuestros respectivos cargos.
Otro tema que me inquieta es la Consejera, ha querido proporcionarme una guardia de su clan... y francamente, prefiero no deber favores a nadie, o al menos ningún favor que yo no haya pedido. Le he perdido al samurai Torazo que designe alguno de los hombres de la ciudad a mi disposición. A fin de cuentas, soy un magistrado por orden del consejo de la ciudad y es un ejército relativamente leal tras la exitosa purga en la que hemos participado... Mientras no pueda tener una guardia escorpión, me quedaré con la de la ciudad, es lo más neutral que se ve por aquí... Quizás debiese empezar a usar mi taza, como el nuevo yoriki... Nunca se sabe.
Asturies nun ye España nin lo otro tierres conquistaes. Asturies ye un vieyu país y facémoslu adulces...
No juzgueis a un hombre por el señor al que sirve, sino por el conjunto de sus enemigos.
El Tao de Shinsei
He comenzado con mis labores de magistrado. Lo primero que he hecho ha sido reclutar a mis yoriki, pues un magistrado necesita ayudantes. Puse un anuncio pidiendo aspirantes al puesto, ya que ningun politico se ha interesado por el puesto para devolver favores que debiera. Quince individuos se presentaron al puesto, de los cuales destaque a unos pocos tras una prueba escrita y una entrevista. El primero que me sorprendió fue Anchote, un individuo que hace que hasta el mas grande sumotori parezca pequeño. Aunque eso si, su intelecto era bastante escaso. No le di el puesto de yoriki, pero le converti en uno de los hombres del magistrado. Sin duda, su portentoso fisico nos puede ser util en alguna ocasión. Otro que llamó mi atencion fue Lee. Un joven muchacho, experto en artes marciales, al que puse en nomina con el mismo contrato que a torazo. Otro de los que se presento fue Kakita Toshimo, un espadachin Grulla con una habilidad mas que notable. Pero me parecio que encajaba poco en el puesto. Me hubiese gustado no molestarle con mi decisión, pero los Grulla son demasiado altivos para su propio bien. Tambien desheche a Matsu Hitomi, una guerrera francamente impresionante. Trabajo en la Guardia Imperial, ademas de en los ejercitos León. Me sentí muy tentado a contratarla para que se ocupase del pueblo leñador, pero finalmente la rechacé porque me advirtió que ella era ferozmente estricta con el cumplimiento de la ley. Me parece que un magistrado o yoriki debe aprender a ser indulgente en determinadas situaciones, ademas de que la compasión es una virtud del Bushido. Tambien rechacé a un jven samurai del clan de la Liebre, quien creo que levantó el interes de Tsuruchi Kai. Finalmente, destaqué a Shosuro Abunai, que habia trabajado en la oficina de los magistrados de Ryoko Owari Toshi, algo mas que notable. Tambien me impresionó una joven muchacha, de aspecto estrafalario que, aun habiendo fallado en la prueba escrita, me convenció por su conocimiento de la ciudad. Por último, contraté a Mushashi, un ronin muy serio y estricto, que me dio muestras de poder confiar en él. Parece ser un hombre muy habilidoso con la espada, ademas de conocer la ciudad. Destaqué a Abunai-san al pueblo leñador, haciendo que el gobernador de alli me deba un favor. Tambien cabe destacar que Tsuruchi Kai estuvo interesada en el puesto, pero que sus obligaciones para con su clan no le permitian trabajar para mi. Una lastima. La fama de los Tsuruchi como magistrados y cazarecompensas es de sobra conocida, ademas que siempre es agradable tratar con una mujer de sus talentos.
En otro orden de cosas, recibí una carta de Shiro Shiba, atendiendo a mi peticion de un yojimbo. Debo concertar una entrevista con él, que ahora trabaja en la guardia de la ciudad.
Ocurrió que, en ese dia, un general de la Guardia Imperial y consejero del propio Emperador, apareció por la ciudad. Al parecer, necesita tropas para acudir al frente sur, pero la impresión que me dió fue la de que no era para la campaña de Dangai. Le note sorprendido cuando se enteró de que el templo de Dangai necesitase ayuda militar. El caso es que, por supuesto, se reunió la corte. A veces pienso que la política es tan tediosa...
Acudí a la corte, ya que habia recibido una invitación de Métrica. Cuando conversé con ella, me mostró las posibles candidatas que habia reunido para mi. Sin duda, todas ellas serian grandes esposas, pero me decanté por Miya Yoko, escriba del gobernador.Métrica me advirtió de que probablemente seria dificil arreglar el matrimonio, pero insistí.
Esa misma noche, mientras paseaba por los jardines en compañia de Bayushi Hideo, Tsuruchi Kai y Torazo, vi una silueta misteriosa por los tejados. Se lo señalé a mis amigos. Perseguimos al supuesto "ninja" hasta la ciudad. Me defraudó la lamentable forma física de la Mantis y del Escorpión, pero Torazo demostró por que comienza a ser una leyenda local. En la ciudad, el ninja nos llevó hasta una casa de piedra. Me refiero a él en masculino porque no pude asegurar su genero, pero en determinadas ocasiones me parecio ver formas de mujer debajo del kimono. Dentro, nos señaló una trampilla secreta y desapareció. Entramos por la trampilla hasta una catacumba bastante antigua, que desembocaba en una macabra sala. En ella, una mujer asesinada descansaba desnuda y rapada en el centro de unos intrincados simbolos rituales. Sin duda, puede ser maho. La sala desembocaba en otra puerta, de la que surgia un susurro. En un determinaod momento, la antorcha se apagó. Para cuando volvi a encenderla, una losa de obsidiana habia bloqueado la salida, y de la puerta misteriosa surgia una sombra impenetrable. Por supuesto, habia corrupción sombria en la estancia. De pronto, la sombra comenzó a solidificarse y a tomar forma de humanoide. Un escalofrio me recorrió, pero me repuse sin dificultad. Parece que mis compañeros no fueron tan valientes, y se quedaron paralizados por el miedo. Invoqué un bo de agua, y comence a atacar. Parecia que mis ataques era inutiles, pues la criatura no paraba de crecer. Despues de un rato de combate, y de un par de profundas heridas, logre ver lo que pasaba. Allí no había ningun oni, sino que se trataba de una ilusión. Un extraño y enclenque hombrecillo dirigía al "oni" mientras nos cortaba con un tanto. Ridiculo. Mi bo de agua le derroto, y Bayushi Hideo tuvo el coraje suficiente para rematar a un anciano caido. Todo un parangón como samurai. Tras investigar el lugar, descubrí que este individuo realizó todos estos crimenes siguiendo unos documentos que sobrevivieron a la purga de Portavoces de Sangre de la ciudad. Fue una lastima que los documentos no estuviesen en la mazmorra, pues aun pueden hacer mucho daño, y seguimos sin saber la naturaleza de estos crimenes.
La conclusión que saqué de todo esto, al igual que Torazo, es que el "ninja" podria ser nuestro aliado en la sombra. De hecho, mi investigación ha observado que actuan en la ciudad dos grupos de ninjas. Los ninjas enmascarados son los que claramente indico como criminales, pero los ninja encapuchados solo han atacado a miembros de bandas, y ahora nos muestran a este criminal. ¿Quien puede andar detras de este grupo de ninjas?
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
Diario de Bayushi Hideo.
En los últimos días no han sucedido cosas dignas de mención. Quizás la sola excepción sea la necesidad imperiosa en la que me veo de hacer regalos a diestro y siniestro a causa de la inminente corte que se va a celebrar. He querido tener un buen detalle con el Magistrado, un hombre que aparenta ser leal, aunque algo fanfarrón y pretencioso; espero que el libro que le he comprado contribuya a su buena dirección en la vida y en el cargo, que me es más importante.
En lo referente a mi consejera, es un asunto que me preocupa. Coarta mi libertad y mi acción, pero de aquí a poco creo que podría desembarazarme de ella de una forma u otra; por el momento le haré un regalo que no pueda más que llevarla a interpretar que sus ansias por inmiscuirse en los asuntos ajenos no deben sino refrenarse... o desaparecer. Aunque quizás me pueda ser útil en la gestión de mi nuevo cargo: El Pueblo de Leñadores inmundo del que me han nombrado gobernador y del que me he propuesto, como cuestión personal, hacer de él el más hermoso de los pueblos y próspero... En los próximos días hablaré con la Madame de algún burdel o similar y quizás podamos llegar a un acuerdo comercial para ella establecer y conjuntamente gestionar algún negocio de esta índole en el pueblo... Está claro que los hombres necesitan aliviar sus vientres tras un largo día de trabajo, y un gobernador diligente como yo aspiro a ser no puede ignorar esta necesidad... y si de ella obtuviésemos dividendos que permitan mejorar este pueblo, y a quien humildemente lo sirve, no estaríamos haciendo sino de la necesidad virtud...
Y ser virtuoso es algo improtante en esta vida
Asturies nun ye España nin lo otro tierres conquistaes. Asturies ye un vieyu país y facémoslu adulces...
PD: Pueblo leñador tras la batalla.
aplaudo tus mapas. puedes subir el otro? que ya no se ve
No hay nada mas rockero que morirse.
Clonaria a mi esposa por otras 4, para cagarla a palos 4 veces mas.
No digáis que el honor es hijo de la temeridad
Ni creáis que la muerte por sí sola puede pagar su precio:
No es a una única acción a la que se debe el honor
Sino a la vida que lo abraza.
Dama Doji.
El día comenzó con un incendio. Unas casas se habían incendiado en el coto. No me extraña, dada la perversa vida nocturna que se da en ese lugar (casas de apuestas, prostitución, venta de opio). Por supuesto tuve que dedicar parte de mi tiempo como magistrado. Mis hombres y yo descubrimos que el incendio había sido provocado, aunque no sabemos ni por qué ni por quién.
Mas adelante, me preparé para el festival de Daikoku. Puede que esto parezca banal a cualquiera que lea este diario, pero he de recordar que soy un shugenja, y las ceremonias dedicadas a las Fortunas tienen mucha importancia para mí. Como es tradicional en este tipo de celebraciones, la veneración a Daikoku está acompañada de la compra de regalos para los seres queridos. Aunque mi economía no es todo lo buena que esperaría, he pensado en unos cuantos regalos que hacer. Para Torazo, sabiendo de su posición en la guardia de la ciudad y de sus aspiraciones, le he comprado Liderazgo, de Akodo. Espero que le ayude a encontrar su destino. Para Ro-san he comprado el Tao de Shinsei. Ya se que puede ser visto como un insulto a su persona, pero seguro que puede sacar algo útil de sus enseñanzas. Además, sabiendo de su evidente pasado en el clan del León, estoy casi convencido de que no lo ha leído. Para Bayushi Hideo he pensado en acercarle a las Fortunas, y no hay ninguna que le vaya a favorecer más que Kachiko. He encargado una pequeña capilla en su honor para él. Para Arima, ese ronin alocado, he comprado un grillo de la suerte. No es que crea en estas tonterías, pero sin duda es algo gracioso para él.
Por la noche, he asistido a la celebración del festival. Sin duda ha sido un fantástico espectáculo de fuegos artificiales.
PD: Este es el diario por la penultima sesión. En cuanto pueda haré el de la última sesión. Si me olvido algo, por favor recordadmelo.
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
No veo más de lo que ves tú, pero tú miras de forma errónea.
Togashi
El día comienza con una carta anónima. La ha traído una ronin al cuartel de la guardia de la ciudad (donde el “bondadoso” canciller ha tenido a bien alojarme) durante el desayuno. La carta decía que podríamos encontrar a los quince impuros en el octavo árbol del bosque leñador. Por supuesto, genero muchas preguntas. Torazo y yo fuimos a preguntar a la mujer. No lo había escrito ella. Se lo había entregado un encapuchado en el mercado, y a cambio de unos koku la trajo hasta nosotros. Aunque si pudo aportar que debía ser un samurai entrenado en el arte de la espada.
Como no, reuní a unos hombres para ir a investigar e asunto (dado que el pueblo leñador es mi responsabilidad). Partimos Anchote, Asahina Shiroi, Arima y yo. Llegamos al pueblo leñador en un tiempo record. Allí me reuní con Bayushi Hideo y su hermosa consejera Hantei. Bayushi Hideo es un hombre extraño, a veces brillante e inteligente, otras veces perezoso y malcriado. Esta mañana dominaba su segunda faceta. Tarde un rato en convencerle de que pusiese a mi disposición unos hombres. También su consejera aporto algunos soldados Hantei, dejando un poco en evidencia al que considero mi amigo. Me reuní luego con Shosuro Abunai, mi yoriki en el pueblo.
Nos pusimos en la búsqueda, y tras unas horas, llegamos hasta el “octavo árbol del pueblo leñador” (que era el octavo árbol desde la ciudad). En una gran fosa tapada por unas ramas y hojas, descansaban quince cuerpos. Por su aspecto, parecían campesinos, asesinados del mismo modo: un arma perforó su nuca. La comunión con los kami de tierra de la zona dio a relucir que les habían hecho cavar el agujero a ellos mismos, para después asesinarlos. Las palas estaban debajo de los cuerpos. Avisamos a los eta para que recogieran los cadáveres, y volvimos a la ciudad. Bayushi Hideo nos acompañó, ya que debía resolver algunos asuntos.
En la entrada de la ciudad, nos encontramos una enorme aglomeración. Cuando llegamos a la puerta, descubrí que una caravana de comercio Yasuki estaba bloqueando el paso. Torazo no tardó en acudir. El mercader, insufrible, no tardo en sacarme de mis casillas. El muy impertinente pedía que gastase mi tiempo en protegerle, pues tenía miedo de un ataque. No me hubiese molestado tanto de no haber sido porque, hacia solo unos minutos, acabábamos de sacar a quince personas muertas de un agujero en el suelo. ¿¡Como puede un samurai humillarse tanto por unos míseros koku!? Por fortuna, Torazo se ofreció a acompañarlo hasta el pueblo leñador. Yo me fui a mi oficina, a hacer papeleo.
Unas horas después, Torazo vino a buscarme. Al parecer, en su viaje hasta el pueblo leñador con el mercader Yasuki, vieron como un jinete huía. Era perseguido por otros jinetes. Todos acabaron muertos. Cuando registraron los cuerpos en busca de una explicación, encontraron unos papeles. Venia escrito lo siguiente: (Textos 1, 2 y 3). Por supuesto, carecía de sentido para mi. Intrigado, acompañe a Torazo hasta la escena del crimen.
Una vez allí, con Asahina Shiroi y Arima, comencé a investigar. Ro también apareció, ayudándome con la investigación. El rastro de los jinetes nos llevo hasta una cabaña. Había un corcel atado a la puerta. Entramos en ella, pero no vimos nada. Entonces, El corcel huyó. No había nadie en él. Torazo fue a buscarlo. Entonces, Torazo nos alerto de que sobre el tejado de la cabaña había un “Ninja”.
Con un poco de esfuerzo logramos derrotarlo. Hay que decir que la definición que hizo Torazo de él es correcta, pues sus habilidades solo eran dignas de un ninja. Pero por supuesto, no vestía como tal. Lo registramos, pero no encontramos nada importante en él (si se puede considerar poco curioso a que luchase con dos kusarigama). En cambio, en la cabaña, escondido en un agujero secreto en una viga de madera, encontramos el siguiente texto (Texto 4).
Los allí presentes nos quedamos anonadados. ¡No cabía ninguna duda de que estábamos sometidos a vigilancia a un nivel que ni podemos imaginar! Rápidamente nos pusimos a analizar el resto de textos, pero no logramos más de lo que habíamos logrado ya, pues tratan de muchas personas, y los tres primeros pergaminos hacen referencia a situaciones muy amplias y ambiguas. Con cierta decepción, y con la percepción alerta a causa de la paranoia, decidimos volver a la ciudad.
Mientras nos acercábamos al cuartel para comer, nos encontramos a Kuraiko y a Mushashi, que acababan de detener a un ladrón que había apuñalado a un campesino. Me quede un poco retrasado para solucionar esto (íbamos a ir a comer al cuartel). Cuando registramos el cuerpo del muerto, descubrimos que portaba esta nota: (Texto 5).
¿Qué significan estos textos? ¿Quién vigila la vida en la ciudad? Las implicaciones de esta conspiración parecen ser enormes. Aun queda mucho por estudiar y por entender, pero por lo menos hemos empezado a conocer la verdad. La importancia de esta investigación me hace no poder fiarme de nadie, mas de quien conozco. Me siento tentado a mantener en secreto la investigación hasta que sepa de quien puedo fiarme y de quien no.
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
Asahina Shiroi
"El hombre a quien no conmueve el acorde de los sonidos armoniosos, es capaz de toda clase de traiciones, estratagemas y depravaciones."
La muerte significa un futuro nacimiento.
Proverbio León.
La tarde transcurrió sin más incidentes. Cuando me dispuse a dormir, descubrí que me costaba mucho conciliar el sueño. Mi mente seguía pensando en la conspiración que nos amenazaba. Cuando me dormí por puro agotamiento, tuve un sueño de lo más peculiar: Me encontraba en un paisaje onírico, yo solo. Vagaba por el. Entonces, oía un grito estremecedor, y todo se volvía blanco. Esto se repitió varias veces. Los gritos eran tanto de hombre como de mujer. Me desperté entre sudores fríos, alterado, pero finalmente me volví a dormir, sin sueños esta vez.
A la mañana siguiente, un tanto cansado, y tras realizar todos mis rituales matutinos, fui a los juzgados. Tenía una carta de Doji Shaya, pidiéndome una escolta para venir hasta la ciudad con otros miembros del consejo. Mas tarde me enteré de que Ro también la había recibido, por lo que ambos iríamos a buscarles. Tras esto, me puse a trabajar. Tras un rato de informes, Kuraiko me informó de que un grupo de ronin estaba buscando unos correos extraviados por la ciudad. Rápidamente pensé que podrían tratarse de los mensajes que interceptamos, y Kuraiko y yo fuimos a buscar a los ronin.
Tras un rato les encontramos. Por supuesto, ellos no sabían nada. Un individuo encapuchado les había contratado para buscar unos correos que habían muerto, y tras pagarles generosamente, ellos iban preguntando por la ciudad. Por supuesto, les informé de que estaban colaborando con una organización criminal. Les propuse colaborar conmigo para localizar a su misterioso contratado. Solo aceptaron cuando les ofrecí el mismo dinero que les había ofrecido él. ¡Viles ratas! ¡No me extraña que sean ronin! Su honor no vale nada, pues hasta el Tao de Shinsei les condena en este pasaje:
Cuando el mundo esta en posesión del Tao, los corceles son llevados para fertilizar los campos con sus excrementos.
Cuando el mundo se queda sin Tao, los caballos de guerra se alimentan en los arrabales.
No hay mayor calamidad que no saber cuando es suficiente.
No hay mayor defecto que la codicia.
Solo quien sabe cuándo es suficiente tendrá siempre bastante.
El caso es que tras tratar con los ronin, fui a ver a Ro, Torazo y Arima. Les localicé en el cuartel de la guardia. Hablamos sobre la conspiración, y les propuse ponerla en común con Bayushi Ayame. Algunos fueron reticentes, pero finalmente accedieron. Los cuatro fuimos hasta la embajada Escorpión. Bayushi Ayame no tardó en recibirnos. Cuando le contamos nuestros hallazgos quedó sorprendida. Nos dio su apoyo en la investigación, y nosotros le advertimos que fuese cautelosa, y que vigilase a quien se lo contaba.
Tras eso, recibimos un aviso de un incendio. En el puerto se había incendiado un almacén. Parece que era un almacén de sake, aunque su dueño tenía una falta de memoria grave, y no sabía confirmar de quien era la mercancía ni qué era. Ignorando esto, hablé con el fuego. Al parecer, un tipo calvo y con tatuajes llamado Koka había lanzado una flecha contra el almacén. En un primer momento pensé que se trataba de una guerra de bandas criminales, por lo que fui al Almacén, el local de la banda del Mercado.
La verdad es que fue una estupidez, pues no saqué nada en claro. Mi padre se hubiese sentido avergonzado de mí si hubiese visto este pobre movimiento en una investigación. Haze, el jefe de esa banda, fue amable pero esquivo (como no). Pero algo saqué en claro de todo ello, y es que Ro conoce y trata con Haze. Parece que no es tan honorable como pinta.
Frustrado, salí de allí. Volví a mis quehaceres, pero un rato después, un guardia Shiba me pidió que le acompañase a la embajada Fénix. Cuando llegué, Shiba Sosuke, Asako Kudoka y Asako Tetsu me estaban esperando. También había un campesino y un samurai León.
El campesino y el León contaron que habían encontrado a toda una comitiva Fénix muerta en la frontera de la provincia. Shiba Sosuke y yo fuimos hasta allí, con unos hombres mas, guiados por el campesino. Cuando llegamos, los cuerpos de veinte Fénix estaban muertos en la cabaña. Era terrible. Me sentí furioso. Quería destruir a los responsables, quería bañarme con su sangre. Pero en seguida me repuse. Se esperaba de mí que averiguase quien había hecho esto.
Observé que todos habían muerto de forma violenta, con duros cortes en zonas vitales. Eran quince soldados Shiba, dos cortesanos Asako y tres shugenjas Isawa. Reconocí que uno de ellos era un famoso magistrado Isawa. Busqué sus pergaminos, pero no estaban. Comencé con las invocaciones. La Tierra de delante de la puerta de la cabaña me dijo que habían sido ocho los asesinos. Por su descripción, cinco guerreros y tres shugenjas. Cuando comulgué con los elementos de dentro de la cabaña noté algo raro. Habían sido manipulados con el hechizo de Desterrar. Aferrándome a mi última esperanza, preparé la cocina para invocar al Fuego. Confiaba en que el espíritu que normalmente habitaba en esta cocina supiese volver a su hogar. Entre las cenizas, encontré uno de esos papeles rugosos, amarillos por un lado y negros por el otro. Lo aparté para invocar al Fuego. Entonces, un fogonazo me dio en la cara. Un poco aturdido, y con cierto estupor, comprendí que habían preparado una trampa. Pimienta gaijin. Por cierto, el Fuego no había visto nada.
Parece que los asesinos eran astutos y hábiles. Tendría que esforzarme más para lograr vencerles.
Sin nada más que hacer, Sosuke y yo volvimos a la ciudad, apesadumbrados. Le dije que quería reunirme con los demás Fénix, así que fuimos hacia la embajada de mi clan. Pero cuando entramos en la ciudad, vi un terrible humo saliendo de la zona de los templos. Me desvíe de mi ruta un momento, y pedí a Sosuke que fuese reuniendo a Kudoka y a Tetsu.
En el templo me encontré con Torazo, Arima y Ro. La banda del Mercado estaba apagando el fuego. Comulgué con un kami de fuego de allí. Me contó que Koka lo había depositado allí. ¡Koka! ¡Así que era un pirómano! Mandé a uno de mis yoriki que pidiese una orden de arresto contra Koka, y me fui a la embajada.
Allí me encontré con mis compañeros. Les conté que creía prudente mandar un emisario a Kyuden Isawa, contando lo sucedido. Los Fénix que venían eran importantes, y debían de traer un mensaje. Ya que no ha llegado hasta nosotros, deberíamos ir nosotros hasta él. Parecieron conformes con la idea, pero Sosuke se sentía incomodo arriesgando así nuestras vidas, siendo su deber protegernos. Dada la importancia del asunto, y visto el peligro que corremos los Fénix en los viajes por esta provincia, pensamos en pedírselo a alguien de otro clan, como un favor.
¿Las dos comitivas Fénix asesinadas habrán acabado a manos de los mismos asesinos? ¿Estará detrás el grupo conspiratorio que nos amenaza? Estas son las preguntas que me atormentan hoy, y a las que por desgracia no tengo respuesta.
PD: Hoy hasta con cita del Tao. Esque cada dia lo peto mas.
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
Cualquier hombre puede estar preparado para matar.
Un samurai está preparado para morir.
Akodo Toturi.
Al día siguiente partimos hasta la fortaleza Ro, Torazo, Shiroi y yo. Ro había mandado ya dos guntai hacia allí, así que partimos solos. El caso es que fue una mala idea, pues a mitad de camino, ocho jinetes cargaron contra nosotros. Eran ronin, pero bien equipados. Combatimos contra ellos. Torazo y yo luchamos espalda contra espalda, pero estuvimos a punto de caer, debido en gran medida a mi ineptitud en combate. Debería mejorar. Ro y Shiroi quedaron gravemente heridos, y yo me esmeré en sanarles lo mejor que pude. Y si nos salvamos de morir a sus manos, fue porque una unidad de la guardia los hizo huir. De todas formas, su comportamiento era extraño, pues registraron a Ro una vez había caído, y luego le dieron un golpe de gracia. Pero él sobrevivió. Parece que el destino tiene otros planes para él.
Una vez en la ciudad, fuimos a cambiarnos de ropa. La nuestra estaba rota y manchada con sangre. Le pedí a Asako (algo) que me prestase un kimono nuevo. Tendré que devolvérselo. Tambien hablé con él el asunto de nuestros hermanos fallecidos. Pareció conforme con la idea de mandar a un emisario de otro clan a Kyuden Isawa.
Por fin nos reunimos con los cortesanos. Doji Shaya encabezaba la comitiva. Ciertamente es una de las mujeres más hermosas que he visto jamás. Una beldad absoluta. También estaban Akodo Kakashi, Bayushi Ayame, Asako Tetsu, Asako (algo), Miya Yoko y Métrica. Comenzamos nuestro viaje. Yo fui a hablar con Akodo Kakashi. Le dejé entender que los Fénix necesitábamos el favor de enviar a un emisario a Kyuden Isawa, pero o no lo entendió a la primera, o quería que se lo tuviese que pedir directamente, casi como una súplica. Tras esto, seguimos hablando de banalidades. Intenté evadirme de él para hablar con Métrica. Ella iba con Miya Yoko. Miya Yoko es la mujer por la que me interesé en contraer matrimonio. Mientras hablaba con Kakashi, yo miraba discretamente a Yoko. Ciertamente era una mujer hermosa. No era una belleza abrumadora, pero sin duda tiene su encanto. Me pareció ideal para mi
Llegamos a la ciudad, hasta el distrito de los templos. Me gustó que los cortesanos se sintieran tan devotos. Pero al llegar allí nos encontramos con tres nuevas construcciones. La primera la había mandado construir el canciller en honor a Ebisu. El edificio era de un llamativo color rojo, para que no olvidásemos quien lo había pagado. La segunda construcción era un mural construido por los Grulla, donde destacaba la magnificencia de la ciudad, obtenida gracias a su sabio gobierno. Me hubiese sentido un tanto ofendido por construir tamaña manipulación política en el distrito de los templos si no hubiese sido por la tercera construcción. Se trataba de una serie de capillas dedicadas a las Siete Fortunas. Estaban situadas en forma de U, y en el centro, descansaba sobre un elevado una enorme estatua de tres metros de Hantei Kotaro. La obscena estatua era más grande que las propias capillas de las Fortunas. ¿¡Es que estos ronin usurpadores no tienen ni el más mínimo sentido del decoro!? ¡Se atreven hasta a blasfemar poniendo al gordo de su líder por encima de las Siete Fortunas!
Por si la estatua no fuese demasiada ofensa, el propio Hantei Kotaro se atrevió a aparecer por allí. En ese momento, yo me lancé en una mordaz crítica sobre el asunto. El respondió con evasivas dignas de un ego como el suyo. No creo que volvamos a ser amigos. También me sorprendió que nadie más de la corte se sintiese indignado como yo. Quizá fui un tanto impetuoso, pero aun así podrían haberme dado alguna muestra de apoyo.
Finalmente, los cortesanos decidieron acudir al pueblo leñador, pues habían oído maravillas de él. Esto me sorprendió tanto como a Ro, a quien su rostro traicionaba casi tanto como el mío. Partimos hacia el pequeño pueblito. Durante el camino, mientras yo intentaba acercarme a Métrica, Torazo divisó lo que parecía una escaramuza. Se llevó a cinco hombres con él para investigar.
Me preocupa que el la escaramuza pueda ser una trampa. Y recapacitando sobre los conspiradores, he de mencionar un dato que creo que hemos pasado por alto: los primeros mensajes que encontramos los recogimos de un correo que estaba siendo atacado por otros individuos. ¿Quiénes eran aquellos atacantes? ¿Simples bandidos o alguna otra fuerza enemistada con los conspiradores?
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
Dirario de Torazo.
Hace unos días Ro-Sama recibió una carta con motivo de que una comitiva de la corte gustaría de ver la ciudad y sus dominios. Así pues, se organizó lo necesario para que los cortesanos pudieran viajar sin peligro, mas un gran número de parafernalia y maniobras innecesarias pero que gustan a los nobles.
Ro-Sama y yo nos dirigimos al castillo en busca de los cortesanos. Allí, nos invitaron a vestir unas armaduras mas vistosas que funcionales, no por la protección si no por la incomodidad que supones vestirla. Deslumbrantes, salimos al patio donde encontramos a Doji Shaya y a los demás cortesanos. Tras los formalismos y un rato de interesante conversación, Ro-Sama dio la orden de avanzar.
Mientras yo encabezaba la comitiva junto a nuestros hombres, Ro-Sama jugaba al juego político junto a los cortesanos.
Al llegar a la ciudad, descubrimos que los Hantei, habían erguido una estatua en oro de Hantei Hotaro, rodeado de las 7 fortunas. Esta exaltación me parece absurda, estamos en una ciudad asediada y no tenemos tiempo para estas tonterías, pero en fin, creo que soy de los pocos en la ciudad que lo entiende así. El magistrado Isawa expresó su disgusto ante esta “aberración sacrílega”, que fue como el la describió.
Los grulla también nos esperaban con una sorpresa. Un muro férreo, con grabados de la historia de la ciudad. Otra tontería, pero doy gracias a las fortunas de que los miembros del clan blanquiazul respondieran asi y no atacando a la ciudad.
Todo marchaba bien cuando uno de mis hombres, ya llegando al Pueblo Leñador, me informó de que veía algo en el horizonte. Tras fijarnos mejor, descubrimos una pequeña escaramuza de no mas de 15 miembros. Así, paralicé la comitiva, informé a Ro-Sama y, junto a Harima y otro soldado, marché para poner fin a la contienda.
A medida que me acercaba todo se volvía mas claro, 5 leones luchaban ferozmente contra 10 mantis. También había un palanquín león, cerrado, y los porteadores también se defendían con valor. Me sorprendió como un enorme león se enfrentaba a 3 enemigos y se resolvía bien, aunque la superioridad numérica de los mantis acabo por hacerle caer.
Junto al grito de “Alto en nombre de la Guardia de la Ciudad” nos acercamos y los contendientes cesaron el ataque. Tras una diplomacia delicada, pues hace unos momentos estaban derramando sangre, conseguí que guardaran las armas y me explicaran que ocurría. Del palanquín salió un hombre llamado Matsu Tosi, un diplomático león que alegaba haber sido atacado de improviso por los mantis, y exigía justicia por su hombre caído.
Yoritomo Kuon-O, un mantis que utilizaba katana a diferencia del resto de sus compañeros, dijo que estaba cumpliendo una venganza en nombre de su hermano.
Al verme algo superado en términos de leyes, decidí avisar al magistrado Isawa Hotaru, y derivar el caso a él.
El magistrado decidió posponer el interrogatorio dado que los nobles estaban esperando, asíque me llevé a los mantis conmigo a las oficinas del magistrado en el pueblo, y Harima se encargo de los león.
Al llegar al Pueblo, todo un despliegue de ostentidad esperaba la llegada de los nobles.
Me sentí un poco fuera de lugar cuando llegué junto a los mantis, pero le expliqué la situación a Bayushi Hideo, y pronto fui al castillo que tiene el sobrino del gobernador allí. La pintura roja cubría TODO el castillo, literalmente, y el mon personal de Hideo-Sama lucía grande e imponente en todos sitios.
Tras dejar a los mantis, regresé junto a Bayushi Hideo y sus consejeros a esperar a la comitiva.
Habiendo llegado ya los nobles, el sobrino del gobernador hizo una pequeña visita al Pueblo Leñador, lo cual resultó divertido al ver como reaccionaban los nobles antes las extravagantes “atracciones” que Hideo-Sama tenía preparadas. Una estatua suya en piedra junto a una cita que dictaba: “No tengo miedo del futuro porque estoy preparado para todo” fue lo que mas llamó mi atención.
Tras un rato de palabrería vacía y molestas preguntas, ocurrió el evento mas interesante de la jornada.
Asahina Shiroi fue retado en duelo por Akodo Kakashi por una discusión en la que el león se sintió ofendido. El joven grulla rechaza la violencia, y yo intenté que no se tuviera que comprometer, pero es famosa la tozudez de los leones en términos de honor.
Tuve la oportunidad de disfrutar de un duelo a primera sangre muy interesante entre Akodo Kakashi y el campeón de Asahina Shiroi, Harima, del cual, no conocía su técnica todavía y me sorprendí muy gratamente. No me arrepiento de tenerle como segundo.
Harima se proclamó vencedor, pero el leon insistió en otro duelo, esta vez dirigido al ronin, con el objetivo de limpiar su derrota. Como Harima tiene una promesa de luchar en la Campaña de Dangai, tuve que prohibirle el duelo a muerte que proponía Akodo Kakashi, con lo que realizaron un duelo a primera sangre.
Harima, muy formalmente, se retiró antes de empezar el duelo y nombró vencedor al león.
Por fin, volvimos a la ciudad y los nobles calmaron sus caprichos.
Diario de Torazo:
Agradezco muchísimo a Yamamoto que me permitiera quedarme en el templo pues parece que estas paredes me ayudan a aclararme y me dan fortaleza.
Esta noche, he tenido un sueño que quiero plasmar. Una visión de la que quiero que haya constancia.
Las verdes briznas de hierba ondeaban suavemente cuando el viento las acariciaba.
Fieros guerreros entranaban en las artes del combate, bokken, bo, arco e incluso jiujitsu. Me he visto a mi, con un kimono azul oscuro, y un haori negro. Tenia coleta, estaba afeitado y aseado, pero era yo. En mis ropas, estaban plasmados mi mon, y uno que también, ocupaba los estandartes que estaban en el campamento. Un perro rampante ondeaba al viento.
Un niño se acercó a mi y mientras me llamaba padre…
Es lo que recuerdo, pero creo que es un presagio de las fortunas. Si es así, haré lo posible para complacerlas, aunque creo que aun esta lejos de mis posibiliades….
Tu PutaMors, la nueva gama de productos de la morsa de Tu Puta Mulder."Mira Roger, un alienígena muerto"Chupate esa jeje
DIARIO DE BAYUSHI HIDEO, GOBERNADOR DEL PUEBLO POR LA GRACIA DEL EMPERADOR
Creo que el pueblo que se me ha dado a gobernar comienza a parecerse a lo que yo creía que debía ser un pueblo, pero aún quedan muchos aspectos y muchos detalles por formalizar. Esto no es más que el comienzo de mi gobierno, y voy a demostrarle a todos que lo sé hacer bien y me merezco algo más que el gobierno de estos sucios desharrapados... pero con tranquilidad, humildad ante todo y saber estar... Mi prima me ha importunado hoy, y he decidido ignorarla, creo que esto último debería de ser el recurso inicial de todo gobernador. Quién sabe, quizás algún día escriba un libro.... "El Buen Gobierno, de Hideo", ya me lo estoy imaginando en las bibliotecas de Todo Rokugan...
Como decía, me preocupa el tema de este pueblo, creo que hace falta inculcar a estos campesinos miserables algún tipo de principio impenetrable e impermeable que aguante generaciones, no puede ser que lo único que quede del paso del escorpión en este pueblo sea la estatua de piedra que con tanta envidia miraban hoy los cortesanos.. No, eso es lo más irrelevante de todo. Lo que ha de perdurar es el espíritu de nuestro clan y sus valores, y han de permeabilizar a la sociedad desde el más viejo al más joven. Desgraciadamente, con los viejos no hay nada que hacer, por lo que creo que hay que comenzar la instrucción de los jóvenes...
He decidido crear una escuela para los hijos de los campesinos, que aún son muy jóvenes para trabajar... o incluso después del trabajo estaría bien que recibiesen alguna formación específica... Además, quién sabe, quizás de entre los jóvenes algún chico tenga madera de espía, de agente o de algo más... Lo que está claro es que no puedo depender eternamente de la gracia de los Crisantemo y del favor de mi tío, sobre todo ahora que parece que comenzamos a discrepar... en fin. Tensaré esta situación el mayor tiempo posible hasta que no me quede otra que rectificar... pero la rectificación será un paso más en mi línea... ALgún día se solucionará el tema de esta ciudad, y el emperador dirá de qué clan es... en todo caso no será dle Escorpión, eso lo sabemos ya de antemano; pero de lo que tengo que asegurarme es de que, sea de quien sea esta ciudad dentro de unos meses, el gobernador responda a mi clan y los negocios los controle mi persona o mis allegados. No voy a renunciar a tener ojos, oídos y quién sabe, quizás también manos en estos parajes, así que si alguien cree que el poder del gobernador del pueblo de los leñadores es temporal, estoy dispuesto a demostrarle lo contrario...
Asturies nun ye España nin lo otro tierres conquistaes. Asturies ye un vieyu país y facémoslu adulces...
Si inicias el camino de la venganza, prepárate para cavar dos tumbas.
El Tao de Shinsei.
La comitiva se detuvo por orden de Torazo. Según mi parecer, Torazo esta empezando a tomar muchas mas decisiones que Ro dentro de la guardia de la ciudad. ¿Será que el cargo de líder genera pereza en quien lo ejerce? El caso es que la comitiva paró. Al poco, Torazo mando buscarme. Resulta que un grupo de samurai León de ocho hombres había sido atacado por diez samurais Mantis. Había muerto un León gigantesco y tres Mantis. El líder del grupo de León, que iba en palanquín, se llamaba Matsu Tosi. No aparentaba ser un bushi, sino un cortesano (me chocó mucho que algún Matsu pudiese ser otra cosa diferente a un bushi). Matsu Tosi acusó a los Mantis de asaltarles sin motivo, mientras que Yoritomo Kuoron-O, el líder de los Mantis, lanzaba acusaciones de cobardía y asesinato contra Matsu Tosi y el León muerto. Confiando en que no se matasen por el camino, les emplacé en mis oficinas en el Pueblo Leñador para solucionar su disputa.
La comitiva continuó avanzando hasta el Pueblo Leñador. Allí encontramos a Bayushi Hideo, Hantei Shisuka, y los samuráis del Crisantemo formados para recibir a los cortesanos. Tras saludar al Escorpión, me fui a buscar a Shosuro Abunai, quien ya debía estar con los Mantis. Antes de continuar, decir que el gusto en materia de decoración es NULO. Hideo había pintado su residencia con los colores del Escorpión, y su mon personal ocupaba la mayor parte de la fachada principal del edificio (aunque fachada es muy generoso para referirse a un viejo almacén redecorado). Mas adelante vi la estatua que Hideo había mandado erigir en su honor, otro horror producido por el ego de aquellos que se creen más nobles de lo que son. Aunque al menos no era blasfema.
Hablé con Yoritomo Kuoron-O, y me contó el motivo de esta violencia. Resulta que su hermano se enamoró de una doncella Doji. Coqueteó con ella una temporada, e incluso desafió a su propio padre para casarse con la doncella. El caso es que Matsu Tosi fue quien fomento este desafío. El hermano empezó a caer en desgracia, pero tocó fondo cuando Tosi se casó con su amada, gracias a diversas maniobras políticas. Los amantes siguieron viéndose a escondidas (o eso deduje yo), y Matsu Tosi lo descubrió. El Yoritomo, sintiéndose insultado, desafió a un duelo a primera sangre al Matsu. El León escogió como campeón al gigantesco bushi que murió hoy. El caso es que el Mantis acabó muerto. Yoritomo Kuoron-O pidió permiso a su Campeón para batirse en duelo mortal contra Matsu Tosi. Después acudió al daimio del León, pero este se negó. Desesperado, siguió al cortesano de ciudad en ciudad, supongo que esperando que el famoso orgullo León se viese ofendido en algún momento y aceptase el duelo. El caso es que cuando lo encontró en este camino, lo desafió a un duelo. Supongo que las cosas se tensarían cuando Matsu Tosi lo rechazó.
Cuando Matsu Tosi me contó la historia, el negó haber coaccionado al hermano del Mantis para desafiar a su padre, y dijo que los Mantis habían asaltado a él y a sus hombres en el camino.
Aunque Matsu Tosi pareciese más honorable, me convenció mas la historia de Yoritomo Kuoron-O (se dice que los Fénix nos ponemos siempre del lado de los débiles y de las causas perdidas, además que no soporto las manipulaciones de los cortesanos).
Como no pude solucionarlo correctamente con tan poco tiempo (y con la corte en el pueblo), les pedí que se mantuviesen en sus respectivas embajadas, mientras decidía que hacer. Ciertamente era complicado decantarse por alguna postura, pues si Matsu Tosi rechaza el duelo y su daimio se lo consiente, no hay nada que Yoritomo Kuoron-O pueda hacer, excepto pedir un feudo de sangre, o lo que ha hecho hoy. Debía pensar sobre ello.
Cuando volví con los cortesanos, los rumores sobre los Mantis se habían extendido. Me molesta mucho que se juzgue a los Mantis como un clan inferior, no por ellos (que por cierto, son tan traicioneros como los Unicornio o Escorpión), sino porque ponen en duda la voluntad del bendito Emperador. Cuando uno de los cortesanos me preguntó si los Mantis habían matado a cien León, no pude contenerme y preguntarle si era estúpido. Luego pensé que había sonado con el mismo aire de prepotencia que utiliza mi padre.
Mientras yo arruinaba una carrera política (al menos durante unos meses), Asahina Shiroi mantenía una acalorada discusión con Akodo Kakashi. La cosa degeneró en un duelo a primera sangre. Me sorprendió lo imbéciles que son algunos hombres, a la vez que recordaba que hubo una época hace muchos años en que León y Grulla se odiaban a muerte. Tentado estuve por intervenir, pero Shiroi consiguió que Arima le representase en el duelo. Empecé a ver el desafío con preocupación, pues Arima nunca ha destacado en nada.
Ambos contendientes se pusieron en posición. La tensión se palpaba en el ambiente. He de decir que tan solo he visto otro duelo de iaijutsu en mi vida, también a primera sangre, por lo que no estoy acostumbrado a este tipo de combates. Mi preocupación por Arima iba en aumento. Yo estaba cada vez mas tenso. Pero entonces me fijé en el ronin. ¡Estaba calmado! Su postura no tenía forma. Estaba relajado, con la espada en la mano, sin amenazar a su oponente.
De pronto, Akodo Kakashi fue a atacar. Creo que todos vimos ese movimiento. Lo que no vimos es como Arima se lanzó sobre el León y le cortó en el pecho.
Akodo Kakashi se quedó pálido un instante, la ira ardía en sus ojos. Pero bajó el arma. El resto de los presentes empezaron a elogiar a Arima, pero yo tardé en reaccionar. ¡No podía creerlo!
En el jolgorio, Akodo Kakashi volvió a desafiar a Arima. Decía que no podía vivir con el fracaso. Quería luchar a muerte contra el ronin. Con preocupación, me acerque hasta Bayushi Ayame, y le pedí discretamente que parase esto. Solo podía acabar con el ronin muerto o el León cometiendo seppuku. Ayame me dijo que quería ver como se resolvía. Torazo, viendo lo débil que estaba Arima tras el duelo, intervino y le prohibió luchar. Kakashi le pidió entonces un duelo a primera sangre. Arima acepto, para declararse inferior al Akodo. Todos quedaron contentos, y yo me sorprendí de nuevo de la sabiduría de Bayushi Ayame. Además de hermosa, esta mujer es más inteligente que yo. Me alegro de que no se parezca al idiota de su primo.
Tras esto partimos a la ciudad, donde los cortesanos estarían dos días. Mientras volvíamos, hablé con Métrica sobre el amigo invisible que se iba a realizar por el festival de Daikoku. Le comenté que podía ser interesante regalar a Miya Yoko. Ciertamente podría haber sido mas sutil, pero no se me ocurrió el modo.
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
Diario de Arima
[...]nos encontrabamos escoltando la carabana de cortesanos hacia el Pueblo Leñador, al que hacia no mucho habia visitado. Claro que en ese entonces mi amigo Escorpión (Bayushi Hideo) no llevaba mucho al cargo del pueblo en cuestión (¿cómo llevará su administración?). Nos encontrabamos de camino al pueblo, cuando el paso nos fue cortado por un disturbio, en medio de la estepa del bosque que debiamos atravesar nos encontramos con una pelea enfrente de una cabaña, de lo que parecia ser Leones contra Mantis. Asi que, cuando Toraso-Sama nos ordeno parar los disturbios todos desenfundaron sus katanas. En mis viajes aprendi que la violencia engendra más violencia y si que decidí que debía resolverse con buenos modos. Claro que tuve que gritar en nombre de Los Capas Rojas que detubieran las ostilidades.
¡Por los Kamis que armadura más incomoda llevaba!, ojalá que mi amada Ayame no me hubiese visto lidiando con aquella vestimenta tan incordiosa. Siguiendo con el cese del disturbio, un anciano León, se asomo por la puerta de la cabaña, nos explicó lo que estaba sucediendio. Parecia ser un tema de venganza. Al oir esa palabra, mi mente trasendió y deje de prestar atensión a lo que decía ese venerable León. ¿Hay algo más absurdo que la venganza? será que nunca he tenido motivos para ello y por eso no la comprendo.
Cuando volví de mi viaje mental, Torazo-sama me ordenó que escoltara en retaguardia al grupo de leones, ya que estos querían encargarse de los restos de su compañero difunto. Así que fui el último en llegar al Pueblo Leñador...y el último en volver a Bayushi Ayame ¡¿Cómo podía ser que fuese más hermosa que una hora antes?! Ah! es verdad, ahora que me había percatado del entorno, noté un cambio en este pueblo. Estaba, aunque lleno de soldados del Ejercito del Crisantemos, un poco más Escorpión de lo que recordaba. Había un centro gubernamental totalmente rojo (allí fue donde dejé a los Leones que escoltaba), había en contrucción nuevas viviendas, y ¡Una estatua del gobernador Bayushi Hideo! Me preguntaba, ¿dónde estaba todo el mundo? ¿Dónde estaban los cortesanos? ¿Ayame?
Fin de la parte 1---------------
No hay nada mas rockero que morirse.
Clonaria a mi esposa por otras 4, para cagarla a palos 4 veces mas.
Parte 2
...Como si el destino jugara conmigo retrasaba aun más mi inminente encuentro con Ayame, hasta que por fin, víctima de mi frenesí platónico me encontré con ella ensima del monte del pueblo...y al resto de la comitiva. No podía aparecer alli sin ninguna escusa, más para contemplar aquella obra maestra de los Kamis. Así que como buen Gunso que soy, ordené a unos cuantos soldados de la Guardia de la Ciudad que me acompañaran a vigilar de cerca a la comitiva. No se cuanto tiempo pasó desde que estuve contemplando a la divinidad hecha persona hasta que un hombre, que con malas formas, me arrebató a los hombres que me ayudaban en salvaguardar la paz alli arriba. Pss! me dió igual, yo me quedé, que es lo que importa, cumpliendo mi deber, costodiar a Ayam....digo a la comitiva.
No sé en que momento, en que estornudé y perdí mi concentración, que ví a mi amigo Asahina Shiroi buscando un campeón que se disputase en un duelo. ¿Qué habría pasado?. Va! no me importaba, si alguien necesita ayuda, ya sea un campesino o sea el mismisimo Emperador, yo tengo que ayudar al que pide socorro, al debil. No sabía contra quién era el duelo, pero tampoco importaba mucho ¿no?. Así que me ofercí como campeón, si era de su agrado aceptarme. Aunque creí notar ciertas dudas de parte de Shiroi, y cierto pesimismo (¿quién sería mi oponente?) que debieron ser fruto de los nervios. Cuando derepente ví a quien me enfrentaba: no era otro sino el mismisimo Akodo Kakashi. ¿Qué diablos había hecho Shiroi para ofenderle? (era obvio que se había sentido ofendido el León).
Y si que ahi estaba yo, enfrente de un samurai más veterano, con más experiencia y, los Kamis no lo quieran, más rápido. Cuando adquirí la postura que me había enseñado me viejo maestro Mirumoto Asaba. Cuando me dí cuenta de una cosa (más tarde me iba a dar cuenta de otra) y es que la endemoniada armadura era muy molesta. Me concentré lo más que pude, hasta que que lo ví. ¡Ví su punto debil!, solo quedaba esperar a que me intentase golpear. Fue cuando me dí cuenta de la segunda cosa: ¡probablemente Ayame me estuviese mirando en aquellos momentos! y fue ahi cuando mi nervios me jugaron una mala pasada, pero recobre la concentración al instante.
Él golpeo primero, fue muy rápido y muy habil, pero yo llegué antes al encuentro de su golpe, con mi mano derecha atravesé sus ropas y le herí en su pecho. Cuando termino el duelo y mire a las personas de mi alrededor (no buscaba a nadie en particular...) ví en sus rostros que debía ser el primer combate de Iajustsu que veia, puesto que parecian extrañamente sorprendidos. Kakashi-sama se disculpó con Shiroi y yo me disponía a hablar con Ayame cuando....el Akodo vino hacia mí y me volvió a desafiar. ¿Quién en su sano juicio quiere perder dos veces seguidas? Además este combate lo quería a muerte. Yo ya había derramado suficiente sangre hoy pero no sabía como rechazar este duelo sin ofenderle. Hasta que vino Torazo al verme en aprietos y dijo al León de que yo tenía un juramento que debía cumplir. Esto llevo a Kakashi-sama a cambiar de postura y ofrecerme un duelo a primera sangre. Lo acepté.
Al momento de ponerme en posición, comprendí al ver mi katana, que ya había sido suficiente por hoy, no es mi costumbre tanta violencia innecesaria, y si que me erguí y le declaré más fuerte que yo, asi limpió su honor. Cuando me voltié vi a las personas mas contentas de lo normal. Pero allí estaba Ayame, tan blanca como la nieve, tan pura y sus ojos que estaban clavados en mi.
Sé que nunca la podré tener, por mi condición, probablemente, si supiera quien era yo en realidad, mi oportunidades podrian aumentar...
Diario del samurai ahora conocido como Arima
No hay nada mas rockero que morirse.
Clonaria a mi esposa por otras 4, para cagarla a palos 4 veces mas.
Remesa de reglas.
Importancia Política: representa el nivel de influencia sobre los gobernantes de la población que reside en el lugar. El valor se comprende entre 1-10, siendo 1 escaso o nada y 10 la influencia plena de la Corte.
Importancia Económica: representa el nivel de valor productivo y comercial para el conjunto de la ciudad. El valor se comprende entre 0-10, siendo 0 nada y 10 una gran importancia para la subsistencia de la ciudad.
Nivel de Riqueza: representa como de rico es la población que reside en el lugar. El valor se comprende entre 1-10, siendo 1 muy pobres y 10 unas grandes fortunas.
Hampa: representa el nivel de crimanilidad e inseguridad. El valor se comprende entre 0-10, siendo 0 un lugar sin el mínimo ratero y 10 lugar controlado por las más mortíferas bandas organizadas y bien preparadas.
Nivel de Corrupción: representa el nivel de corrupción de las autoridades locales y de los residentes. El valor se comprende entre 1-10, siendo 1 un lugar prácticamente sin corrupción y 10 lugar donde con unos kokus puedes lograrlo todo.
Nivel Relativo de Seguridad: representa el nivel relativo de seguridad en las autoridades locales por parte de los residentes. El valor se comprende entre 1-10, siendo 1 un lugar donde los residentes temen andar por la calle y 10 un lugar tan seguro como la sala del trono.
Limite de Paz Social: representa el nivel mínimo que debe tener un distrito/barrio para que no se desencadenen revueltas o insurrecciones. El valor se comprende entre 1-10, si el nivel de inestabilidad es superior al limite de paz social se desencadenara una revuelta y si es el doble una insurrección.
Nivel de Inestabilidad: es el resultado de la diferencia entre Ampa+ Nivel de Corrupción- Nivel Relativo de Seguridad +/- modificadores.
Limite de Paz Social de la Ciudad: representa el nivel mínimo que debe tener la Ciudad para que no se desencadenen revueltas o insurrecciones. El valor es la mitad de la suma del Limite de Paz Social de todos los distrito/barrio. Si el nivel de inestabilidad es superior al limite de paz social se desencadenara una insurrección y si lo dobla una revolución violenta.
Nivel de Inestabilidad de la Ciudad: es el resultado de la diferencia entre Ampa total+ Nivel de Corrupción total- Nivel Relativo de Seguridad total +/- modificadores.
Distrito/barrio: Importancia Política Importancia Económica Nivel de Riqueza Hampa Nivel de Corrupción Nivel Relativo de Seguridad Limite de Paz Social Notas:
Distritos y barrios
Distrito/barrio: Barrio Norte Importancia Política 5 Importancia Económica 6 Nivel de Riqueza 6 Hampa 2 4 Nivel de Corrupción 3 5 Nivel Relativo de Seguridad 6 4 Limite de Paz Social 6 Notas: Ninjas con mascara incrementa el hampa 2.
Distrito/barrio: Barrio Noble Alto Importancia Política 7 Importancia Económica 2 Nivel de Riqueza 8 Hampa 2 Nivel de Corrupción 2 Nivel Relativo de Seguridad 5 8 Limite de Paz Social 4 Notas: 2 Guntai y un magistrado Crisantemo.
Importancia Política 7 Importancia Económica 3 Nivel de Riqueza 7 Hampa 3 Nivel de Corrupción 3 Nivel Relativo de Seguridad 4 7 Limite de Paz Social 5 Distrito/barrio: Barrio Noble Bajo Notas: Separación de telas (necesita de 3 Guntai) 3 NRS.
Distrito/barrio: Distrito Espiritual Importancia Política 5 Importancia Económica 1 Nivel de Riqueza 5 Hampa 1 3 Nivel de Corrupción 2 4 Nivel Relativo de Seguridad 5 6 Limite de Paz Social 6 Notas: 3 Guntai del Ejército de los 2000.
Distrito/barrio: Distrito Comercial Importancia Política 1 Importancia Económica 9 Nivel de Riqueza 5 Hampa 7 Nivel de Corrupción 7 Nivel Relativo de Seguridad 4 Limite de Paz Social 7 Notas: Distrito de origen de la Banda del Mercado
Distrito/barrio: Barrio Mercader Importancia Política 1 Importancia Económica 9 Nivel de Riqueza 5 Hampa 7 Nivel de Corrupción 7 Nivel Relativo de Seguridad 4 Limite de Paz Social 7
Importancia Política 4 Importancia Económica 6 Nivel de Riqueza 5 Hampa 8 Nivel de Corrupción 6 Nivel Relativo de Seguridad 5 Limite de Paz Social 6 Notas: Barrio de origen de los Comefuegos.
Distrito/barrio: Barrio Rojo Importancia Política 4 Importancia Económica 4 Nivel de Riqueza 4 Hampa 9 1 Nivel de Corrupción 4 Nivel Relativo de Seguridad 6 Limite de Paz Social 3 Notas: Barrio de origen de los Dragones Rojos.
Distrito/barrio: Barrio Campesino Importancia Política 2 Importancia Económica 6 Nivel de Riqueza 2 Hampa 5 3 Nivel de Corrupción 6 Nivel Relativo de Seguridad 4 Limite de Paz Social 7 5 Notas: Barrio de origen de Shicho. Shicho y sus hombres -2 A y -2 LPS.
Distrito/barrio: Distrito Mercantil Importancia Política 3 Importancia Económica 7 Nivel de Riqueza 3 Hampa 7 Nivel de Corrupción 7 Nivel Relativo de Seguridad 5 Limite de Paz Social 5 Notas: Barrio de origen de la Banda Portuaria.
Distrito/barrio: Barrio de Oficiales Importancia Política 3 Importancia Económica 0 Nivel de Riqueza 3 Hampa 2 Nivel de Corrupción 2 Nivel Relativo de Seguridad 6 Limite de Paz Social 5 Notas:
Distrito/barrio: Cuartel y Puerta Importancia Política 4 Importancia Económica 3 Nivel de Riqueza 4 Hampa 1 Nivel de Corrupción 1 Nivel Relativo de Seguridad 7 Limite de Paz Social 10 Notas: Necesita un kaisha como mínimo para funcionar.
Distrito/barrio: El Coto Importancia Política 1 Importancia Económica 3 Nivel de Riqueza 2 Hampa 5 7 Nivel de Corrupción 7 Nivel Relativo de Seguridad 2 Limite de Paz Social 6 Notas:
Distrito/barrio: Los Campos Importancia Política 1 Importancia Económica 6 Nivel de Riqueza 1 Hampa 1 6 Nivel de Corrupción 2 Nivel Relativo de Seguridad 2 Limite de Paz Social 7 5 Notas: Shicho y sus hombres +5 A y -2 LPS
Distrito/barrio: Torres Importancia Política 1 Importancia Económica 0 Nivel de Riqueza 0 Hampa 1 Nivel de Corrupción 1 Nivel Relativo de Seguridad 0 Limite de Paz Social 6 Notas: Pueden guarecerse o no hay 6 en toda la ciudad.
Distrito/barrio: Atalayas Importancia Política 1 Importancia Económica 0 Nivel de Riqueza 0 Hampa 1 Nivel de Corrupción 1 Nivel Relativo de Seguridad 0 Limite de Paz Social 4 Notas: Pueden guarecerse o no hay 3 en toda la ciudad.
Distrito/barrio: Muralla de Puerta a Puerta Importancia Política 3 Importancia Económica 4 Nivel de Riqueza 1 Hampa 4 Nivel de Corrupción 3 Nivel Relativo de Seguridad 2 Limite de Paz Social 10 Notas: Necesita un kaisha como mínimo para funcionar.
Distrito/barrio: Puerta y Distrito Institucional Importancia Política 5 Importancia Económica 3 Nivel de Riqueza 2 Hampa 2 Nivel de Corrupción 2 Nivel Relativo de Seguridad 5 Limite de Paz Social 8 Notas:
Distrito/barrio: Pueblo Leñador Importancia Política 2 Importancia Económica 3 Nivel de Riqueza 2 Hampa 2 8 Nivel de Corrupción 3 5 Nivel Relativo de Seguridad 4 9 Limite de Paz Social 4 Notas: 5 Guntai extras del Crisantemo.
Limite de Paz Social de la Ciudad 74 Nivel de Inestabilidad de la Ciudad 44
Tropas necesarias para la dominación: Para mantener el Límite de Paz Social es necesario que halla la mitad de guntai en cada distrito/barrio que el valor del Límite de Paz Social.
Autoridades de refuerzo: Por cada guntai extra o magistrado que resida en el barrio el Nivel Relativo de Seguridad se incrementa en uno.
PD: En word esta muy chulo con sus cuadros. PD2: Dudas y comentarios en la Casa de te por favor. PD3: Presagio de Asahina Shiroi.
Aviso... no he corregido faltas, letras que se colasen, comas bla bla bla.
"Sufrir una ofensa no es nada, a no ser que nos empeñemos en recordarla"
Ha llegado el día... debo asistir con la corte visitante a una innecesaria visita al pueblo leñador, apenas lo he visitado mas parece que Bayushi Hideo ha realizado muchos cambios. Tras purificar mi cuerpo y espíritu me coloqué mi mejor kimono dirigiéndome así hacia la comitiva. Dentro de lo malo al menos he sido invitado a título personal y no como guardia... es tan desagradable el modo en que me obligaron a entrar en la guardia... ahora debo cargar con esa maldita capa... Torazo, Arima y el magistrado Isawa Hotaru me han tratado con simpatía y al menos eso mitiga esta situación.
La comitiva viajaba tranquilamente cuando al fondo una escaramuza se desarrollaba... algunos de los guardias con Torazo al frente se dirigió hasta allí, finalmente se solucionó con la custodia de Arima y Torazo del bando León y Mantis hasta las oficinas del magistrado en el pueblo leñador, donde sería solucionado por Isawa Hotaru el difícil asunto que les enfrentaba. Al parecer un grupo Mantis y uno León se enfrentaba por un asunto de venganza nada claro... por extraño que parezca... por una vez era evidente que los Mantis estaban actuando de un modo más honorable que los León... en este caso claros cobardes comandados por un cortesano Matsu... me pregunto que gran comentario haría mi tío Doji Karode sobre este... paradójico y pintoresco hecho... jajajajaja.
La comitiva continuó hasta el pueblo leñador... allí si nos esperaba una pintoresca escena: un pueblo totalmente cambiado, una demostración absurda y patética de “poder” por parte del supuesto clan del Crisantemo y una conversación en tono de reproche entre Bayushi Hideo y su prima por las reformas del gobernador. El pueblo parecía una comedia hecha realidad... un intento absurdo de adecentar un pueblo de leñadores con un gusto estético horrible... un almacén reconstruido con base de piedra en un intento de parecer el “castillo” del gobernador Hideo, un pueblo teñido en rojo, grandes estandartes con el mon personal de Hideo colgados por doquier, campesinos casi obligados a sonreir, guardias del crisantemo custodiando cada centímetro de una empalizada que no soportaría el ataque de una ardilla y el punto final de la broma: la estatua de Hideo en posición desafiante hacia el horizonte con una cita absurda supuestamente atribuida a Hideo (Pretendió en una maniobra, sin duda torpe, hacer creer a los invitados que la construcción de la estatua fue fruto del capricho y el clamor popular de sus contentos campesinos). Volvieron finalmente en distintos momentos los custodios de la escaramuza previa a la llegada; el magistrado Isawa Hotaru, Arima y Torazo.
La corte se encontraba hablando de nimiedades, charlando, conversando y pasando un agradable rato... Arima por su parte no podía perder la atención , como de costumbre, en Ayame. Aquell velada no podría ser tan buena durante mucho tiempo en presencia de leones... siempre deben poner el punto desagradable de las historias... ellos y sus problemas de virilidad... encima tienen la poca vergüenza de utilizar el honor como excusa para ocultar su falta. Estúpidos... ellos pueden acusarte o calificarte de lo que gusten... y de recibir una respuesta educada pero firme... su virilidad está en juego... y rápidamente a solucionarlo para no sentirse menos... patético. Por suerte los kami decidieron dar una lección esta vez a uno de esos aguerridos samurai... cuando se tiene cierto nivel, estatus y posición... no se puede ir caminando por el sendero de la vida... preocupado por tus inseguridades, falta de hombría y miedo ya sea a la muerte, la vergüenza o al rechazo. Así fue que Akodo Kakashi me acusó de no hablar claro, lástima de aquellos que hablan directamente pues ofenderán constantemente, por mi parte me defendí pues hablaba claro para quien sabía comprender. Ese intercambio le hizo sentir al parecer menos... y tener miedo al no comprender, como un niño que se enfada cuando no se le explica algún asunto de adultos. Fui tristemente desafiado a un duelo, por supuesto yo me negué pues si algo no deseo es generar violencia directa a mi paso, no obstante, y tras meditarlo ante la resolución de la escena y la intransigencia inmerecida y molesta del león... comprendí que los kami deseaban aquello. Elegí un campeón, Arima, parece que todo el mundo le subestima pero... los kami lo pusieron allí con un fin, ganar el duelo y lo que eso significaba, la lección para Kakashi. El león pidió tiempo mas siendo un duelo a primera sangre... no tenía sentido despedirse de nadie, meditar dudo que sea posible en una mente tan descontrolada y el asunto debía ser rápido y sin mayor repercusión ni derramamiento de sangre. Así aconteció... Arima frente a Kakashi... fue una rápida eternidad hasta que Kakashi intentando golpear recibió un golpe perfecto y limpio que le subió de la cintura al hombro derecho en diagonal... Arima era superior, había ganado y por tanto a ojos del temperamental Akodo ahora yo si tenía razón... no haré comentario alguno pues es evidente la falta de sentido en toda esta violencia. Sinceramente no me alegré ante la herida del Akodo... pero si me hizo sentir algo de alegría en tanta aflicción el saber que quizá aquello había sido una lección para Kakashi además de recibir sus disculpas. Por desgracia... todavía seguía siendo el mismo y no aceptaría no llevar razón pues esto no era una batalla con perdedores sino una discusión que él decidió resolver a golpe... no esperaba una interpretación no violenta por su parte del código; así desafió a muerte al ronin esperando limpiar su fracaso. Por suerte Torazo le expuso el asunto sobre la inminente batalla que se preparaba a la que Arima juró acudir y por tanto fue un duelo a primera sangre. Arima, esta vez de un modo sabio, decidió considerarle superior y poner fin a tanta estupidez y humores alterados. Espero que esto acabe aquí y además de... león no sea vengativo o rencoroso... ya ha habido bastante violencia sin sentido, si es que puede tener sentido alguno.
"El hombre a quien no conmueve el acorde de los sonidos armoniosos, es capaz de toda clase de traiciones, estratagemas y depravaciones."
“Mucha gente sabe que la Dama Sol y el Señor Luna crearon el mundo codo con codo, y que le pusieron un nombre a todo lo que crearon. A los que volaban, les llamaron pájaros, a los que nadaban, les llamaron peces, y a los que quisieron servirlos con honor, los llamaron hombres. Pero lo que no todo el mundo sabe es que cuando Amateratsu y Onotangu pusieron nombre a todas las cosas, algo, una nimiedad, no quería tener un nombre. Y esa cosa diminuta se ocultó bajo lo que ahora llamamos roca, y se cubrió de lo que ahora llamamos sombra. Y le dijo a la sombra: no dejes que me pongan un nombre, porque eso me ataría y me convertiría en una sola cosa. Escóndeme y te premiare por ello. Me aliaré contigo, y te serviré y te haré grande en cualquiera de las formas que podré adoptar, pues no tendré nombre. La sombra escuchó su petición y recapacitó, pues era débil. Tampoco ella tenía una forma propia, sólo imitaba lo que tenía alrededor, como por ejemplo una roca. Además, siempre tenía que huir de la arrogante luz. Así la sombra pensó que tener un amigo no podía ser tan malo, y aceptó esconder a su compañero. Y la cosa y la alianza ocultaron su alianza, y se ayudaron entre ellas. Como estaban tan unidas, la cosa decidió parecerse mucho a la sombra. Y lo hizo tan bien que empezó a pensarse que era un pariente de la sombra, y la apodaron “sombra profunda”. Pero esto era solo un apodo, así que la cosa no se daba por aludida. Y así ha sido hasta nuestros días. Quizá la habéis visto alguna vez, al enfocar vuestra linterna un lugar oscuro que no se ilumino como debía haberlo hecho. O a lo mejor habéis mirado a un amigo y habéis visto algo parecido a una sombra en su cara, algo que ni siquiera él habría detectado. O es posible que, cuando erais más jóvenes, hubiera una sombra junto a vuestro futón, o bajo vuestra ventana, y que se moviera cuando nada mas lo hacía. Probablemente os hablaba por la noche hasta tarde, y sabía vuestro nombre, aunque vosotros no sabíais el suyo. Pues es la misma cosa que hasta el día de hoy se ha librado de que le pongan un nombre. Es igual de persistente que los temores más oscuros. De esta forma es libre para cambiar una y otra vez.”
Agonías celestiales Goju.
“Olvidad todo lo que os hayan dicho.”
Yasuki Taka.
Cuando llegamos a la ciudad, cada uno nos dirigimos a donde deseamos. Yo me fui a mi oficina. Al poco, Matsu Tusi apareció por allí. Quería que decidiese a su favor, quizá amenizándome de forma velada. Yo le recordé que no había sido yo su agresor, y que su ira no debía estar dirigida hacia el juez que decidiría su caso. Tras irse, reflexioné. Debía decidir que hacer entre juzgar yo mismo el caso, o llevarlo hasta mi superior directo, Sinai-sama, convirtiéndome yo en acusador de una de las partes. En ambos casos debía elegir quien tenía razón, Matsu Tusi o Yoritomo Kuoron-O.
Mientras pensaba en esto, otro mensajero llegó hasta mí. Era de los ronin que puse de mi lado para descubrir a los conspiradores. Decía que estaban ocultos en la casa de te Viento del Norte, ya que pensaban que estaban siendo vigilados. Los conspiradores habían dicho que ellos pondrían las condiciones de la entrega. Tras leer esto, me reuní con mis compañeros. Ro puso a nuestra disposición uno de los desvanes del castillo de la guardia de la ciudad. Allí tratamos el tema largo y tendido Ro, Tsuruchi Amaya, Bayushi Hideo, Arima, Torazo, y yo. Al final, concluimos en que entregaríamos los pergaminos a los ronin, y que vigilaríamos el intercambio. Para ello, yo me prepararía para lanzar el conjuro de Los Lazos que Atan sobre los pergaminos, mientras que la guardia de la ciudad estaría atenta a los movimientos de los ronin. Tras esto, volvimos a nuestras obligaciones.
Al poco de informar a los ronin (quienes pidieron mas dinero a cambio de su servicio), estos abandonaron la casa de te. Nos pusimos en marcha. Nuestro seguimiento nos llevo hasta el pueblo leñador. Allí, los ronin habían recibido instrucciones mediante un pergamino. Este decía que la venta de los correos se haría en el mercado imperial durante la medianoche de ese día. Todos nos preparamos.
Torazo, Ro y yo preparamos el operativo. Hideo quiso llevar sus propios preparativos, mientras que Arima y Amaya se pusieron a nuestro servicio. El plan procedería de la siguiente forma: Primero, los guardias que patrullarían por el Mercado Imperial serían los soldados de élite de la guardia de la ciudad. Ro y yo esperaríamos junto a algunos hombres en el interior de las oficinas del mercado, atentos a que los ronin se encontrasen con nuestro objetivo. En el interior del recinto, que durante estos días esta abarrotado por el festival de Daikoku, estarían también mis yoriki, todos excepto Anchote y Shosuro Abunai. Y por si el fugitivo llegase a escapársenos, para asegurarnos de localizarle colocamos seis arqueros en los muros del mercado, entre ellos Tsuruchi Amaya. Si alguno ve al objetivo huir, lanzará una flecha zumbadora en la dirección de su fuga, facilitándonos el seguirle. Por último, Torazo, Hideo y Arima esperarán fuera del mercado, para no levantar sospechas. Estarían preparados para perseguir a nuestro objetivo si llegase a salir del mercado.
Antes de ir al mercado para ejecutar el plan, yo recé a las Fortunas y a mis ancestros.
Tomamos posiciones en el mercado. Cada uno de nosotros atento de cumplir nuestra labor. Yo recordé a la escuadra de élite que necesitábamos vivo al objetivo, así que tenían prohibido usar fuerza letal a no ser que su vida peligrase. Al poco de posicionarnos, aparecieron los ronin.
Esperamos. Esperamos. Esperamos.
Entonces, apareció un individuo que habló con los ronin. Debía ser nuestro hombre. Uno de los ronin le entregó el paquete con las misivas desaparecidas. Mientras ocurría esto, se oyó un griterío en la puerta del mercado. Mas adelante, Arima nos contaría que Hantei Tomiko apareció por el lugar con una unidad de guardias, dispuesta a detener a nuestros ronin colaboradores. Al parecer, Arima se los enfrentó, y Tomiko lo mandó detener.
Entonces, se desencadenó el caos. Un asesino saltó de entre el gentío sobre uno de los ronin, apuñalándole en el cuello. Después, el objetivo desapareció en la muchedumbre, aunque yo le seguí sin dificultad. Mis yoriki se posicionaron alrededor de los ronin, haciendo huir al asesino. Mientras ocurría esto, un asesino salió detrás de nuestro fugitivo. Amaya lo vio y disparó, pero falló su disparo. El asesino apuñaló a nuestro hombre. Ro salió corriendo tras él. Yo me afané por curar al objetivo, y me aseguré de que aun tenía los correos.
Al poco, Ro volvió. El asesino había muerto, pero auto envenenado, y no por las heridas que Ro le había causado. Tras asegurarme de que el comprador de los correos estaba estable y seguro, fui a hablar con Tomiko. Ella traía una orden firmada por mí, en la que autorizaba la detención de los ronin. Evidentemente yo no lo había escrito, así que le pedí a la magistrada que investigase de donde venía. Luego hablé con mis yoriki. Musashi me dijo que estaba seguro de que había un tercer asesino. Hideo lo confirmó, pero no dijo como lo supo. Por ultimo, uno de los dos ronin supervivientes nos comunicó que el comprador de los correos había dejado un mensaje para nosotros.
“Sabemos quienes sois. Devolvednos lo que es nuestro y olvidaos de todo esto, y os dejaremos en paz.”
¡Así que toda esta situación fue controlada siempre por los conspiradores! ¿Qué tipo de premio otorgan a sus hombres estos cobardes conspiradores para que sus asesinos prefieran suicidarse a someterse a nuestro interrogatorio? Y mas importante, ¿Por qué seguimos vivos?
¡¡¡PAGARAS POR TUS CRIMENES CONTRA LA HUMANIDAD!!!
Actualización distritos y barrios
Distrito/barrio: Barrio Norte
Importancia Política 5
Importancia Económica 6
Nivel de Riqueza 6
Hampa 2 5
Nivel de Corrupción 3 5
Nivel Relativo de Seguridad 6 2
Limite de Paz Social 6
Notas: Hay un altísimo riesgo de insurrección, han de tomarse medidas inmediatamente.
Distrito/barrio: Barrio Noble Alto
Importancia Política 7
Importancia Económica 2
Nivel de Riqueza 8
Hampa 2
Nivel de Corrupción 2
Nivel Relativo de Seguridad 5 7
Limite de Paz Social 4
Notas:
Distrito/barrio: Barrio Noble Bajo
Importancia Política 7
Importancia Económica 3
Nivel de Riqueza 7
Hampa 3
Nivel de Corrupción 3
Nivel Relativo de Seguridad 4 7
Limite de Paz Social 5
Notas:
Distrito/barrio: Distrito Espiritual
Importancia Política 5
Importancia Económica 1
Nivel de Riqueza 5
Hampa 1 4
Nivel de Corrupción 2 4
Nivel Relativo de Seguridad 5 5
Limite de Paz Social 6
Notas:
Distrito/barrio: Distrito Comercial
Importancia Política 1
Importancia Económica 9
Nivel de Riqueza 5
Hampa 7
Nivel de Corrupción 7
Nivel Relativo de Seguridad 4 3
Limite de Paz Social 7
Notas: Hay un altísimo riesgo de insurrección, han de tomarse medidas inmediatamente.
Distrito/barrio: Barrio Mercader
Importancia Política 4
Importancia Económica 6 5
Nivel de Riqueza 5
Hampa 8
Nivel de Corrupción 6
Nivel Relativo de Seguridad 5 3
Limite de Paz Social 6
Notas: Incendios. Los guntai destinados aquí valen la mitad (para incrementar en 1 el Nivel Relativo de Seguridad se necesita 2 guntai en lugar de 1). Para cumplir el Límite de Paz Social debe haber 6 guntai. Hay un altísimo riesgo de insurrección, han de tomarse medidas inmediatamente.
Distrito/barrio: Barrio Rojo
Importancia Política 4
Importancia Económica 4
Nivel de Riqueza 4
Hampa 9 1
Nivel de Corrupción 4
Nivel Relativo de Seguridad 6
Limite de Paz Social 3
Notas:
Distrito/barrio: Barrio Campesino
Importancia Política 2
Importancia Económica 6
Nivel de Riqueza 2
Hampa 5 3
Nivel de Corrupción 6
Nivel Relativo de Seguridad 4
Limite de Paz Social 7 5
Notas
Distrito/barrio: Distrito Mercantil
Importancia Política 3
Importancia Económica 7
Nivel de Riqueza 3
Hampa 7
Nivel de Corrupción 7
Nivel Relativo de Seguridad 5 4
Limite de Paz Social 5
Notas: Hay un altísimo riesgo de insurrección, han de tomarse medidas inmediatamente.
Distrito/barrio: Barrio de Oficiales
Importancia Política 3
Importancia Económica 0
Nivel de Riqueza 3
Hampa 2
Nivel de Corrupción 2
Nivel Relativo de Seguridad 6
Limite de Paz Social 5
Notas:
Distrito/barrio: Cuartel y Puerta
Importancia Política 4
Importancia Económica 3
Nivel de Riqueza 4
Hampa 1
Nivel de Corrupción 1
Nivel Relativo de Seguridad 7
Limite de Paz Social 10
Notas:
Distrito/barrio: El Coto
Importancia Política 1
Importancia Económica 3
Nivel de Riqueza 2
Hampa 5 7
Nivel de Corrupción 7
Nivel Relativo de Seguridad 2
Limite de Paz Social 6
Notas:
Distrito/barrio: Los Campos
Importancia Política 1
Importancia Económica 6
Nivel de Riqueza 1
Hampa 1 6
Nivel de Corrupción 2
Nivel Relativo de Seguridad 2
Limite de Paz Social 7 5
Notas:
Distrito/barrio: Torres
Importancia Política 1
Importancia Económica 0
Nivel de Riqueza 0
Hampa 1
Nivel de Corrupción 1
Nivel Relativo de Seguridad 0
Limite de Paz Social 6
Notas:
Distrito/barrio: Atalayas
Importancia Política 1
Importancia Económica 0
Nivel de Riqueza 0
Hampa 1
Nivel de Corrupción 1
Nivel Relativo de Seguridad 0
Limite de Paz Social 4
Notas:
Distrito/barrio: Muralla de Puerta a Puerta
Importancia Política 3
Importancia Económica 4
Nivel de Riqueza 1
Hampa 4
Nivel de Corrupción 3
Nivel Relativo de Seguridad 2
Limite de Paz Social 10
Notas:
Distrito/barrio: Puerta y Distrito Institucional
Importancia Política 5
Importancia Económica 3
Nivel de Riqueza 2
Hampa 2
Nivel de Corrupción 2
Nivel Relativo de Seguridad 5
Limite de Paz Social 8
Notas:
Distrito/barrio: Pueblo Leñador
Importancia Política 2
Importancia Económica 3
Nivel de Riqueza 2
Hampa 2 8
Nivel de Corrupción 3 5
Nivel Relativo de Seguridad 4 9
Limite de Paz Social 4
Notas: Hay riesgo de insurrección, han de tomarse medidas. La insurrección esta a flor de piel.
Limite de Paz Social de la Ciudad 44
Nivel de Inestabilidad de la Ciudad 58
Hay un altísimo riesgo de insurrección, han de tomarse medidas inmediatamente.
PD: Dudas y comentarios en la Casa de te por favor.
Texto que ha adquirido gran repercusión y difusión en la ciudad.
Dios Sol despuntaba en el horizonte, cuando a lo lejos se levantaba las piedras que abrazaban la ciudad de las Llanuras Prosperas. En parte sentí un gran alivio, entre los muros que guardaban la ciudad y mi agotado caballo no restarían más de un par de horas y dejaría atrás las tediosas miradas de los soldados Grulla.
Desde que el esferoidal mercader, que se hacía llamar “Kokuru el Honrado”, me había contratado en la casa de té de Kyuden Doji; había tenido que soportar esa mirada prepotente de los arrogantes samuráis de Clan.
Cuando salimos de Kyuden Doji, la comitiva la formada un palanquín mas grande que muchas casas de heimin sostenida por cuatro fornidos muchachos, diez porteadores que cargaban a la espalda los enseres y mercancías en cajas de dispares tamaños, dos doshin que se las decían muy aguerridos y un servidor a lomos de su caballo, todo ello amenizado con los gritos, insultos e improperios que desde el palanquín el rotundo mercader dispensaba a sus hombres.
Habíamos puesto varios kilómetros de camino imperial entre el palacio y nosotros cuando un magistrado Doji engalanado con hakama azul claro y haori a juego ribeteado en plata combinado con su cabello, a lomos de un caballo blanco con las crines plateadas cuidadosamente recogidas, observaba a los que transitábamos el camino imperial y señalaba con un abanico celaste a los que en su infinita sabiduría le daba en gana. Todo el que caía bajo el indicativo celeste era detenido por los soldados Doji que estaban a ambos lados de la vía imperial. El magistrado que llevaba el pelo a juego con el de su caballo, debía de estar buscando a alguien o salvaguardar su querida ciudad, pues los viajeros que nos alejábamos de la misma no nos dedicaba mas que una mirada rápida de desprecio. El magistrado y cuatro de sus soldados me echaron una mirada cargada de desprecio y desaire. De haberle dado importancia la última mirada que me habrían dirigido hubiera sido de sorpresa, al ver como el haori lapislázuli de su torso se tornaba oscuro.
A la mañana siguiente, nos encontramos con otro control en el camino Imperial, pero este era bien distinto. Cuando en el horizonte vislumbre muros de tela blancos con gruesas líneas azules como si de brazos salidos del camino se tratara, entendí que mi reencuentro con las gallardos samurái sería inminente. Todos los samuráis de los grandes clanes eran orgullosos y vanidosos, también entre los ronin se podía encontrar a alguno pero no tardaban en morir, pero los emplumados Grulla y los altivos León se llevaban la palma; quizá por eso habían caído tantos bajo mi katana.
Los Grulla detenían a todos los que circulaban por el camino, desde campesinos a señores menores y a diferencia de lo sucedido con el magistrado Doji, indistintamente de la dirección en la que se dirigieran. No recurado cuando había tenido tan mala suerte de encontrarme dentro de las tierras de un Clan y sin disponer a entrar a un ciudad me hubieran detenido tantas veces, pero no iba a ser, muy a mi pesar, la ultima. El trabajo minucioso de revisión de papales de viaje, registro de mercenarias y bultos y el tercer grado al que te sometía tenía como consecuencia un bloqueo del camino por parte de todos los viajeros y comerciantes que esperaban que su turno llegara. La espera fue horrenda. Dios Sol se mostraba en el cielo pálido y desvalido y los kami de aire, con el día juguetón, se lanzaban de un lado para otro con brusquedad y llevado con sigo un abrazo gélido que penetraba el kimono. Pero lo peor era escuchar la llorera del obeso mercader sobre el retraso y todo el precioso tiempo que estaba perdiendo y de los kokus que le dejaría de pagar Yasuki Zeshin, con el que tenia apalabrado la mercancía. Incluso tuvo la osadía de mandar a uno de los porteadores a preguntar a uno de los soldados que a caballo recorría la columna. Faltaron apenas unos segundos para que los cascos del animal marcharan sobre el muchacho. Sin embargo, no escapo de los reproches de su orondo amo ni de los golpes dispensados con el abanico.
Cuando llegamos a la altura del control, el “Kokuro el Honrado” se transformo en “Kokuro el Mudo” al ver las cuatro cruces al lado derecho del camino. En ella había tres hombres y una mujer, o mejor dicho; dos campesinos que no llevarían más de tres días colgados, una bolsa de carne flácida extendida en la cruz como si de cuero curtido al sol se tratara y un esqueleto con la piel pegada a los huesos, que alguna vez había sido una mujer.
Los guardias llevaban armadura pesada negra, de seda y hierro de buena calidad, sobre un kimono azul oscuro. Sus rostros estaban ocultos por el mempo. Si llevaban mon alguno en el kimono, la parte central de la armadura lo cubría, pero no había duda de su procedencia. Un gran estandarte azul oscuro con el mon de la Grulla en negro y bajo él el de la familia Daidoji también en negro no dejaba lugar a la incertidumbre.
Al superar las telas, uno de los guardias señalo hacia la izquierda donde los muros de tela creaban cubículos que contenían y clasificaban a los viajeros. Por si nos perdíamos al recocer los diez metro que había hasta el cubículo indicado o decidíamos no aceptar la famosa hospitalidad Grulla, cuatro soldados nos hicieron de escolta. Dentro del cuadrado de telas, los soldados se pusieron en la abertura, como si las paredes fueran la mismísima Muralla del Carpintero y la abertura la única salida. Pasaron unos minutos, mientras los ojos de los cuatro soldados se clavaban en mi más que los yaris que portaban. Esa mirada soberbia de nuevo. Le devolví la mirada a uno. Detrás de un espeso bigote blanquecino en su rostro duro y negro, vi sus ojos verdes brillantes, había vanidad, arrogancia y arrojo que tapaban inseguridad, incertidumbre y miedo. No sé que vería en los míos pero aparto la mirada, al tiempo que repetía unos segundos más tarde el movimiento de cuadrarse y hacer una reverencia que habían hecho sus compañeros. Tres hombres superaron la abertura, a la derecha un joven de no más de diecisiete años con armadura de jinete lacada en negro con las juntas en seda azul oscuro, sobre un kimono del mismo color. Tenía un pelo plateado, como el agua del rio al sol, recogido en una coleta. Sobre la armadura llegaba un haori con hombreras altas del mismo azul, con un dibujo en hilo negro en forma de zigzag y un mon en hilo de plata en su lado izquierdo un con hilo de oro en el derecho. El del lado derecho era el del Clan, el del izquierdo, que representaba a una grulla cayendo en picado, no lo había visto nunca. A la derecha del joven iba un hombre más corpulento, con la misma armadura y kimono que los soldados y un tesen junto al daisho. Algo en el indicaba que era un oficial de más rango del que aparentaba. El tercero portaba una armadura ligera de un azul tan oscuro que se podía confundir con negro, en el do llevaba un pequeño mon pintado en blanco una grulla agrazando una katana, y el sode que le cubría los hombros eran pequeñas plumas metálicas lacadas en azul claro. Bajo la armadura llevaba un kimono azul claro con dibujo en hilo blanco que no se alcanzaba a distinguir. Llevaba el pelo negro recogido en la manera tradicional y sobre la frente una bandana blanca con tres placas de metal.
Se detuvieron delante de nosotros, hicieron un gesto con la cabeza a modo de reverencia, a la que el mercader y los demás respondieron con una de verdad. Yo les devolví su gesto con la cabeza, haciendo que el joven se fijara en mí con desprecio. El oficial comenzó a hablar.
- Soy Daidoji Ashidoki, en nombre del Daimyo Doji serán revisados sus papeles de viaje y sus mercancías. Además tendrán que responder a las preguntas que se les hagan.
El mercader hizo una profundísima reverencia, se humedeció los labios con la lengua y en tono dubitativo respondió.
- Mis amigos me llaman Kokuru el Honrado, mis señor Daidoji Ashiki-sama, y será para mí un placer responder a sus preguntas y en todo lo que este humilde mercader pueda.
- Bien, me alegra no ser tu amigo Shōnin-san (comerciante) – Me echo una rápida mirada y luego miro al mercader – ¿Este es el único ronin que viaja contigo?
- Hai, Daidoji Ashidoki-sama.
- Los papales de viaje Shōnin-san – hizo un gesto a los guardias que protegían celosamente la abertura de las telas, para que se acercaran y les señalo la carga que Kokuru llevaba – Comenzaremos a registrar tus fardos. ¿Tienes anotado el inventario de los que llevas?
En este punto deje de escuchar y mire al tercero de los Grulla. Era de mediana edad, mayor que los otros dos. Estaba inmóvil, como si nada fuera con él mientras el Oficial y el joven hablaban entre ellos sobre los papales de viaje, el inventario y Kokuru ponía cara de cachorro. Sus ojos se cruzaron con los del Grulla. Tenía los ojos oscuros, vacios, inexpresivos. En su interior no había ni desprecio ni arrogancia, solo me observaba como si de fuera un objeto. Su rostro estoico, su mirada tranquila y observadora, su respiración casi imperceptible y su cuerpo inmóvil denotaban que me estaba cogiendo la medida. Yo también lo hacía y preferiría no tener que probar quien de los dos era más rápido al desenvainar, creo que hubiera sido yo pero por poca diferencia, esa poca diferencia que te deja una hermosa cicatriz de la cintura hasta el hombro.
Mientras el oficial interrogaba a Kokuru y sus hombres registraban el cargamento, el joven se acerco a mí. Me miro con desprecio y arrogancia. No me sorprendió, al fin y al cabo no esperaba encontrarme con dos Grulla sensatos en un mismo día, ni en un mismo año.
- ¿A dónde te diriges Ronin? – pregunto mientras arqueaba una ceja –
- A donde el mercader se dirija.
- ¿Es tu señor? – se rio – La valía de un samurái puede medirse por el señor al que sirve.
Su tono era ofensivo pero no era el sitio donde poder hacérselo pagar.
- No es mi señor. Es el mercader que me contrato como yojimbo.
- ¿Y porque necesitaría un mercader de tan valeroso samurái a su lado? – sonrió de nuevo –
- Porque no es seguro transitar por vuestras tierras.
- ¡¡¿Cómo os atrevéis?!! – se le puso la cara roja y echo mano a la empuñadura de la katana – Ronin, ¿Cuál es tu nombre?
- Es costumbre presentarse antes de saber el nombre del otro.
El joven se sonrojo más y sus ojos rezumaban ira.
- ¡Osado bastardo! Mi nombre es Katogama Domoku, segundo hijo del gran Katogama Komodo. Exijo saber tu nombre…
Un soldado se acerco y le hizo una profunda reverencia, entregándole un pergamino, hizo otra reverencia y se retiro. Domoku leyó el pergamino y me miro.
- Ronin, reza a las fortunas porque no te cruces en mi camino de nuevo.
El joven giro sobre su talones y se fue airado en dirección hacia la apertura, donde desapareció. El tercer samurái me hizo una reverencia y se la devolví. Dio unos paso hacia atrás y giro sobre sus talones, yendo tras le joven.
Los reproches y quejas, que ya se habían hecho algo habitual, estuvieron ausentes mientras Kokuru el honrado se había convertido en el mudo. No recupero la lengua hasta poner varias leguas entre nosotros y el control Grulla. Diosa Luna nos encubría, como consecuencia del retraso generado por el honorable Domoku y sus hombres, obligándonos a detenernos en una pequeña casa de té, con el nombre de Bella Doji. Mientras los porteadores descargaban en el establo y se acomodaban para pasar la noche, los heimin que acareaban heroicamente el peso del comerciante cuando iba dentro del palanquín lo cubrieron con una lona negra una vez apoyado sobre la pared trasera del local.
La Bella Doji era una estructura de dos pisos, el primero de piedra y el segundo de madera basta, envejecida por el paso de los años. La puerta estaba precedida por un pendón, que caía hasta el suelo formando un ángulo de noventa grados con la puerta. Sobre campo azul, compartido con las tejas de cerámica lacadas en el frio y brillante hielo, figuraba en blanco el nombre. La sobriedad de la fachada no tenía permiso para cruzar el umbral, pues su interior estaba cuidadosamente ornamentado. Las paredes estaban cubiertas por el cortejo de Kakita a la Dama Doji, pintadas sobre paneles de madera que hacían invisible las paredes de piedra, carentes de ventanas. La estancia estaba bañada de azul y blanco procedentes de lámparas de papel azules, blancas y a rallas.
Cuando entra en la sala principal, donde había media docena de mesas bajas redondas perimetradas de cojines, estaba dominada en solitario por el comerciante desde la mesa más cercana a la puerta. Sin lugar a dudas la mejor mesa hubiera sido la del fondo de la sala o quizá cerca de la puerta de la cocina, al menos para mi trabajo como yojimbo, pero el colosal comerciante no estaba dispuesto a dar ni un paso. Desde el cojín, transformado en trono, kokuru comenzó a repartir órdenes, directrices y amenazas.
- Imbécil, asegura la mercancía – le espetaba a uno de los porteadores – ¡Ni-kun! ¿Ya esta resguardado mi palanquín? – le gritaba mientras su prominente papada temblaba – No te quedes ahí mirando, ¿A qué esperas para preparar mi habitación – refiriéndose al dueño de la Bella Doji – ¡Kuto-kun! Que los estúpidos doshi se pongan a vigilar la mercancía. ¡Chica! Tráeme un humeante té y unos pastelitos dorayaki y prepara gyudon de atún. – le ordeno a la hija del dueño – ¡Kuto-kun! Como me hagas cabrear te daré tal paliza que ni la eta más fea se casara contigo.
Entre el correteo de los sirvientes de Kokuro y los de la casa de té, me dirigí tranquilamente a una de las mesas próximas a la del mercader, entre la puerta y él. Me miro con cierto desdén cuando no me senté en su mesa, mientras engullía los dorayaki, resbalándole crema de judías rojas por la comisura de los labios. Pese a todo el cálido habiente, la idea de una comida caliente y tranquila y un fotón mejoro mi estado de ánimo.
Sonaron las campanillas que había en la entrada, anunciando un nievo cliente. Dos tipos con kimonos oscuros y algo raidos aparecieron en la sala. Uno tendría unos treinta inviernos y le escaseaba un fino pelo blanquecino en la cabeza en oposición a la espesa barba negra mal cuidada. El otro, más joven, con el pelo corto desaliñado y sucio, tenia barba de varios días. Los dos llevaban daisho y los dos se sentaron juntos en una mesa paralela a la mía, quedando a su derecha la puerta y a su izquierda la mesa de Kokuru. La chica se acerco a mi mesa, hico una pequeña reverencia y con una sonrisa fría se dirigió a mí.
- Irasshaimase Samuria-sama. Mi nombre es Miko. ¿Qué desea tomar?
- Yakisoba y té verde, Miko-chan.
- Hai Samurái-sama.
Se retiro. No tendría más de 15 inviernos y nunca llagaría a ser tan hermosa como una de las cortesanas Doji o Kakita, pero parecía que era verdad lo que se decía de las tierras Grulla, que hasta las campesinas eran hermosas. Tras salir de la cocina la chica se acerco a la mesa del mercader llevando una olla de hierro tapada con la tapa de madera. La coloco sobre la mesa y la destapo, al lado coloco un cuenco con arroz blanco y unos palillos de madera pintados en rojo. De la olla emanaban efluvios del atún cocinado en vinagre y especiado. El orondo mercader prescindiendo de las mínimas nociones de etiqueta, volteo el cuenco de arroz sobre la olla y lo removió con los palillos. Mientras, Miko se acercaba a la mesa de los recién llegados. Ninguno de los dos llevaba un mon a la vista y su aspecto parecía más el de bandidos que de ronin, pese a que muchas veces lo uno era la otra cara de lo otro. Pidieron una botella de sake caliente, gyoza samoshas y una bandeja de sushi. La chica dudo unos segundos y el joven la agarró la muñeca con fuerza y tiro de ella.
- ¿Qué pasa que nuestro dinero no vale? – tiro de nuevo - ¿Crees que no tenemos?
Me sorprendí a ver que mi mano derecha había agarrado la vaina de mi katana, mientras el pulgar había desplazado unos centímetros el suba hacia fuera. La chica se salto y asintió con la cabeza, llevándose la otra mano a la muñeca enrojecida, mientras los dos hombres se reían y murmuraban cosas que no alcance a ori. El suba volvió a su posición.
Las campanillas tintinearon de nuevo y un tipo bajito y delgado entro. Bestia un kimono sencillo de tela basta sin teñir. No tenia pelo en la cabeza y le faltaban dos dientes. Se quedo mirando de pie en la puerta, como si buscara algo. Cuando su vista recayó en mi mesa, cerró los ojos y los abrió de repente alzando las pobladas cejas. Se acerco hasta la mesa, hizo una reverencia y pregunto.
- ¿Puedo sentarme? – sin esperar respuesta tomo asiento – Mi nombre es Toru si a su señor le place.
Note como una mirada de reproche de Kokuru se clavaba en mí. La chica se acerco con mi té y un gran cuenco con los fideos cubiertos por el caldo, sobre ellos, humeantes gambas, pollo y trozos de rábano, zanahoria y cebolla. Si la chica se sorprendió de la presencia del campesino en la mesa fingió de maravilla.
- ¿Alago más Samurái-sama?
- De momento no Miko-chan.
- Miko-chan – se dirigió el campesino a la chica – ramen con pepino y sake del más barato que tengas – el campesino se giro hace mi – Samurái-sama me concederías el honor de conocer su nombre – no tuve tiempo de responder – ¿A dónde os dirigís? Yo voy a Kyuden Doji. ¿Conocéis Kyuden Doji? Me han dicho que es muy hermoso. Debe ser precioso – decidí que en la conversación no tendría que hablar para que Totu siguiera, así que cogí los palillos pintados de amarillo y comencé a comer – Yo vengo de Yufuku Heisen Toshi. ¿Conocéis Yufuku Hisen Toshi?
El campesino se quedo callado, levante los ojos de del cuenco y lo mire, lo que el interpreto como una respuesta negativa o la señal indicada para que continuara hablando.
- Menuda ciudad. Yo la conozco desde hace tiempo. Bueno después de la Era Oscura, claro. ¿Sabéis lo que es la Era Oscura? La Era Oscura es como llaman los habitantes de Las Llanuras Prosperas a la época en la que unos portavoces de Sangre se hicieron con el control de la ciudad, corrompiendo a buen parte de los habitantes, desde samuráis a hinin –al voz se le torno lúgubre – Una mala situación. Primero usaron sus artes oscuras para penetrar entre los dirigentes y gobernantes de la ciudad, luego se volvieron más osados. Cuando la Grulla intento reaccionar era tarde y se vio muy superada por los corruptos. Solo la intervención de las Legiones Imperiales y de los Magistrados de Jade pudieron retomar la ciudad. Tras la batalla, la ciudad quedo medio derruida. En realidad yo no sé como quedo, puesto que las Legiones Imperiales impidieron la entrada o salida de toda la región. Hubo habitantes que sobrevivieron pero muy pocos, la mayoría de los que no se corrompieron huyeron de la ciudad antes de la llegada de la ira justiciera del Emperador – hizo una pausa para comer del cuenco que la hija del dueño le había traído – pero las cosas ahora son distintas, ya hace un buen tiempo que la ciudad se reabrió y no han parado de suceder cosas. Bayushi Kuangunchai-sama no ha traído la paz absoluta a Yufuku Heisen Toshi, pero la corrupción no ha regresado y ha repelido dos ataque y una sublevación.
La mención del Escorpión me sorprendió tantísimo que me obligue a interrumpir al campesino aprovechando una pausa del mismo para comer.
- ¿Bayushi Kuangunchai? – Toru se sorprendió al verme hablar - ¿Quién es?
- Bayushi Kuangunchai-sama es el Canciller de Yufuku Heisen Toshi – mis ojos se abrieron de par en par. Había oído muchas historias sobre los Escorpión, a cual más inverosímil, pero un canciller Bayushi en tierras Grulla era una novedad – Claro. Mi señor no sabe lo del Canciller. Yo una vez estuve tan cerca del que pude verle de cerca – su voz estaba impregnada de orgullo – Cuando la ciudad se abrió de nuevo, fue al cargo de un gobernador imperial nombrado por el mismo Emperador. Los clanes mandaron distintos destacamentos y el Gobernador, los acepto en su Corte. Cuando la Grulla y los Hantei presionaron, el Consejo eligió a Bayushi Kuangunchai-sama como Canciller entre otros candidatos. Además…
- Toru-san, perdonad que os interrumpa – no dejaba de ser gracioso que fuera yo quien tuviera que disculparse - ¿Los Hantei?
- Si mi señor – me miraba con recelo como si mi pregunta ocultara una segunda intención – La familia Hantei es la dirigente del Clan Menor del Crisantemo, el honorable Hatei Kotaro-sama es el primero se su nombre. Los Crisantemo afirma que el Hijo del Cielo les ha concedido la región para que establezcan ahí sus tierras. Y claro la Grulla no le ha hecho gracia, los acusa de usurpadores y …
Los gritos de un nombre lo interrumpió. El joven estaba de pie, tenía a la chica agarrada de nuevo pero esta vez la agarraba los brazos y la tenía la espalda apretada contra su pecho. Su padre estaba impotente pidiéndole que la soltara.
- Soltadla por favor. ¿Qué ha podido hacer para que la hagáis esto?
- ¿Qué que ha hecho? ¿Pretende cobrarnos por esta bazofia? – el joven cogió una de las empanadillas Gyoza samoshas sobrantes, la mordió y se la escupió a la cara de la chica – Esta asqueroso.
El otro hombre se levanto, cogió un trozo del sushi del Hakone y se lo trago.
- ¿A esto lo llamas sushi? Deberías pagarnos por habernos intentado envenenar con tu comida – se chupo los dedos con el que acababa de coger el trozo de sushi y le dio unos toquecitos al pomo de la katana – ¿Qué dices?
Me sorprendí cuando me encontré de pie, con el daisho en el obi y la saya de la katana gira de lateral. Pero más aun cuando las palabras salían de mi boca sin pasar antes por mi cerebro.
- Soltad a la chica – el pulgar de la mano izquierda soltó el seguro del suba –
- Siéntate y sigue bebiendo esto no va contigo – me dijo el más joven sin siquiera mirarme –
- ¡Siéntate! – le grito el mercader mientras su rostro se tornaba rojo – ¿Quién me protegerá si te matan?
- Eso haz caso al gordo y siéntate o tendré que partirte en dos y quedarme con tu daisho – el joven se giro hacia mí y señalo mi daisho – Seguro que me quedara bien.
- Tengo una idea mejor. Suelta a la chica – le dijo al joven su compañero mientras señalaba a Kokuru – ese mercader pagara esta comida y nos dará el resto de sus monedas como impuestos.
- ¿Ves lo que has hecho? – el tono del mercader tenia tanto de reproche como de miedo –
- Salgamos fuera.
Mi pulgar soltó el suba. Con los brazos a la espalda pase junto a su mesa camino de la salida, mientras me seguía la mirada atónita del campesino, del mercader y del propietario que tenía entre sus brazos a su hija.
En el exterior corría un aire gélido, las nubes obstruía la luz de Diosa Luna. La única luz era el tenue brillo de un farolillo que se balanceaba con cada ráfaga de viento, amenazando con apagarse. Durante unos segundos temí que los dos ronin no hubieran aceptado el órdago y ya hubieran desvalijado al mercader y al propietario y hubieran salido por otra puerta. Cuando me estaba preguntando si antes de escapar los habían matado o no, salieron.
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